domingo, 24 de diciembre de 2023

SANTA OLGA DE KIEV

SANTA OLGA DE KIEV


Olga de Kiev

Tras la muerte de Ígor, gobernó la Rus de Kiev como regente (945-969) de su hijo, Sviatoslav I de Kiev. Fue la primera soberana de los eslavos que se convirtió al cristianismo, en 945 o en 957. Las ceremonias para su recepción formal en Constantinopla aparecen descritas minuciosamente por el emperador Constantino VII en su obra De Ceremoniis. Tras su bautismo, tomó el nombre cristiano de Yelena, en honor de la emperatriz reinante, Elena Lecapena.

Olga fue la primera persona del pueblo rus proclamada Santa, gracias a sus esfuerzos por la propagación del cristianismo en su país. No logró, sin embargo, convertir a su hijo Sviatoslav I de Kiev, por lo que la tarea de hacer del cristianismo la religión de estado. la cumpliría su nieto y pupilo San Vladimiro I de Kiev.

Olga de Kiev, también conocida como Helga, nació alrededor del año 890-925, la fecha exacta de su nacimiento es incierta, debido a las diferencias de edad que exponen los textos sobre ella en momentos como su matrimonio, el nacimiento de su hijo Sviatolav o el momento de su muerte. La Crónica Primaria sugiere que era de origen varego (vikingo), y que habría nacido en Pleskov, hoy Pskov, Rusia. Poco se sabe sobre su vida antes de su matrimonio con el Príncipe Igor I de Kiev y el nacimiento de su hijo, Sviatoslav. Según Alexey Karpov, un especialista en la historia de la Rusia antigua, Olga tenía alrededor de 15 años en el momento de su matrimonio con Igor, hijo y heredero de Riúrik, fundador de la dinastía Rúrika. Después de la muerte de su padre, Igor estuvo bajo la tutela de Oleg, quien consolidó el poder en la región, conquistando tribus vecinas y estableciendo la capital en Kiev. 

La princesa Olga fue la esposa del monarca Ígor de Kiev, quien fue asesinado por los drevlianos. Al morir Ígor, su hijo Sviatoslav tenía tres años, haciendo a Olga la regente del Rus de Kiev hasta que el niño alcanzara la mayoría de edad. Los drevlianos querían que Olga contrajera matrimonio con el príncipe Mal, haciéndolo así el soberano de la Rus de Kiev, pero Olga estaba determinada a mantenerse en el poder y preservarlo para su hijo.
Como consecuencia de la muerte de Igor, Olga tuvo que asumir el trono porque su hijo Sviatoslav, de tres años, no tenía la capacidad de gobernar. Los drevlianos, aprovechando el hueco que dejó Igor, enviaron un mensajero a Olga proponiéndole que se casara con el príncipe Mal a través de veinte negociadores con el deber de presionar a Olga para que accediera. Olga respondió al mensaje con uno suyo:

Tu propuesta me agrada, en efecto, mi marido no puede resucitar de entre los muertos. Pero deseo honrarte mañana en presencia de mi pueblo. Vuelve ahora a tu barco, y permanece allí con un aspecto de arrogancia. Al día siguiente enviaré a buscaros, y diréis: «No montaremos a caballo ni iremos a pie, llevadnos en nuestra barca. Y seréis llevados en vuestra barca»

Los embajadores regresaron al día siguiente y repitieron las palabras que ella les había dicho que dijeran. El pueblo respondió y los llevó en su barca a la corte, donde los dejaron caer en una zanja que había sido cavado el día anterior, barca incluida. Olga ordenó que los negociadores fueran enterrados vivos.

La regente, no del todo satisfecha, envió varios mensajes con el fin de que el príncipe Mal enviara a sus hombres más distinguidos a Kiev; supuestamente para que pudiera ir a su príncipe con el debido honor. Los drevlianos no sabían lo que Olga había hecho al último grupo de negociantes, así que reunieron a sus mejores hombres. Cuando llegaron a Kiev, fueron invitados a lavarse en una casa de baños antes de conocer a la princesa. Aceptaron y Olga la hizo incendiar desde las puertas, de modo que todos los que estaban dentro murieron abrasados.
Olga envió otro mensaje a los drevlianos: «Estoy ahora viniendo a vosotros, así que prepara grandes cantidades de hidromiel en la ciudad donde mataste a mi esposo, para que yo llore sobre su tumba y celebre un banquete fúnebre por él.» Y así hizo, los drevlianos uniéndose a Olga y súbditos y bebiendo copiosa cantidad de alcohol. Cuando terminaron ebrios y con autodefensa frágil, ella ordenó a sus seguidores que los mataran, Según la Crónica Primaria, esa noche murieron cinco mil drevlianos.

Olga volvió a Kiev a reagrupar y se dirigió con su ejército a Iskorosten, matando al resto de los drevlianos y al príncipe en su ida. La sitió con su hijo Sviatoslav por un año sin éxito; hasta que a Olga se le ocurrió una idea. Envió un mensaje a los drevlianos, diciendo: «¿Por qué persistís? Todas vuestras ciudades se han rendido ante mí y se han sometido al tributo, de modo que los habitantes cultivan ahora sus campos y sus tierras en paz. Pero vosotros preferís marearos de hambre, sin someteros al tributo». 
Los drevlianos aceptaron a someterse al tributo mientras que hubiera paz. Olga aceptó, proclamando que el asesinato de los mensajeros y los individuos en la fiesta habían, desde su punto de vista, vengado a su marido; que ella solo quería, como símbolo de paz, tres gorriones y tres palomas de cada casa. Esto era mentira, obviamente. Olga pidió los pájaros para que su ejército les atara un trozo de tela con azufre a las patas y así, prender fuego a la tela y liberarlos con la intención de quemar Iskorosten entera. Los pájaros volvieron a sus nidos dentro de la ciudad y, como cuenta la Crónica de Netsor, «No hubo casa que no estuviera consumida por el fuego, y era imposible extinguir las llamas, porque todas las casas se incendiaron a la vez»
La gente que intentó huir de la ciudad fue atrapada, esclavizada y, a veces, muerta. Sesenta de los que lograron escapar del incendio fueron proclamados libres de futuras consecuencias a cambio de un tributo difícil de pagar.


Conversión al cristianismo
En la década de 950, Olga viajó a Constantinopla, la capital del Imperio Bizantino, para visitar al Emperador Constantino VII. Una vez en Constantinopla, Olga se convirtió al cristianismo con la ayuda del Emperador y el Patriarca. Aunque la Crónica Primaria no revela los motivos de Olga para su visita o conversión, detalla extensamente el proceso de conversión, en el que fue bautizada e instruida en las formas del cristianismo:
El Emperador reinante, Constantino, era hijo de León. Olga se presentó ante él, y al ver que era muy hermosa y sabia, el Emperador se maravilló de su intelecto. Conversó con ella y comentó que era digna de reinar con él en su ciudad. Cuando Olga escuchó sus palabras, respondió que todavía era pagana, y que si él deseaba bautizarla, debería hacerlo él mismo; de lo contrario, no estaba dispuesta a aceptarlo. 
El Emperador, con la ayuda del Patriarca, la bautizó en consecuencia. Cuando Olga fue iluminada, se regocijó en alma y cuerpo. El Patriarca, que la instruyó en la fe, le dijo: "Bendita seas entre las mujeres de Rus', pues has amado la luz y abandonado la oscuridad. Los hijos de Rus' te bendecirán hasta la última generación de tus descendientes". Le enseñó la doctrina de la iglesia, y la instruyó en la oración y el ayuno, en la limosna y en el mantenimiento de la castidad. Ella inclinó su cabeza, y como una esponja absorbiendo agua, bebió ávidamente sus enseñanzas. La Princesa se inclinó ante el Patriarca, diciendo: "¡Por tus oraciones, Santo Padre, que pueda ser preservada de los artificios y asaltos del diablo!" En su bautismo, fue llamada Helena, en honor a la antigua emperatriz, madre de Constantino el Grande. El Patriarca entonces la bendijo y la despidió.
Mientras la Crónica Primaria señala que Olga fue bautizada con el nombre de "Helena" en honor a la antigua Santa Helena, madre de Constantino el Grande, Jonathan Shepard sostiene que el nombre bautismal de Olga proviene de la esposa contemporánea del emperador, Helena. 
La observación de que Olga era "digna de reinar con él en su ciudad" sugiere que el emperador tenía interés en casarse con ella. Aunque la Crónica explica que el deseo de Constantino de tomar a Olga como su esposa se debía a que ella era "hermosa de rostro y sabia", pero casarse con Olga ciertamente podría haberle ayudado a ganar poder sobre Rus'. 
La Crónica relata que Olga pidió al emperador que la bautizara sabiendo que su patrocinio bautismal, según las reglas de parentesco espiritual, haría que el matrimonio entre ellos fuera una especie de incesto espiritual. Aunque su deseo de convertirse al cristianismo pudo haber sido genuino, esta solicitud también fue una forma de mantener su independencia política. Aunque Olga no fue la primera persona de la corte de la Rus de Kiev en convertirse al cristianismo, si fue la más poderosa en haberlo hecho hasta entonces.


Olga de Kiev es venerada como santa en la Iglesia Ortodoxa, con el título de "Igual a los Apóstoles" -Equiapostólica-; también está presente como santa católica en el martirologio romano, (¿?) se sabe que en esta rama del cristianismo fue canonizada antes de la constitución de la Congregación para las Causas de los Santos, y que su culto fue aprobado por el Obispo de Roma. 
Su canonización, aunque la fecha exacta es desconocida, posiblemente ocurrió alrededor de 1284. Olga es considerada la primera gobernante de la Rus de Kiev en convertirse al cristianismo y desempeñó un papel crucial en el inicio del proceso de cristianización en la región. Su día de fiesta se celebra el 11 de julio en el calendario juliano, que corresponde al 24 de julio en el calendario gregoriano.
¿Una versión?
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¿Otra versión?
En el año 862, los eslavos de Novgorod llamaron a Riurik para que los gobernara. Dos de sus compañeros Ascold y Dir, buscando fortuna se fueron de Novgorod al sur del país. A orillas del río Dnieper vieron la ciudad de Kiev y la conquistaron. Desde aquí, en el año 866, realizaron una incursión a Constantinopla. El emperador Miguel III y el patriarca Fotios elevaron sus oraciones a Dios, y, después del oficio de Vísperas realizado en el templo de Vlajern, salieron en procesión a las orillas del Bósforo. Durante la procesión sumergieron el vestido de la Virgen en las aguas del golfo. El mar, hasta ese momento tranquilo, repentinamente se agitó y destruyó las naves de los rusos. Muchos de ellos perecieron. Los que pudieron volver a casa lo hicieron quedando muy impresionados por la ira de Dios quien los castigó de esta manera. (Este acontecimiento posteriormente originó la festividad del Manto de la Madre de Dios.).

Al poco tiempo, llegó de Grecia a Kiev un obispo quien comenzó a predicar a los rusos al Señor Salvador y a hablar de los milagros de Dios relatados en el Antiguo y Nuevo Testamento. Los rusos, al oírlo decir que los 3 niños no se quemaron en el horno de Babilonia (Daniel cap. 3) interrumpieron al predicador y dijeron: "Si no vemos algo parecido, no creeremos en tu historia." El obispo, después de rezar a Dios, se atrevió a poner el Evangelio en el fuego. El Evangelio permaneció intacto, hasta las cintas que marcaban las hojas preparadas para la lectura, no se quemaron. Debido al impacto de este milagro, muchos de ellos se bautizaron.

Posteriormente sobre la tumba de uno de estos cristianos fue erigida la iglesia San Nicolás Milagroso.
Después de Riurik, su pariente Oleg gobernó el país. Oleg conquistó Kiev y realizó una campaña bastante exitosa contra Constantinopla (906) concertando un tratado muy ventajoso para Rusia, un contrato comercial con los griegos. 
El hijo de Riurik, Igor en el año 945, después de otra guerra, nuevamente concertó un tratado comercial en Constantinopla. Al relatar este hecho, el cronista recuerda que la guardia del príncipe juró en Kiev la observancia de este tratado: los paganos delante del ídolo Perún, y los cristianos, en la catedral de San Ilías. Esto indica que, en Kiev, durante el gobierno de Igor hasta en su guardia había cristianos. 
La esposa de Igor, la princesa Olga se destacaba por su belleza, su castidad y su mente clara. Al enviudar, debido a la corta edad de su hijo Sviatoslav, gobernó la tierra rusa. Cuenta la crónica que para los enemigos de su patria era temible y terrible. El pueblo la amaba y la estimaba como a su propia madre por su misericordia, su sabiduría y su sentido de justicia. Santa Olga a nadie ofendía, juzgaba con la verdad, imponía los castigos con clemencia, amaba a los indigentes, a los ancianos y a los lisiados. Escuchaba, pacientemente toda petición que se le dirigía y complacía, gustosamente, las peticiones justas.
Cuando Sviatoslav se hizo hombre, la princesa Olga pudo dedicarse mas a las obras de caridad. Predispuesta hacia el cristianismo por sus pláticas con los sacerdotes de Kiev, conoció la superioridad de la santa fe sobre el paganismo y resolvió, en el año 957, bautizarse. La antigua historia cuenta que para ello viajó a Constantinopla y que el sacramento lo realizó el patriarca Poliecto, dándosele el nombre de Elena. El emperador Constantino fue su padrino. Una vez cristiana, Santa Olga trató de convencer a su hijo a hacerse cristiano, pero el guerrero Sviatoslav, no cedió a sus persuasiones. "La guardia se reirá de mi" - decía él, sin embargo, no prohibía a sus súbditos a bautizarse. De regreso a su patria, Santa Olga se dedicó plenamente a la devoción cristiana y a la difusión de la fe de Cristo entre sus súbditos.
Según la crónica del antiguo escritor, Santa Olga, "al conocer al verdadero Dios, Creador del cielo y de la tierra, y al recibir al bautismo, destruyó los lugares demoníacos (los ídolos de los templos paganos) y comenzó a vivir según los preceptos de Jesucristo, amando a Dios con todo su corazón, con toda su alma; siguió a nuestro Señor Dios en todas sus obras bondadosas - vistiendo a los desnudos, saciando a los sedientos y calmando a los peregrinos, a los indigentes, a las viudas y a los huérfanos, compadeciéndose de todos y entregando a todos lo que les era necesario, con serenidad y con el amor en su corazón."
Santa Olga falleció en el año 969. Su cuerpo fue encontrado imperecedero durante el gobierno de Vladimiro quien depositó sus reliquias en la iglesia de Desiatina en Kiev. En Rusia esta fue la primera ocasión de apertura de las reliquias. Posteriormente, Dios mediante los milagros glorificó las reliquias de la princesa Olga que fue canonizada.
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Santa Olga
Santa y regente rusa
También conocida como: Santa Helga

Santa Olga. Nacida y fallecida entre c. 890 y 969, en Kiev; fue Princesa y primera mujer gobernante registrada de la Rus y primer miembro de la familia gobernante de la Rus de Kiev que adoptó el cristianismo. Fue canonizada como la primera santa de Kiev de la Iglesia Ortodoxa y es patrona de viudas y conversos.
Olga era viuda de Igor I, príncipe de Kiev, que fue asesinado en 945 por sus súbditos cuando intentaba extorsionarlos con un tributo excesivo. Debido a que el hijo de Igor Sviatoslav, era todavía menor de edad, Olga se convirtió en regente del gran principado de Kiev de 945 a 964.

Pronto hizo que los asesinos de Igor murieran escaldados y que cientos de miembros de su tribu eslava fueran asesinados

Probablemente fue bautizada alrededor del año 957 en Constantinopla -ahora Estambul-, entonces el patriarcado más poderoso. Sus esfuerzos por llevar el cristianismo a Kiev fueron resistidos por su hijo, pero continuaron por su nieto, el gran príncipe San Vladímir -fallecido en 1015-; juntos marcan la transición entre el paganismo y el cristianismo en la Rus de Kiev.
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En la primavera de 972, cuando su hijo Sviatoslav volvía a la Rus de Kiev con un pequeño séquito, fue emboscado y asesinado por los pechenegos, un pueblo túrquico, cerca de las cataratas del río Dniéper.
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Santa Olga de Kiev

Sta. Sofía

Monasterio de Vydubytsky., Kiev
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