El “Viaje” de Rojas constituyó una fuente de inspiración para muchos grandes autores de la Literatura Universal, a pesar de que algunos de sus pasajes y figuras, ya eran tópicos generalizados en su tiempo.
Por ejemplo, habíamos citado anteriormente la frase del Bachiller Carrasco en el Quijote: “No hay libro tan malo, que no tenga algo bueno”. De hecho, es una idea que se repite, casi con las mismas palabras, en el “Lázaro de Tormes” y en el “Guzmán de Alfarache”, pero sólo Rojas, cuando la emplea, declara que se trata de una sentencia de Plinio el Viejo, citada como tal por Plinio el Joven.
De mismo modo, sorprende encontrar la frase: “Topado ha Sancho con su rocino”, que siempre asociaremos con el escudero de Don Quijote, cuando este todavía no se había publicado y, por lo tanto, no proviene de esa fuente, sino que se trataba de un dicho bastante común, que, de acuerdo con la Academia de la Lengua, expresaba la idea de que “alguien encuentra a otra persona semejante con la que se entiende”.
Pues bien, aun considerando estas características, como relativamente comunes, veremos que, a su vez, hay mucho del “Viaje Entretenido”, en obras posteriores a su edición, por ejemplo, en:
Paul Scarron: Le roman comique.- La Novela cómica.
Portada de la edición de 1668 del Roman comique de Paul Scarron.
Grabado de J. Veenhieysen. BNF. París (Larousse en Ligne).
La Primera Parte de Le Roman comique se publicó en 1651 y la segunda, en 1657, pero el autor falleció mientras preparaba la tercera. Dedicó la obra al Cardenal de Retz, y empieza, de modo parecido al texto de Rojas, con la llegada de un grupo de comediantes a Le Mans. Cuenta las rocambolescas aventuras de la compañía en la ciudad y sus alrededores.
Es un hecho, que la mayor parte de sus historias, proceden de novelas españolas, que Scarron tradujo o adaptó.
Se trata, asimismo, de un testimonio vivo de las costumbres de la época vistas a través de un grupo de comediantes; cómo eligen las piezas o sus condiciones de vida durante los desplazamientos. De hecho, el viaje, es también el asunto de este libro, de carácter picaresco.
En la época durante la cual se redactó este Roman comique, es evidente que la literatura española estaba influyendo mucho entre los autores europeos. En esta obra, en concreto, aparecen préstamos de Cervantes, tomados de Don Quijote, si bien, Scarron, no reescribe, sino que se inspira en lo leído.
Se trata, pues, del aventurero errante y su llegada a las posadas, con las que se asocia el vino y la prostitución, creando situaciones que parodiaba Cervantes y, por tanto, parodia también Scarron. Cuando apareció la obra de este último, las novela española estaban muy de moda en Francia.
Se hallan, asimismo, en la obra de Scarron, tres novelas de Castillo Solórzano, y una de María de Zayas, que el francés reescribió traduciendo.
- Los efectos que hace Amor, de Castillo Solórzano, se adapta en: Histoire de l'amante invisible.
- A lo que obliga el Honor, de Castillo Solórzano, es adaptada/adoptada por Scarron, como: A trompeur, trompeur et demi – “A tramposo, tramposo y medio”.
- El Juez de su Causa, de Maria de Zayas, es traducida e igualmente adaptada por Scarron, con el título: Le juge de sa propre cause.
- La confusion de una noche, de Castillo Solórzano, pasa a ser en manos de Scarron, Les deux frères rivaux – Los dos hermanos rivales.
La principal modificación del autor francés, consiste en dejar a un lado la dimensión caballeresca, a la vez que recurre a los elementos más burlescos y que encajan mejor con la línea de su relato, centrándose a la vez, más a fondo, en ciertas cualidades anímicas y sicológicas de los personajes.
Curiosamente, es este Roman Comique de Paul Scarron, la obra que inspiró a Téophile Gautier, ya mediado el siglo XIX, para la creación de su obra Le Capitaine Fracasse
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Téophile Gautier: Le Capitaine Fracasse - El Capitán Fracasse.
Th. Gautier – fotografía de Bertall.
Charles Baudelaire le dedicó sus Fleurs du mal, refiriéndose a él como “Poeta impecable”.
Le Capitaine Fracasse se desarrolla entre los años 1637 y 1643, bajo el reinado de Louis XIII.
El barón Sigognac, último heredero de su ilustre familia, es un joven arruinado, que vive recluido en su ruinoso “manoir” -señorío- de las Landas. Una noche de invierno ofrece hospitalidad a una compañía de comediantes que se han perdido, y se enamora locamente de Isabelle, que forma parte de la troupe, la atracción es recíproca. Al día siguiente, a propuesta de los viajeros, Sigognac decide seguirlos en sus aventuras.
Después de muchas peripecias, Sigognac sustituye en las tablas a «Matamore», que ha muerto de frío en el transcurso de una tormenta de nieve. A partir de entonces, su nombre, como actor, será, el de Capitán Fracasse.
Cuando Isabelle rechaza su mano, Sigognac se ve obligado a luchar contra un rival, el duque de Vallombreuse, aunque este ha sido también rechazado por la virtuosa comedianta, pero el barón cree que es el obstáculo de su amor, por lo que ambos se baten en duelo, resultando el duque herido en un brazo. Pero Sigognac no se rinde y Vallombreuse ordena a sus lacayos que lo maten, algo que no logran después de tres intentos, por lo que deciden contratar a un asesino famoso, que también fracasa en su cometido.
Como último recurso, el duque ordena secuestrar a Isabelle, pero es herido, esta vez, casi mortalmente, en un nuevo duelo con Sigognac, que ha acudido en auxilio de la dama, junto con sus colegas cómicos.
En el momento crítico interviene el padre de Vallombreuse y reconoce en Isabelle a la hija que tuvo con una famosa actriz, resultando así, medio hermana de su pretendiente.
Al dejar de ser un obstáculo el origen de Isabelle, el enamorado pasa de ser amante sin escrúpulos a atento hermano, aunque finalmente se casa con ella, e Isabel manda reparar el ruinoso castillo de Sigognac, que, una vez renovado, pasa a ser el lugar en el que ambos pasarán días felices.
En cierta ocasión, cuando procedían a enterrar a su viejo gato en el jardín del castillo, aparece un tesoro enterrado por alguno de los antepasados de Sigognac, que supondrá una fortuna para el resto de sus vidas.
La obra tiene también numerosas similitudes con la novela italiana I promessi sposi, de Alessandro Manzoni, publicado en España como "Los Novios", en realidad, «prometidos».
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Calderón de la Barca: La vida es sueño.
De la historia, ya narrada por Rojas, -I Parte- de Filipo el Bueno, quien instituyó la Orden de Tusón, de acuerdo con la cual, encuentra en la calle a un hombre dormido a causa del vino, mandando que lo lleven a su palacio. Allí es bañado, vestido y alimentado, sin que él se explique la causa de su cambio de vida, lo que le lleva a dudar de la realidad anterior. Sin embargo, pocos días después, el duque ordena que le den todo el vino que desee, hasta que, perdido el conocimiento, le devuelven al mismo lugar en que lo habían encontrado, con sus viejas vestimentas. El hombre duda entonces cuál de las dos vidas era sueño.
El sueño del caballero o La vida es sueño; pintura del barroco Antonio de Pereda. Academia de San Fernando, Madrid.
La vida es sueño, de Pedro Calderón de la Barca, estrenada en 1635, se encuadra en el movimiento literario del barroco. El asunto, es la libertad del ser humano para decidir sobre su vida, sin contar con un supuesto destino ineludible.
La concepción de la vida como un sueño es muy antigua; de acuerdo con la teoría de Platón, el hombre vive en un mundo de sueños y tinieblas, dentro de una cueva de la que solo puede liberarse haciendo el Bien, que le conducirá a la luz.
Segismundo vive al principio dentro de una cárcel; una caverna, en la que reina la más completa oscuridad -el desconocimiento de sí mismo-; hasta que es capaz de saber quién es, y se reconoce a sí mismo en la luz.
La obra fue vendida por Calderón de la Barca a la compañía de teatro de Cristóbal de Avendaño, que la estrenó en la década de 1630. El actor Manuel Vallejo la representó ante la corte del rey Carlos II el 5 de febrero de 1673. Ya en el mismo siglo XVII, se estrenó en Bruselas (1647), Ámsterdam (1654), Hamburgo (1658) y Dresde (1674) y en el XVIII, en los teatros madrileños de El Príncipe y de La Cruz, se llegó a representar en 47 ocasiones.
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Gerhart Hauptmann: Schluck und Jau.
Gerhart Hauptmann en una pintura de Lovis Corinth, 1900. Kunsthalle Mannheim
Schluck und Jau es una comedia escrita a finales de 1899 por el alemán Gerhart Hauptmann, Premio Nobel de literatura en 1912. Se estrenó el 3 de febrero de 1900 en el Deutsches Theater Berlin. Si bien la trama recuerda a Taming the Shrew –La Fierecilla Domada-, y aunque Gerhart Hauptmann aparentemente se inspiró en Shakespeare, también se inspiró en personajes de la vida real.
En su desarrollo, el príncipe Jon Rand entra en su pabellón de caza con su séquito y deja que entren dos vagabundos; Schluck y Jau que merodeaban por la zona. El primero está ebrio y el segundo sueña. Los dos deben ser engañados para que crean que son príncipes y todos participan en la farsa, por lo que ellos mismos, creen ser los señores y, como tales, mandan y actúan, hasta que llegan a suponer un riesgo.
Gerhart Hauptmann ofrece al espectador un final conciliador: el caballero piensa que Jau es inteligente a pesar de su vida anterior y le manda trabajar, dándole un trozo de terreno que debe limpiar. Jau no lo entiende, pero su amigo, exclama tranquilizador: "¡alégrate, hombre! Estabas soñando ".
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William Shakespeare: The Taming of the Shrew.
Katherina contempla su plato vacío en The Taming of the Shrew/La fierecilla domada. E.R.Hugues
La fierecilla domada, también conocida como La doma de la bravía o La doma de la furia –literalmente, “La doma de la musaraña”, es una comedia de William Shakespeare, de las más populares, tanto dentro como fuera de su país. De hecho es la quinta obra más traducida al español de las treinta y siete que se conservan de su autor, precedida por Romeo y Julieta, Hamlet, Macbeth y El rey Lear, y seguida por, El sueño de una noche de verano, Julio César y Otelo.
El asunto, contenido en el Prólogo, es también semejante a la historia de Rojas sobre Filipo el Bueno, de la Parte I.
Cristobal Sly es un bebedor pobre que se encuentra durmiendo en la calle. Un noble, queriendo divertirse, decide recogerlo y hacerle una broma, junto con otras personas, haciéndole creer que es rico, que tiene esposa, vive en un palacio y tiene sirvientes, entre otras cosas. Así, cuando se despierta, los sirvientes le dicen que hasta entonces había estado soñando ser un bebedor andrajoso pero que, en realidad es un lord. Sly se lo cree todo y le hacen ver una comedia junto con la esposa, llamada la Fierecilla Domada.
La obra se basa, en principio, en el carácter rebelde y malhumorado de Catalina Minola, una mujer que ahuyenta, a veces, a golpes, a sus pretendientes. El problema surge porque el padre de Catalina, el rico Don Bautista Minola, se niega a casar a su hija menor, Blanca, hasta que no se haya casado la mayor; lo que desanima a los ambiciosos aspirantes a su mano, Hortensio, Gremio y Lucencio.
Pero entonces llega Petruchio, un joven ambicioso y despreocupado que se propone cortejar a la furibunda Catalina, lo que da a los pretendientes de Blanca una esperanza.
Este planteamiento inicial provoca diversas situaciones de enredo y muchos diálogos en los que el ingenio verbal se convierte sin duda en la mejor de las armas, destacando el doble banquete nupcial con que concluye la obra y que constituye todo un giro inesperado a la situación de partida.
La crítica de esta obra es muy diversa y solo está de acuerdo en que el argumento no es original de Shakespeare; ciertamente, el planteamiento se repite, con algunas variaciones, en la tradición oral o escrita, conocida, no solo en Europa, sino también en Asia e incluso, se cree, en la América precolombina.
Una de las versiones más conocidas, es el cuento: Lo que sucedió a un mancebo que casó con una muchacha muy rebelde, que aparece en el El conde Lucanor, de don Juan Manuel. Sin embargo, entre los anteriores relatos y el texto de Shakespeare, hay diferencias muy importantes, lo que hace pensar que el Bardo, aunque conociera el argumento tradicional, lo abordó con una visión muy personal.
Finalmente, es un hecho, que, a partir del estreno, y el éxito, de la versión de Shakespeare, entre 1590 y 1593, el tema se agotó, por así decirlo, de forma similar a lo que ocurrió con las novelas de caballerías, después de la publicación del Quijote, por Cervantes.
Dicho esto, que, en buena parte, concierne a Rojas y a los conceptos teatrales de su tiempo, volvemos al Viaje Entretenido, junto al autor y sus compañeros, a los que dejamos a las puertas de Valladolid.
• • •
ROJAS.- No viniera mal para esa ciudad una loa que yo hice muchos días ha.
RÍOS.- Lo que tendremos bueno en Valladolid es que gozaremos de muchos y muy buenos pescados, ansí frescos como salados, y vino por todo extremo bueno, aunque algo caro; pero lo que es pan, carne, caza, fruta y todo género de bastimentos, muy bueno y a precios muy moderados. Y también a las tardes, en acabando la comedia, podréis gozar algunos ratos de Pisuerga, que es un famoso río, aunque sin éste hay otro riachuelo que se llama Esgueva, que es el que tiene a su cargo la limpieza de toda esta ciudad. Y sin esto, veréis el prado que llaman de la Magdalena, el cual es de mucha recreación, y toda Valladolid la tiene, ansí de riberas, heredades, huertas, granjas, arboledas y casas de placer como de templos suntuosísimos, y entre ellos el que llaman de San Benito el Real, y otro de San Pablo, que son los mejores que habréis visto.
San Benito, 1924 y en la actualidad.
San Pablo
La Anunciación de Fra Angelico estuvo en San Pablo, antes de llegar al Museo del Prado, pasando por las Descalzas Reales de Madrid
[…]
RAMÍREZ.- Con el buen trato no sentimos el camino, principalmente como paramos en las posadas poco, y eso es de día, por el gran calor que hace, y de noche con el entretenimiento no se duerme, camínase mucho y sin cansancio. […] Traigo una carta para un colegial, y en llegando que llegue, es fuerza que vaya a darla.
ROJAS.- ¿Pues hay colegios en Valladolid?
RAMÍREZ.- Y Universidad de las más graves y honradas de España, con los mismos privilegios que tiene la de Salamanca, donde se leen muchas lecciones de Teología, Cánones, Leyes, Medicina, Artes, Hebreo y Griego, y de donde han salido grandísimos escritores y muy conocidos.
ROJAS.- Despacio tengo de verlo todo.
RAMÍREZ.- Pues hay que ver mucho.
SOLANO.- Venid acá, Rojas (ahora que me acuerdo): ¿por qué os llamaron el Caballero del Milagro?
ROJAS.- Es muy largo este cuento y estamos ya muy cerca de Valladolid, y por esta causa no os lo digo. Una loa que yo hice a ese propósito os diré mientras llegamos, que no es de pequeño gusto para quien sabe el suceso; pero lo demás se dirá cuando Dios fuere servido y tengamos más tiempo.
SOLANO.- Pues ya que no sea lo uno, decidnos lo otro.
ROJAS.- Lo que es la loa, mientras llegamos a Valladolid (pues ya estamos tan cerca), podéis oírla.
RÍOS.- Ahora, señores, dejemos eso. Y no digo más, porque entramos ya por la puerta del Campo.
La Puerta del Campo antes de su demolición. Siglos XIII al XVII
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Libro IV
RÍOS, RAMÍREZ, Solano, Rojas
SOLANO.- No poco contento he recibido de que con tanta brevedad vamos a Burgos: lo uno porque la mudanza de la tierra es ocasión de mudar la vida, lo otro porque aunque Valladolid es un lugar muy bueno, verdaderamente estaba ya en él enfadado.
RAMÍREZ.- Sería por la misma causa que todos sabemos, que es ser las posadas tan estrechas, calurosas y caras que he estado este mes y medio con el mayor disgusto del mundo. Pero dejando esto (que no hace a nuestro propósito), antes que prosigamos más adelante nuestro camino, habéis de acabar aquel cuento que tanto tenemos deseado de saber el fin que tuvo.
ROJAS.- Por no seros con él enfadoso, [lo contaré] (aunque ya queda de él muy poco). [Termina la historia pastoril].
[...]
RÍOS.- Por cierto, el cuento ha sido bueno y de mucho gusto.
ROJAS.- Pues os tengo de decir una loa en alabanza del domingo, y después ansimismo, de todos los demás días de la semana. Que porque me han costado algún trabajo y son de mucho entretenimiento, os las tengo de decir.
RAMÍREZ.- Todos le tendremos por grandísimo en que nos hagáis esa merced.
ROJAS.- Ya sabéis que os tengo de servir; escuchad:
EL DOMINGO
Digo, pues, que en domingo tuvo el mundo / su principio, según escribe el Génesis: in principio creavit Deus caelum et terram./ En domingo tendrán fin las desdichas, miserias y trabajos de esta vida, / porque, según Guillermo, en este día se ha de acabar el mundo miserable.
Y en efecto, España,/se perdió en el espacio de ocho meses, / y en ochocientos años que pasaron no se recuperó: al fin, en domingo / afirman muchos que volvió a ganarse.
En domingo también, siete de Octubre, / el señor Don Juan de Austria (que Dios haya) la batalla naval ganó en Lepanto.
Los que en domingo nacen, según cuento / astronómico, suelen ser hermosos,
virtuosos, altivos y seguros.
Nosotros deseamos los domingos, / porque en domingo viene mucha gente, / y siempre las comedias en domingo, / representamos todos con más gusto, / porque en domingo hay siempre más dineros.
Todos los más estados de este mundo, / ansí plebeyos como principales, / desean el domingo; hasta los niños, / para no ir a la escuela, dicen todos: / «Señora madre, ¿cuándo es el domingo?»
Sólo suplicaré, pues hoy domingo / es día de contento y alabanza, / de holgura, regocijo y alegría, / que no tengan silencio, que murmuren, / que den voces, que rían, que se huelguen, / que Dios les deje ver tantos domingos / que de aqueste en cien años nos veamos / vejezuelos, caducos y sin bríos, / corrernos los muchachos por las calles / con martingalas justas un domingo, / sin colmillos, sin dientes ni sin muelas, / llenos de sarampión y de viruelas.
SOLANO.- La mejor es, de más consideración, que habéis dicho y acabóse a tiempo que llegamos a Palencia.
RÍOS.- Ésta es una de las ciudades más antiguas de España, y según Pomponio Mela y Estrabón, se nombró Palancia; porque la fundó el rey Palatino, y estuvo primero en ella el estudio general de España, y desde aquí se pasó a Salamanca por el rey Don Fernando de Castilla, que comenzó a reinar el año de mil y doscientos y diez y seis.
RAMÍREZ.- Yo leí los días pasados que reinando en Castilla don Sancho, que era de Navarra, y yendo a caza por las riberas de Carrión, halló un puerco montés, y siguiéndole con un venablo se le metió en una cueva, y entrando tras él le halló echado al pie de un altar, y queriéndole herir le fue detenido el brazo. El cual, pidiendo a Dios misericordia, le fueron restituidas sus fuerzas, y en saliendo de la cueva se informó y supo que allí había habido un santo llamado Antolio y mandó reedificar, la ciudad de Palencia, que estaba destruida desde la general destruición de España, y su iglesia mayor es ahora donde estaba aquesta cueva, y ella se llama de San Antolín, por San Antonino, y aun dicen que se entra a ella por debajo de tierra, cosa de diez pasos, y que es un lugar de mucha devoción.
Cripta de San Antolín. Palencia
RÍOS.- Porque no se pase de la memoria lo que nos habéis prometido, y porque es tan bueno que obliga a acordarlo, nos habéis de ir prosiguiendo LAS LOAS DE LA SEMANA.
ROJAS.- Pues gustáis de eso, oíd la del lunes:
LUNES
¡Oh, mil veces venturoso aquél que acierta a daros gusto! Y porque no parezca que me salgo del propósito, ya sé que vengo a tratar de la alabanza de este glorioso día lunes, y ansí digo:
Que en lunes hizo Dios el firmamento en medio de las aguas, y apartó las superiores de las inferiores, llamando al firmamento cielo.
Lunes instituyó el duque Filipo el Bueno la orden del Tusón en San Bertín, en la villa de Tomer.
Lunes fue fundada Bizancio, dicha Constantinopla, por Pausanias, rey de los espartanos, según Justino, libro nono, y Paulo Orosio, tercero.
Lunes, después de asolada por el emperador Severo, la cobró y ganó Constantino, hijo de Elena, donde se llamó Constantinopla; la cual poseyeron cristianos, pasados de mil y ciento y noventa años.
Lunes nació el hombre primero que plantó viña, hizo vino y lo bebió.
Lunes se empezó aquella famosa obra del Escurial
Lunes cesó el diluvio de Noé, según San Hierónimo en su traslación, y Filón Hebreo en sus corónicas.
Lunes se edificó Roma.
Lunes se empezó a poblar España por Túbal, año del diluvio ciento y cuarenta y tres.
Lunes ganó el rey don Alonso Sexto la ciudad de Toledo, cuyo reino comenzó año de mil y setenta y tres, en el cual floreció don Esteban Illan, de quien descienden los señores del linaje de Toledo, cuya imagen está en la iglesia mayor de la dicha ciudad, porque la libertó de cierto tributo.
Lunes se fundó la orden del glorioso San Benito, que es la más antigua de Europa; la cual floreció en los años del Señor de quinientos, y pasa de mil y ciento y cincuenta que fue instituida.
Lunes se fundó la orden de la Cartuja. Tuvo fundamento año del Señor de mil y ochenta y seis, por el santo varón Bruno, el cual fundó el primer monasterio en Cartusia, de donde tomó renombre la religión.
Lunes se fundó la orden de los Menores, por el glorioso padre San Francisco, y llegó el número de sus religiosos, según Antonio Sabelico, cerca de los años del Señor de mil y quinientos, cuando él lo escribió, a más de sesenta mil frailes.
Lunes, a cinco de Mayo, nació el rey don Felipe, nuestro señor, que esté en el cielo; fue bautizado en San Pablo de Valladolid, por Don Alonso de Fonseca, arzobispo de Toledo.
Lunes, cinco de Abril, día de santo Matías, se coronó en Bolonia el invictísimo Don Carlos por emperador.
Lunes, año de mil y quinientos y treinta y cinco, tomó la ciudad de Túnez de poder de Barbarroja.
Los que nacen en lunes, según curso astronómico, son constantes y nobles, aunque algo perezosos y dormilones, pero ésta no es falta.
Y porque veo en el rostro escrito a Solano que quiere mandarme prosiga con lo que a todos tengo ofrecido, empiezo ansí en la alabanza de este soberano día martes (que algunos tienen por desgraciado):
MARTES
En martes, día tercero / del mundo y semana, ordena / el gran Dios y Señor nuestro / que apareciese la tierra, / a la cual, con su poder / y soberana clemencia, / la mandó que produjese / árboles, plantas y hierbas, / y diese fruto y semillas, / según la naturaleza / que de su divina mano / todas juntas recibieran.
Martes, año del Señor / de quinientos y noventa, / reinando el gran Recaredo, / fue aquesta la vez primera / que se comenzó en España, / por gracia de Dios inmensa,
a predicar y creer su ley divina y perfecta.
También es claro y notorio que los hombres que en las guerras
han valido por sus armas y han hecho algunas proezas,
les decimos que son Martes, porque Marte, es cosa cierta,
fue el primer maestro que hubo de este arte, según cuenta
Diodoro Sículo. En martes
San Agustín también,
(libro cuarto, intitulado Ciudad de Dios); martes era
el día que halló un judío cavando junto a una peña,
dentro de Toledo, un libro el cual de dos mundos cuenta,
desde Adán al Antecristo, y en otro, decían sus letras
que Cristo, hijo de Dios, nacería de doncella,
y en parto y fuera de parto quedaría siempre entera;
y el otro que moriría por la salud universal
de todo el linaje humano. ¡Suma bondad! ¡Gran clemencia!
Martes, a diez de Septiembre de mil quinientos cuarenta
y nueve, la villa de África quedó rendida y sujeta
por los fuertes españoles y su gran valor y fuerzas.
En el año de seiscientos y veinte y seis, en las Huelgas,
que es en la ciudad de Burgos, en martes, que día era
del apóstol Santiago, se coronaron en ellas
el rey don Juan el primero, que ya con los santos reina,
con doña Leonor, su esposa, dignos de memoria eterna,
sin otras cosas que callo por no enfadaros con ellas.
Todos los que en martes nacen se inclinan a cosas buenas,
los unos a religión y los otros a la guerra.
Y ansí me sucedió a mí, que en martes dejé mi tierra
por mi gusto y ser soldado, porque sin él no lo hiciera.
Martes asenté mi plaza de soldado en Castilleja,
y en martes también salí a alojar con la bandera.
Martes me embarqué en Sanlúcar en una urca pequeña,
de edad de catorce años, lleno de una gloria inmensa.
En martes me sobrevino, llegando a vista de tierra,
no muy lejos del Ferrol, una furiosa tormenta:
martes nos echó a la mar más de cuatrocientas leguas,
engolfados y perdidos, sin árbol mayor ni antenas.
Martes al fin tomé puerto en Bretaña, y en la fuerza
que tuvo nombre del Aguila: en martes empecé en ella
a echar tierra, a echar fagina, cargado con parihuelas;
en martes me embarqué en Nantes, por mi ventura, en galera.
En martes se levantó, martes llegó á la Rochela,
en martes quedé cautivo, martes salí de cadena,
martes tuve libertad, martes alcancé licencia
para que viniese a España a hacer ciertas diligencias.
Martes fue el primero día que vi en Sevilla comedias;
martes fui representante y en martes puse una tienda.
Todo aquesto ha sido en martes, y aunque es verdad que lo era,
y muchas de ellas desgracias por alabanzas se cuentan,
que yo por tales las tengo, pues es cierto que por ellas
dejé el mal, conocí el bien, tengo vida, y tengo hacienda.
En martes me enamoré de una mujer muy discreta;
yo la digo que es hermosa y ella dice que es Lucrecia.
En martes la vi y la amé, en martes me quiso ella,
y en martes empezó a ser casta, devota y honesta.
En martes salgo a serviros y en martes mi autor os ruega
que por ser martes le honréis hoy martes en su comedia.
RAMÍREZ.- La loa es buena, y por lo que tratáis en ella de soberbia, yo he leído que Hanon, cartaginés, fue tan soberbio y ambicioso de gloria, que enseñaba a las aves a decir «Hanon es Dios», y para que después lo publicasen las soltaba (según Luis Contareno).
RÍOS.- Al hombre soberbio ni hay señor que le señoree, justicia que le castigue, ley que le sojuzgue, vergüenza que le enfrene ni aun padre que le corrija.
RAMÍREZ.- Decía Filípides el poeta que el consejo y cordura de los padres honrados remedia los desatinos de los hijos soberbios. Pero yo digo que en esto son muchos los que saben aconsejar y pocos los que dan consejo.
ROJAS.- Leí no ha muchos días, cerca de lo que vamos tratando de la soberbia, los sobrenombres que tomaban algunos príncipes antiguos, y dice[n] que Nabucodonosor se llamaba "rey de los reyes", Dionisio "huésped de todos", Ciro "guarda de los dioses" y Atila "el azote de Dios" (que aún no hay en él harto para un hombre que es soberbio). Y porque soberbia y envidia son primas hermanas y andan siempre juntas, oíd la loa que se sigue en alabanza del miércoles que trata de ella:
Considerando la gravedad de las cosas que emprendo, los levantados sujetos a que me arrimo y el poco ingenio que tengo, unas veces me hallo corto y otras, corrido; y en efecto, cuanto más saber procuro, más ignorante me hallo. Trabajo por acertar y siempre yerro; procuro teneros gratos y jamás acierto a serviros. ¿Qué me aprovecha que Platón diga que el hombre que trabaja por no errar, que está cerca de acertar, si cuando yo imagino que acierto, nunca falta un filósofo que censure mi buen deseo y otro que contradiga mis honrados pensamientos? ¡Ricos de los pobres que saben que no saben y pobres de los necios que de saber presumen!, pues la menor parte de lo que éstos ignoran es mayor que todo cuanto alcanzan.
Decía Sócrates que no sabía otra cosa más cierta que saber que no sabía nada. No digo que unos no sepan más que otros pero, sabio, si yo te conozco por sabio y aprendo de tu escuela lo que aprendo, ¿para qué dices que soy un asno si ves que me confieso por tu discípulo?
Peleando Ifícrates, varón insigne ateniense, como valiente capitán, y metiéndose mucho entre los enemigos, dijéronle sus soldados que qué hacía, y él respondió: "Que digáis a los vivos cómo yo muero peleando, que yo diré a los muertos cómo vosotros os vais huyendo". Así podré decir yo ahora: «Decid a los necios que yo muero peleando por saber, que yo diré a los sabios cómo vosotros vais huyendo por no me enseñar, que harto mejor dijera de envidia de verme morir".
Y aunque es verdad que yo no tengo en mí nada que nadie pueda envidiar, lo que unos juzgan a virtud en otros puede ser que cause envidia, por ser éste como es el vicio más antiguo del mundo. Adán y la serpiente, Abel y Caín, Jacob y Esaú, José y sus hermanos, Saul y David, Job y Satán, Arquitofel y Cusi, Amán y Mardoqueo, no se perseguían por las haciendas que tenían, sino por la mucha envidia que en ellos reinaba; porque este maldito veneno no hay pecho donde no quepa ni aun casa donde no viva. El ser un hombre envidiado es de virtud y el envidioso de vicio, […] El envidioso no sólo es malo para sí, pero es malo para cuantos se llegan a él. La hermosura de Absalón, la ligereza de Azael, la fortaleza de Sansón, las riquezas de Creso, la largueza de Alejandro, las fuerzas de Héctor, la fortuna de Julio César, la vida de Augusto, la elocuencia de Homero y la justicia de Trajano: todos estos insignes varones fueron de muchos ensalzados y temidos, y con todo esto no se pudieron escapar de ser envidiados; porque la envidia y su ponzoña entre buenos y malos se derrama, y en efecto, a altos ni a bajos no perdona.
Mucho más tenía que decir; pero callo por cumplir con la obligación que tengo cerca de la alabanza de este soberano día miércoles, y ansí digo:
MIÉRCOLES
Que en miércoles, Dios trino y uno crió el sol, luna y estrellas, para que nos alegrasen y alumbrasen día y noche. Miércoles se fundó la santísima ciudad de Jerusalén, y fue fundador Melquisedec, según Josefo, y Nicolao de Mira, en el capítulo veinte y ocho del Génesis. Y después de éste hubo muchos que la poseyeron: David, Salomón, las doce Tribus, Judas Macabeo; y al fin vino a ser tomada por Vespasiano, después de cuatro años de cerco, en el cual fueron muertos seiscientos mil hombres, según Josefo, testigo de vista, que dice fueron un cuento de muertos y los cautivos noventa y siete mil: y esto no digo que sucedió en miércoles, pero fue a los setenta y tres años del nacimiento de Cristo, y quinientos y noventa y uno que fue segunda vez edificado el templo y mil y ciento y dos años que Salomón le edificó, hasta que fue asolada, según Eusebio.
Miércoles se volvió a edificar, después de esto más de cincuenta años, por el emperador Adriano, y la llamó Aelia Adria; y trescientos años después del nacimiento de Cristo, Elena, madre de Constantino, halló la santa cruz miércoles, y después de ésta, Cosroe y otros muchos, hasta Godofre de Bullón, que la ganó miércoles, y tras de éstos y otros, vino a poder del Saladino, a dos de Octubre del año de mil y ciento y ochenta y siete. Y al fin, por nuestros pecados ha quedado hasta hoy en poder de infieles.
Los que nacen miércoles, según curso astronómico, son industriosos e ingeniosos e inclinados a ir por el mundo.
Miércoles, año de mil y doscientos y cuarenta y ocho, se le entregó Sevilla al rey don Fernando el tercero. Miércoles, día de Santo Matía apóstol, el emperador don Carlos venció la batalla de los franceses en Pavia y prendió al rey Francisco en ella.
Miércoles, a veinte y cuatro de Abril de mil y quinientos y cuarenta y siete, víspera de San Marcos, venció el emperador Don Carlos y prendió al duque Federico de Sajonia, siendo capitán general Don Fernando Álvarez de Toledo, duque de Alba.
SOLANO.- En cada loa tomáis un tema y en ésta fue de la envidia, y por cierto vos habéis dicho muy bien mal de ella, porque si bien se mira, es una peste de las vidas, una ponzoña de las almas, un demonio encubierto, una víbora fea y encorvada, un basilisco con la cara hermosa, una apacible fantasma muy fuerte para los males, muy flaca para los bienes. Y digo sin duda que es el más fiero monstruo del mundo, pues que causa en él tantas disensiones, inficiona tantos cuerpos y corrompe tantas honras. Y sin esto es polilla de nuestras vidas Y aun azote de muchas famas, porque es otra segunda mentira, destruición del Paraíso, arma de los demonios y cabeza de tantos males nuestros.
RÍOS.- Ya estoy con deseo de saber qué es lo que tratáis en la loa del jueves.
ROJAS.- No es menester que lo encarezcáis tanto, que yo voy con mucho deseo de hacer vuestro gusto, y siendo así, digo:
JUEVES
Quiero decir ahora á lo que salgo, probando ser el jueves mejor día que cuantos hasta aquí me habéis oído; y ansí empiezo diciendo en su alabanza:
Jueves crió la Majestad del cielo, nuestro Señor, los peces de las aguas
y produjo las aves de los vientos a las cuales les dio virtud inmensa
para que se ampliasen y creciesen, con su bendición santa y mandamiento.
En jueves, Cristo, redentor del mundo cenó el pascual cordero aqueste día
con sus santos discípulos amados. En jueves también hizo Dios al hombre
instituyendo para el hombre en jueves de la Eucaristía al santo sacramento.
En jueves fue el señor del cielo preso, jueves, por su virtud, subió a los cielos.
Los que nacen en jueves son modestos, sosegados, pacíficos y humildes; en un jueves también, que fue año santo que de mil y quinientos se contaba, nació el emperador Carlos quinto,
En jueves se casó el rey don Felipe, que yace con los santos en el cielo,
en la insigne ciudad de Salamanca, con la señora infanta, que Dios haya,
doña María; nació también en jueves el infante don Carlos, en la villa
que el rey hizo ciudad y àhora es corte. También en jueves y en Guadalajara
celebraron las bodas de Felipe e Isabel de la Paz, reyes católicos.
Hanse ganado en jueves mil victorias, hanse dado coronas y laureles,
ha habido en jueves muchos regocijos de justas, de sortija, de torneos.
Estrenamos hoy jueves, finalmente, una comedia mía, ruego al cielo
que Dios la saque al puerto con bonanza, del alterado mar de vuestros gustos, para que puesta en tierra en salvamento, a serviros me anime con la vida, que a vuestra voluntad está ofrecida, y yo pueda decir a cuantos veo
que igualaron las obras al deseo.
RAMÍREZ.- Nosotros llegaremos mañana temprano (siendo Dios servido) a uno de los mejores lugares que hay en Castilla, que bien puedo decirlo que es cabeza de todo el reino.
ROJAS.- Muchas grandezas y antigüedades he oído decir de esta ciudad de Burgos.
RAMÍREZ.- Lo que yo he leído de ella y puedo deciros es que antiguamente se llamó Auca, y algo corrompido el vocablo, los montes de Oca; y también Plinio la llamó Ceuca, y después Masburgi, y alterado este nombre se vino a llamar Burgos, cuya iglesia catedral es muy rica, y tiene muchas reliquias de cuerpos de santos, y entre ellos el de Santa Centolla, virgen y mártir, y una capilla muy grande y suntuosa del condestable de Castilla. Pero porque con esto no se olvide esotro, oigamos la loa del viernes.
ROJAS.- No tengo que replicar, pues soy mandado, y veo que os doy en eso gusto; dice ansí:
VIERNES
En este venturoso y santo día, crió nuestro señor los animales
Viernes crió la Majestad del cielo / nuestros primeros padres, y criólos
a imagen suya y propia semejanza,
También a veinte y cinco días de Marzo del año de tres mil y novecientos
y cincuenta y nueve años, que fue viernes, después de la creación de aqueste mundo, el verdadero Dios y Señor nuestro encarnó en las entrañas virginales
de la humilde y purísima María. Viernes, a veinte y cuatro días de Junio,
nació el divino precursor Bautista. Viernes también, a veinte días de Marzo,
resucitó el verdadero Cristo a Lázaro, de cuatro días muerto.
Los que nacen en viernes son dichosos, nobles de condición, ingeniosísimos,son callados y viven largo tiempo.
Ganó en viernes a Orán, a seis de Mayo, fray Francisco Jiménez, que Dios haya.
Los Católicos Reyes cristianísimos, ganaron a Granada también viernes.
Viernes se convirtieron en Toledo noventa mil judíos, y uno entre ellos,
y aqueste fue San Julián Pomerio. En viernes, el noveno rey Alfonso
venció también las Navas de Tolosa.
Viernes, al fin, hacemos nuestra farsa,
y pues en viernes nos hacéis mercedes de venirnos a oír, y de este día
hay tantas excelencias, como he dicho, que premian buenos y castigan malos,
y son las voluntades suplefaltas de los hombres que tienen pocas fuerzas, las nuestras perdonad, pues cierto creo que no las puede haber en el deseo.
RAMÍREZ.- Dijistes en la loa, cómo se ha de buscar la mujer y lo que ha de hacer para tener contento a su marido, y no os acordástes lo que ha de hacer el marido para no dar disgusto a su mujer.
ROJAS.- Ya dije atrás que muy temprano lloran los que desde poca edad se casan, y de aquí nacen cada día entre los casados mil disgustos. Porque, como no tienen edad ni experiencia, cásanse al primero día, y los hombres que saben poco no hay cosa que les enfade más presto que ver a una mujer siempre a su lado, y esto nace de lo que tengo dicho. Y ansí ordenó Solón a los atenienses que no se casase ninguno hasta edad de veinte y cinco años; Licurgo a los lacedemones, hasta los treinta, y Promoteo a los egipcios, hasta los treinta y cuatro, y si alguno se casase, castigasen al padre y desheredasen al hijo.
[...]
Dice el divino Platón en su Timeo, que tanta necesidad tienen los ricos de consejo como los ingratos de castigo. Cornelia, mujer de Sempronio Graco, también, escribiendo a sus hijos, dice estas memorables palabras: "Por lo mucho que os quiero, ¡oh, hijos míos!, deseo que aprendáis a ser bien criados, y procuréis de ser agradecidos, pues no tengo otra hacienda que dejaros". Por cierto, razones fueron éstas bien dignas de ser notadas, y aun de quedar en las memorias de los hombres eternas.
Y ansí digo que, vicio por vicio, traición por traición, maldad por maldad y malo por malo, no hay en el mundo hombre tan malo como el hombre desagradecido. Porque ni el pecado de Judas, la crueldad de Caín, la idolatría de Salomón, el adulterio de David, la soberbia de Lucifer, ni las culpas de todos cuantos hay en el infierno, no son tan grandes como las de una persona ingrata a Dios, porque por ley no había de vivir el que no sabe agradecer.
Pregunta Séneca que por qué las leyes no señalan castigo a la ingratitud como a los demás vicios, pues en ninguna se halla castigo señalado para ella, y responde que como es un vicio tan abominable, tuvieron por imposible que hubiese hombre que le cometiese, y ansí no le señalaron, y si acaso algún hombre le cometiese, les pareció se reservase su castigo a los dioses, pues sabrían ponderar la culpa, a lo cual no se atrevieron los legisladores, porque por ley no había de vivir el que no sabe agradecer.
Dice Sócrates que los desagradecidos son bobos, y los bobos, por la mayor parte viven sanos, y digo según esto, que en el sabio es muy mal empleada la muerte, y en el ingrato es muy peor empleada la vida. El vicio más antiguo en el mundo es la invidia (como tengo dicho antes de ahora). Pero digo que más mal hace un ingrato que un invidioso, porque ya sabemos que donde no hay sujeción no hay rey; donde no hay rey, no hay ley; donde no hay ley, no hay justicia; donde no hay justicia, no hay paz; donde no hay paz, hay guerra, y donde hay guerra, no puede durar la República; pero donde hay ingratitud, no puede haber obra buena, porque más muerta está el alma ingrata y sin gracia, que lo suele estar un cuerpo sin alma. Dice Séneca que mayor gloria mereció Cicerón por desterrar los vicios de los ingratos de Roma, que Scipión por vencer los cartagineses en África.
Mucho pudiera decir, si el alabanza de este soberano día sábado no me obligara a callar; pero pues salgo a esto, y es éste mi intento, digo:
SÁBADO
Que sábado, séptimo día del mundo, y el último de la semana, se llama sabbatum, que en hebreo significa "holganza" o "reposo", porque en tal día reposó en el sepulcro el cuerpo sacrosanto de nuestro Maestro y Redentor Jesucristo, cesando los dolores y tormentos.
En sábado, a seis de Enero, obró Cristo aquel famoso y primero milagro, que fue convertir el agua en vino en Caná de Galilea, teniendo Cristo treinta y un años.
En sábado murió nuestra Señora, Madre de Dios, de edad de sesenta años menos veinte y tres días, según lo escribió Nicéforo Calixto, el cual dice que vivió la dicha Señora once años después de la muerte de su precioso Hijo, Dios y hombre verdadero.
En sábado era la fiesta entre los judíos (Luc., c. 19), y ansí como la Iglesia nombra a los días de la semana domingo "primera feria", y al lunes "segunda feria", etc., los judíos decían al domingo prima sabbathi, al lunes segunda sabbathi, porque sabbathum (según Silvestro, sabe, que es dicción hebraica, o de saba, que es vocablo siriaco, que en latín decimos septum), diremos que sabbathum se llama cualquiera día de la semana o toda entera.
Los que nacen en sábado, según curso astronómico, son fuertes y principales.
Y concluyo con decir que en sábado lavan las mujeres las tocas, arriman las almohadillas, almidonan las gorgueras, enrúbianse los cabellos, pónense las pasas, quítanse las mudas, sahúmanse las camisas y lávanse las piernas.
RÍOS.- Las loas de la semana son tan buenas y ejemplares, que echo de ver según me han parecido, y lo mucho que tienen bueno, el trabajo que os deben de haber costado.
ROJAS.- Algunos libros he revuelto para hacerlas.
SOLANO.- No es de pequeña alabanza saber un hombre aprovecharse bien de lo que hurta, y que venga a propósito de lo que trata.
ROJAS.- ¿Qué hombre hay en el mundo que no hurte y se aproveche de algo ajeno? Porque todo lo más que hoy se escribe (si bien se mira) está ya dicho; pero el buen estilo con que se dice es justo que se celebre. Y a este propósito os diré una loa en alabanza de los ladrones, que os ha de parecer buena.
RAMÍREZ.- Para nosotros será de mucho gusto oírla.
[ROJAS].-
Viniendo ayer por la tarde a la comedia un mancebo,
de aquestos de mangas anchas, calzón justo y tieso cuello,
llegó y me dijo: « ¡Oh mi rey! Señor Rojas, ¿qué hay de nuevo?
Y tras esto, poco a poco se llegó, y dándome un tiento,
con dos dedos me sacó de la faltriquera un lienzo.
Y con muchas reverencias, mucho sombrero hasta el suelo,
y francesas cortesías, se fue muy grave y severo.
Fui en casa de una mujer, y admirada del suceso,
parecióle tan honrado de aqueste ladrón el término,
que me mandó que callase, y no sólo mandó aquesto,
pero que si era posible, compusiese algunos versos
en alabanza de un hombre, aunque ladrón, tan discreto.
A la guerra va el soldado por hurtar, y por aquesto
viene a alcanzar mil renombres, triunfos, coronas, trofeos,
a desposeer tiranos, a ganar remotos reinos.
Y entre amigos y enemigos, de hurtarse los pensamientos,
vemos resultar por horas muchos y buenos efectos.
Si no, mirad los poetas que por puntos hacen esto,
hurtándose aquél al otro las sentencias, los conceptos.
El atributo mayor y lauro de Ulises griego,
fue de hurtale a los troyanos aquella imagen del templo.
Si Eneas no hurtara el ramo, jamás bajara al infierno,
ni estuviera con el alma de su padre Anquises muerto.
Si aquellas manzanas de oro, no hurtara Alcides del huerto
de Atlante, careciera del triunfo mayor del suelo.
De su oficina a los dioses también hurtó Promoteo
hasta el fuego celestial (temerario atrevimiento).
Mercurio, con la cautela del hurtar, astuto y diestro,
engañó a Argos, y cumple de Júpiter el deseo.
Por hurtar a las sabinas los romanos, adquirieron
generación, potestad, victoria y tan grande imperio.
Hurtó a Ipodamia Peritoo, y celebró el casamiento,
Paris a Elena, mujer del rey Menelao el griego.
Ulises tiene por gloria de que le digan que es deudo
de Sisifo, un gran ladrón y respetado en su tiempo.
Por los excelentes hurtos que Anteón hizo en sus reinos,
alcanzó grandes riquezas, adquiriendo nombre eterno.
El rey Gerión hurtó, y Ulises, que del rey Reso
también robó los caballos, gloria del greciano pueblo.
También hurtó a Ganimedes, que aun los dioses se honran de esto.
Deyanira, mujer de Hércules, la robó el sátiro Neso.
Plutón robó a Proserpina, el dios Marte robó a Venus.
[...]
Digan todos la verdad, ya que no a mí, allá en sus pechos:
¿hay entre todos alguno que no haya hurtado, en efecto,
cuando no actualmente, no ha hurtado con el deseo?
Por vida de quien soy yo, que todos los que aquí veo
han hurtado y son ladrones con obras o pensamientos.
Hasta los nombres de Hurtados y Ladrones conocemos
ser un ilustre linaje en España y otros reinos.
Hay algunos ignorantes que me dicen que es muy bueno
el oficio de ladrón, pero que se acaba presto.
¡Ven acá, bárbaro! dime: ¿hay oficio en todo el suelo,
que dure más que la vida? ¡Pues el ladrón es lo mismo!
Que dura hasta que le ahorcan, esto es llano y verdadero.
SOLANO.- Basta; que todas las que habéis dicho en este viaje han sido de alabanzas, y pues se trata de esto, os quiero decir de un monasterio que tiene Burgos, que es muy digno de ella, el cual fundó el rey don Alonso octavo de Castilla. Está fuera de la ciudad, es de monjas y se llama las Huelgas, cuya abadesa tiene debajo de su dominio más de ciento y cincuenta hijas de señores muy principales, y ha habido monjas en él tres infantas doncellas, hijas de grandes reyes de Castilla, las cuales, aunque las traían casamientos para ser reinas, no quisieron serlo. Este monasterio tiene debajo de su jurisdicción otros diez y siete monasterios y trece villas y más de otros cincuenta lugares, y provee doce encomiendas y muchas capellanías, y otros oficios de justicias y regimientos.
ROJAS.- Por cierto que es notable grandeza, y tanto que parece increíble, y pues llegamos hoy a Burgos temprano, con facilidad podremos ir a verlo.
Monasterio de las Huelgas. Burgos.
Monasterio de las Huelgas. Burgos.
SOLANO.- Eso y todo lo demás veremos despacio, que hay mucho que ver en esta ciudad.
[...]
ROJAS.- Bésoos las manos por la merced que recibo, que eso y más se debe a mi buen deseo. Y atrevido ansí a lo uno como a lo otro, llegaremos a Burgos con una loa que quiero deciros de las cuatro edades.
RÍOS.- Mucha merced será que todos recibiremos.
ROJAS.- Ansí dice:
[...]
Errar los hombres, no es mucho, que allá dice Marco Aurelio
que quien errare como hombre, remedie como discreto.
Si erráremos como tales, desculpadnos como vuestros,
perdonando como nobles, callando como discretos,
recibiendo voluntades y admitiendo los deseos,
que se humillan a serviros, a pesar de muerte y tiempo.
RAMÍREZ.- Ésta, y todas las demás que hemos oído, son muy buenas, de grandísimo entretenimiento y muy peregrinas; y he dicho esto de todas, porque a Rojas es a quien ha tocado el decirlas, y a nosotros el alabarlas.
ROJAS.- Sí, porque la alabanza en mi boca no fuera cordura, fuera de que no son dignas de ella; pero con todo eso, os suplicaré recibáis la voluntad de serviros y el deseo de entreteneros, que bien sabe Dios que el habéroslas dicho, no ha sido por hacer alarde de mi ingenio ni vanagloria mía para que me estiméis en algo, sino la mayor humildad que se ha conocido de hombre en el mundo, pues tengo tantas causas para serlo, ser los viajes que hemos traído tan largos y procurar traeros entretenidos, aunque harto temeroso de enfadaros.
RÍOS.- Si de lo que habéis dicho no se tuviera conocido todo eso, y para nosotros el oíros no fuera de tanto gusto, bastaba vuestro buen celo para que, cuando ello hubiera sido muy malo, quedara disculpado vuestro yerro.
FIN DEL VIAJE ENTRETENIDO DE AGUSTÍN DE ROJAS
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