viernes, 19 de marzo de 2021

Eva Gonzalès ● El Cedro de Fray Juan de la Cruz ● Fortuny y Manet

 

Eva Gonzalès, Autorretrato, 1874 (¿?)

Cedro de San Juan de la Cruz, en el Carmen de Los Mártires de Granada.

Mariano Fortuny y Èdouard Manet

¿Por qué mágicos senderos del arte y la literatura discurrimos, cuando, después de observar atentamente un cedro secular en Granada, que se dice plantado antaño por el entonces, fray Juan de la Cruz (1542-1591) -el “medio fraile” de Teresa de Jesús-, seguimos avanzando, y llegamos hasta la pintora Eva Gonzalès (1849-1883), sin abandonar del todo el camino?

Ver: San Juan de la Cruz I: Cántico Espiritual.

Cuando buscábamos el Cedro de San Juan, encontramos dos pinturas que representan el Carmen de los Mártires, más o menos, en la zona donde se dice que este árbol se encuentra; una, realizada por Mariano Fortuny, y otra por Édouard Manet, el pintor francés que, en toda su vida artística, sólo aceptó una alumna en su taller, y esa alumna fue Eva Gonzalès.

La zona de Granada, en la actualidad, imagen de Google.

Ahora bien. Al tiempo que despejamos el camino que nos llevó desde el poeta carmelita, hasta la pintora, surgió otra incógnita, y esta vez, mucho más compleja: Fortuny y Manet ¿pintaron sendos cuadros, exactamente iguales? Esto es imposible... “Eppur...” habría dicho Galileo; sin embargo, ahí están.


Fortuny: Paisatge de Granada. MNAC / Carmen de los Mártires/Paisaje de Granada, o Callejón de Matamoros, 18770-71

Manet: Ansicht von Granada/Paisaje de Granada 1871. Staatsgalerie, Stuttgart

Resulta evidente, que la obra de Manet, no sólo lo parece, sino que es un “calco” muy preciso, de la obra de Mariano Fortuny, que figura en primer lugar.

Bien, pues la incógnita, que ya está investigada y, parece que, resuelta, aunque no es demasiado conocida, se plantea ante la inexplicable similitud entre estas pinturas de Fortuny y de Manet. Obsérvese, incluso, el detalle de las dos manchas blancas en ambos lienzos.

Los círculos marcan, el estudio de Fortuny en Granada y la parte que se corresponde con el “Callejón de Matamoros”, que es el que aparece en su “Paisaje”. Fotografía de Charles Clifford. (Imagen: RinconesdeGranada.com).

¿Cómo es esto posible, si Manet nunca estuvo en Granada? 

Cierto es; Manet nunca estuvo en Granada, y, se dijo que su pintura reflejaba un paisaje pirenaico - Paysage d’Oloron St. Marie-, pero sí tuvo acceso a la pintura de Fortuny, cuando esta pasó a ser propiedad de un amigo suyo, el entonces célebre cantor Lorenzo Pagans, al que él mismo retrató, aunque no sólo, pues también se conservan retratos del músico, realizados anteriormente por Degas.

Manet: Retrato de Pagans. 1879. Col. Priv.

Edgard Degas: Lorenzo Pagans y Auguste Degas (padre del pintor), 1869. Orsay

El padre del pintor, Auguste De Gas - rico banquero de origen napolitano - organizaba todos los lunes por la noche veladas musicales. A ellas solía acudir como cantante el español Lorenzo Pagans, uno de los guitarristas más populares de la noche parisina debido a la afición por lo español en la época del Segundo Imperio, atracción que se vio aumentada tras la boda del emperador Napoleón III con la española Eugenia de Montijo. También participaban otros cantantes, músicos y artistas, entre ellos Manet y su esposa o el propio Degas. En esta imagen el pintor quiso inmortalizar una de esas maravillosas veladas, retratando a sus dos protagonistas: el anfitrión y el cantante. [...] El padre de Degas fallecería en 1874 a la edad de 66 años, siendo ésta la última imagen que realizó el artista de él, por lo que colgó el cuadro junto a su cama. (ArteHistoria).

Hay otra versión:

Degas' Father Listening to Lorenzo Pagans Playing the Guitar by Degas in the Boston Museum of Fine Arts

Esta es la cuestión: copiar no es plagiar; todos los artistas aprendieron copiando, pero, si es el caso, el resultado así obtenido, debe figurar como tal, es decir, como “Copia de...”. de lo contrario, los interrogantes y las dudas se multiplican, como ocurre, especialmente en esta ocasión, pues estamos hablando de dos grandes de la pintura, y, diremos más; por las fechas de la obra que nos ocupa, Fortuny tenía mucho más “éxito” y vendía mucho más que Manet. ¿Por qué la pintura de este último no especifica su modelo?, porque está claro, que tan absoluta coincidencia es imposible que se produzca casualmente, o que hubiera dos paisajes exactamente iguales, uno en Granada y otro el Oloron Sainte-Marie, donde se dice que lo pintaría Manet. 

La única opción comprensible, sería que Manet hubiera realizado esta pintura por gusto personal y no con fines comerciales.

Mariano Fortuny falleció en Roma, el 21 de noviembre de 1874. En abril de 1875, los cuadros que aún se encontraban en su estudio y los diferentes objetos que había reunido en su colección privada fueron subastados en el Hotel Drouot de París, alcanzando, por cierto, altísimos precios.

Pues bien:

...Se ha documentado la asistencia de Manet a la exposición de las obras subastadas en el Hôtel Drouot, dentro de un recorrido por diferentes fuentes que demuestran el interés del grupo de los impresionistas por la obra de Fortuny. Sobre la realización de la copia de Manet, ha podido identificarse la presencia del Paisaje de Fortuny en la colección del tenor Pagans —que tuvo amistad con ambos pintores—, con lo que quedan establecidas las circunstancias apropiadas para la realización de la réplica por parte del pintor francés.

La identificación del lugar en el que se encontraba el Paisaje de Granada en 1879, unido a la amistad entre Pagans y Manet durante esos años y al interés de este último por la obra de Fortuny, constituyen las condiciones necesarias para concluir que la copia de Manet del Paisaje de Granada se realizó muy probablemente cuando este formaba parte de la colección de Pagans. (E. Cano).

Y así se resuelve la incógnita, que nos despeja una parte del camino para llegar desde San Juan de la Cruz a Eva Gonzalès. Añadiremos, no obstante, que resulta de gran interés la investigación arriba citada, llevada a cabo sobre el asunto de estos paisajes, publicada en 2020:

El enigma del Paisaje de Granada, de Fortuny, copiado por Manet, de Emiliano Cano Díaz

● ● ●

Y pasamos así, al plano siguiente: ¿Cómo rima Eva Gonzalès con estos versos sueltos?

Édouard Manet fue un artista muy independiente, que, como es sabido, nunca quiso encuadrarse en ninguna corriente pictórica, ni quiso mantener un taller de alumnos que pudieran crear “escuela”. Pero su firme voluntad admitió una genial excepción, y esta tiene un nombre propio e indiscutido; Eva Gonzalès fue la única alumna de Éduard Manet.

Eva Gonzalès. París, 19 de abril de 1849 – 5 de mayo de 1883.

Bio-Galería

Eva Gonzalès, fragmento de su Autorretrato

Con Berthe Morisot, Mary Cassatt: 1913. Al dorso: "La única fotografía para la que posó nunca”. De Durand-Ruel. y Marie Bracquemond, Eva Gonzalès forma parte del esencial cuarteto de grandes pintoras del movimiento impresionista..

Eva, que no sólo fue discípula, sino también gran amiga de Manet; asimiló tanto el estilo de su maestro, que, a veces, sus obras se confunden. Además, igual que él, Eva rechazó formar parte de ninguna corriente artística -aunque las apoyaba-, pero prefería exponer en salones oficiales, y nunca formando parte de las exposiciones compartidas, de los impresionistas.

Del mismo modo, Manet, aunque se mantuvo explícitamente al margen del movimiento, fue, sin embargo, una especie de modelo artístico para los jóvenes impresionistas; que recibieron su influencia a partir de la aparición de su famoso Déjeuner sur l’herbe - Almuerzo en la hierba-, un modelo que animó a la mayor parte de ellos a dejar de lado la enseñanza académica, para experimentar libremente los objetos de arte, tal como ellos los percibían, o sentían personalmente, o quizás, por así decirlo, de manera acorde con la “impresión” que los mismos les causaban.

Eva Gonzalès: Retrato de muchacha joven, c.1865/70. 

Eva Gonzalès se había formado, casi desde niña, con el famoso academicista francés: Charles Joshua Chaplin, antes de convertirse en modelo y alumna de Édouard Manet; algo parecido a lo que le sucedió a Berthe Morisot, aunque esta última, también se convirtió en el gran amor del pintor, a pesar de que estaba casada con su hermano Eugène Manet.

La obra de Eva se encuentra, pues, entre la “Academia” y la “Impresión”, más libre, exclusivamente interpretada y muy espontánea. Aunque al principio, como hemos señalado, su obra resultaba muy similar a la de Manet, poco a poco, muy gradualmente, Eva fue evolucionando hacia el impresionismo.

Desgraciadamente, su carrera fue breve, pues falleció con sólo 34 años, como consecuencia del nacimiento de su hijo Jean Raymond, el 19 de abril de 1883, un niño que, en el futuro, también sería pintor y decorador de teatro.

Eva se había casado con Henri Charles Guérard, nacido en París en 1897 y falleció en la misma ciudad, en 1897. Era pintor, grabador, litógrafo e impresor.

Henri-Charles Guérard, autorretrato haciendo un grabado. MET, NY


Eva Gonzalès, también parisina; 1847-1883, procedía de una familia burguesa de origen español. Su padre, que escribía folletines para Le Siècle, era hijo de Marie Céline Ragut, dedicada a la música y casada con un monegasco.

Fue alumna de Charles J. Chaplin, como hemos dicho, y de Gustave Brinon, hasta que Alfred Stevens le presentó a Édouard Manet, en cuyo taller, conoció a Berthe Morisot, en 1869, quien, al parecer tuvo ciertos celos del buen entendimiento entre Eva y el maestro.

Sirvió con frecuencia de modelo para los miembros de la escuela Impresionista y recibió sonados elogios de Émile Zola.

Fue admitida en el Salon, en 1870, en el que presentó L’Enfant de Troupe, que tanto recordaba al Joueur de Fifre, que conocemos como El Pífano, de Manet.

Gonzalès: El trompeta: Musée Gaston Rapin, Villeneuve-sur-Lot, 1870 – Manet, El Pífano

En el mismo Salon, Manet presentó el Portrait d'Eva Gonzalès, recién terminado, en el que ella aparece pintando un bodegón, “Nature Morte”.

Édouard Manet, Portrait d'Eva Gonzalès (1869-1870), National Gallery. Londres.

Presentada en el Salón de 1870, recibió comentarios muy satisfactorios de los críticos Duranty y Duret.

Eva Gonzalès: La planta favorita (1871-72) Modelo, Jeanne, la hermana de la artista.

1870, Eva en Dieppe

Eva, retirada en Dieppe durante la guerra franco-prusiana de 1870, entre Napoleón III y Guillermo de Prusia-, pintó varios cuadros de tonos muy apagados, algo ciertamente comprensible, pues el panorama en Francia, era, más que sombrío, absolutamente negro. De hecho, Napoleón III, sufrió una derrota absoluta, que puso a Francia en manos de Bismark, que no dudó en hacerse proclamar en el Palacio de Versalles, una vez dueño de la situación.

● ● ●

La guerra franco-prusiana, constituyó, pues, un oscuro telón de fondo en la actividad de nuestros protagonistas artísticos. Nos referiremos, pues, a ella, en breve.

En cuanto a Eugenia de Montijo, ha aparecido en estas páginas hace poco tiempo, por lo que, en general, obviaremos su actividad junto a Napoleón III. 

Eugenia de Montijo

Leopoldo de Hohenzollern-Sigmaringen, c. 1870

En 1869, la candidatura del príncipe Leopoldo de Hohenzollern-Sigmaringen, pariente del rey de Prusia, para el trono de España tras el derrocamiento de Isabel II en el 68, (pronto veremos también, en estas páginas, el papel desempeñado en aquella ocasión, por el cuñado de la reina Isabel II, Antonio de Montpensier), fue vetada por Napoleón III, lo que sirvió como detonante -casi podríamos decir, como excusa-, para la Guerra Franco-Prusiana (19 de julio de 1870 – 10 de mayo de 1871). Para el emperador francés, la candidatura del príncipe alemán era una maniobra de cerco contra Francia y decidió enviar a su embajador -Benedetti-, a Guillermo I, para impedirlo; una visita que conocemos a través del Telegrama d Ems

El famoso Telegrama de Ems -Emser Depesche-, “reescrito” y publicado por Bismarck, sirvió de detonante para desencadenar aquella Guerra Franco-Prusiana o Franco-Alemana, -aparentemente, como responsabilidad de Napoleón-, que terminó con la victoria de Prusia sobre Francia. 

Guillermo I de Alemania envió el famoso telegrama a Bismarck la noche del 13 de julio de 1870 después de mantener una reunión no oficial, o informal, con el embajador francés en Prusia, Vincent Benedetti, tratando de la retirada de la candidatura del príncipe Leopoldo de Hohenzollern-Sigmaringen, al trono de España. La publicación de este telegrama fue prácticamente, el casus belli que justificaría la Guerra franco-prusiana, que empezó apenas una semana después, el 19 de julio de 1870. El nombre del telegrama se refiere a Bad Ems, un balneario spa, al este de Coblenza, sobre el río Lahn, parte, en aquel momento, de Prusia, lugar de residencia y descanso de la realeza prusiana.

Al canciller federal, conde Bismarck.

Su Majestad el Rey me escribe:

«M. Benedetti me interceptó en el paseo a fin de exigirme, insistiendo en forma inoportuna, que yo le autorizara a telegrafiar de inmediato a París, que me comprometería, de ahora en adelante, a abstenerme de dar mi aprobación para que se renueve la candidatura de los Hohenzollern. Rehusé hacer esto, la última vez con cierta severidad, informándole que no sería posible ni correcto asumir tales obligaciones (para siempre jamás). Naturalmente, le informé que no había recibido ninguna noticia aún y, ya que él había sido informado antes que yo por la vía de París y Madrid, él podía fácilmente entender por qué mi gobierno estaba otra vez fuera de la discusión.

Desde entonces, Su Majestad ha recibido noticias del príncipe (el padre del candidato Hohenzollern al trono español). Su Majestad ya había informado al conde Benedetti que estaba esperando este mensaje; mas, en vista de la exigencia arriba mencionada y en consonancia con el consejo del conde Eulenburg y mío, decidió no recibir de nuevo al enviado francés, sino informarle a través de un ayudante, que Su Majestad había recibido, ahora, confirmación de las noticias que Benedetti ya había recibido de París y que él no tenía nada más que decir al embajador.

Su Majestad deja a juicio de Su Excelencia comunicar o no, de manera inmediata, a nuestros embajadores y a la prensa, la nueva exigencia de Benedetti y el rechazo de la misma».

(13 de julio de 1870)

La versión publicada por Bismark:

«Después de que los informes acerca de la renuncia del príncipe heredero de Hohenzollern fueran oficialmente transmitidos por el Gobierno Real de España al Gobierno Imperial de Francia, el embajador francés presentó ante Su Majestad el Rey, en Ems, la exigencia de autorizarle a telegrafiar a París que Su Majestad el Rey habría de comprometerse a abstenerse de dar su aprobación para que la candidatura de los Hohenzollern se renueve.

Su Majestad el Rey, por lo tanto, rechazó recibir de nuevo al enviado francés y le informó a través de su ayudante que Su Majestad no tenía nada más que decir al embajador».

En esta guerra, que sacudió a Europa, pero especialmente, a Francia, España se vio implicada -en cierto modo como causante-,  tras el derrocamiento de Isabel II en 1868, ya que, a pesar de sus declarados sentimientos republicanos, las Cortes españolas, decidieron, en 1869, buscar un nuevo Rey. 

El elegido resultó Amadeo de Saboya, (Turín, 30.5.1845 – 18.01.1890) hijo del primer Rey de la Italia unificada y, el primer y último Rey español elegido por votación parlamentaria. Amadeo I, a duras penas resistió dos años - desde el 2 de enero de 1871 hasta el 11 de febrero de 1873-, en el trono, abandonando, en cuanto le fue posible, aquella “jaula de locos”, -en sus propias palabras-, en la que había sido “colocado”.

Amadeo de Saboya y su esposa, María Victoria dal Pozzo della Cisterna, entre 1868 y 1870.

Antes de su elección hubo otros candidatos. Uno de ellos, fue el duque de Montpensier, esposo de la infanta Luisa Fernanda -la hermana de Isabel II-, al que se opuso abiertamente Napoleón III, que no quería a un Orleans como Rey en España, aunque, en realidad, su candidatura se esfumó sola, cuando el duque mató en un duelo a su primo, el infante Enrique -también pretendiente –si no como rey, como Presidente de la República-, y también cuñado de Isabel II, como hermano de su esposo, Francisco de Asís.

El otro candidato propuesto, en este caso, por el lado progresista, fue el Rey de Portugal, Fernando de Coburgo, pero rechazó pronto una oferta que consideró más bien, como un nuevo intento de España para anexionarse su país.

Por último, el príncipe alemán Leopoldo de Hohenzollern-Sigmaringen, cuyo complicado nombre alemán, fue transcrito de forma bien castiza, ante la expectativa de su elección, como, “Ole, ole, si me eligen”.

Lógicamente, Napoleón III se opuso a la candidatura del alemán, a quien veía como lo que en realidad era, una baza del Rey de Prusia, Guillermo I, para anular el poder de Francia. Gracias a la presión de la diplomacia francesa, Carlos Antonio de Hohenzollern-Sigmaringen, padre de Leopoldo, se comprometió a renunciar al trono español en nombre de su hijo, pero Napoleón III exigió que fuera el propio Guillermo I quien desautorizase, de forma clara y rotunda, aquella candidatura.

Con tal objetivo, el conde de Benedetti, embajador de Francia en Berlín, se había presentado en Bad Ems.

El incidente diplomático de Ems daría paso a la guerra, proporcionando la excusa que, tácticamente, esperaba Bismark. Por lo que respecta a, Napoleón III, cuya situación era muy inestable en su propio reino, creyó que una guerra le serviría para acabar con los ánimos revolucionarios internos. En cuanto a Bismarck, deseaba que un nuevo conflicto -tras derrotar a Dinamarca-, sirviera para unir definitivamente todos los territorios alemanes en torno a una sola causa. Sin embargo, no quería ser él mismo quien declarase la guerra, por lo que decidió provocar al emperador francés para que diera el paso.

Todo lo demás vino en cascada: la prensa francesa caldeó los ánimos, las calles de Berlín y París se llenaron de manifestaciones nacionalistas, y, finalmente, el 19 de julio de 1870 Napoleón III declaró la guerra a Prusia, una guerra no sólo fue un desastre para Francia, sino que desencadenó el derrocamiento popular de Napoleón III en septiembre de 1870. 

El 18 de enero de 1871, Guillermo fue proclamado Kaiser del nuevo Imperio alemán, y, sólo diez días después, el Gobierno de la Tercera República francesa firmaba un armisticio, que no sólo constituía una humillante derrota para Francia, sino que dio paso a la unificación definitiva de Alemania y al nacimiento de un Imperio -Reich- que, con más de 40 millones de habitantes que, tras un sorprendente crecimiento económico, se convertiría en la primera potencia de Europa.

En definitiva, todo habría empezado en España, aunque esta sólo representara un papel secundario, con el problema de la elección del monarca que debía ocupar el trono de Isabel II. España, sin embargo, no participó en esta guerra; después se declaró la República,  se produjo un golpe de Estado y, finalmente se produjo la restauración borbónica en la persona de Alfonso XII.

La derrota francesa permitió, además, la anexión a Prusia de los Estados fronterizos del sur de Alemania -Alsacia y Lorena, siempre en disputa con Francia-. Finalmente, el 18 de enero de 1871, en la emblemática Galería de Espejos del Palacio de Versalles, Guillermo I, rey de Prusia, era coronado emperador de Alemania. Con la fundación del Segundo Reich -imperio- alemán, se completó la unificación política del país. Este llamado Reich, equivalía a lo que había sido el Sacro Imperio Romano Germánico, en la Edad Media.

Proclamación de Guillermo I como Emperador Alemán. De Anton von Werner. Bismarck-Museum Friedrichsruh, Schleswig-Holstein.

El hecho es, al parecer, que Napoleón III, que además estaba enfermo, presionado por Eugenia de Montijo y sus allegados, se lanzó a una peligrosa aventura política, para la cual, Francia no estaba preparada. Además, la derrota provocó una insurrección general en París, donde se formó un Gobierno de Defensa Nacional, entre cuyos miembros destacó León Gambetta, que, finalmente, tuvo que escapar de París en globo. 

Gambetta proclama la República (Project Gutenberg).

La ciudad estaba sitiada y los prusianos acabaron pronto con los esfuerzos del gobierno republicano.

El asedio de París. 19 de septiembre de 1870 - 28 de enero de 1871. Guerra franco-prusiana (1870-1871).

Después de algunos éxitos parciales, y tras la caída definitiva, al parecer, debido a una traición, de la fortaleza de Metz, los franceses fueron derrotados y el gobierno de París, tras un insoportable bombardeo de la capital, capituló el 28 de enero de 1871, naturalmente, en Versalles.

● ● ●

Tal era el panorama histórico-político que reinaba durante la estancia de Eva Gonzalès en Dieppe.

Eva Gonzalès: La Plage de Dieppe (vue du château) (1871), château de Dieppe. O: Plage de Dieppe vue depuis la falaise Ouest/desde el acantilado Oeste. Château Musée, Dieppe

Dieppe; Sena Marítimo, mira a Inglaterra desde el borde oeste del Canal de la Mancha. 2011

● ● ●

Eva Gonzalès. Estudio ante una ventana, 1965. Col. Priv.

Eva Gonzalès, igual que Manet, nunca quiso participar en los Salones Impresionistas.

Falleció el día 6 de mayo de 1883, poco después del nacimiento de su hijo Jean Raymond Guérard. Su esposo, Henri Guérard volvió a casarse en 1888, en esta ocasión, con Jeanne Gonzalès, la hermana de Eva, que también era pintora. 

Eva Gonzalès: Jeanne Gonzalès, Perfil, c. 1883. Col. Priv.

Eva Gonzalès: La ventana, 1865-70. Col. Priv.

Eva Gonzalès, La Soubrette. -Doncella-, 1965. Col. Priv.

Un palco en Les Italiens (1874), Paris, Musée d'Orsay. Los modelos son, Jeanne Gonzalès y Henri Guérard.

Eva Gonzalès: El Despertar matutino, (1876), Kunsthalle de Brêmen.

Eva Gonzalès: El sueño”. 1877-78. Col. Privada

Eva Gonzalès: Nounou -Nanny- con niña (1877-1878). National Gallery of Art. Washington

Eva Gonzalès: Paseo a lomos de un asno, (1880), Bristol City Museum and Art Gallery.

Eva Gonzalès: Lectura en un claro [del bosque], 1880. Paris, Petit Palais.

Eva Gonzalès: La Sombrerera, c. 1877, Art Institute of Chicago.

Eva Gonzalès: Leyendo en el jardín

Eva Gonzalès: El moño

Eva Gonzalès: Junto al agua. Österreichische Galerie Belvedere

Eva Gonzalès: Le compotier. 1878. Col. Priv.

Eva Gonzalès: Rosas en un jarro

Eva Gonzalès: Sous le berceau

Eva Gonzalès: En secreto

Eva Gonzalès: “Autorretrato” (1873-74). El modelo es su hermana Jeanne.

Eva Gonzalès: Indolencia. 1871-72. Col. Priv.

Eva Gonzalès: Les Pivoines et le hanneton. -Peonías y escarabajo-. 1871. Col. Priv.

Eva Gonzalès - Bouquet de fleurs. Col. Priv.

Eva Gonzalès: Su madre 1889. Fine Arts Museum, San Francisco.

Marie Céline Ragout, casada con el escritor español naturalizado francés, Enmanuel Gonzalès, que era novelista, dramaturgo, redactor del periódico Le Siècle, fundador de La Revue de France, y persona muy reconocida. La madre de Eva, era, a su vez, una reputada música, de origen belga. De los dos recibió Eva Gonzàles una esmerada formación y creció rodeada de la intelectualidad de París.

● ● ●


No hay comentarios:

Publicar un comentario