LA RAZÓN DE LA SINRAZÓN...
de tal manera mi razón enflaquece, ...
Cervantes: El Ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha, Cap. I.
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Víctima de sus exagerados escrúpulos y de su enfermiza imaginación, Tasso se internó en los caminos de la locura, alimentando sin descanso sus obsesiones sobre el pecado. Su figura impresionó profundamente a artistas; filósofos, poetas, pintores y compositores, aunque resulta imposible discernir, si lo que más admiraron, era su obra, o el fatídico destino al que le llevaron sus terrores, como fondo creador. La atormentada y triste vida de este gran escritor, llegó a importar tanto a los autores románticos, que inspiró obras de extraordinaria e indiscutible calidad, entre los cuales, podemos citar a algunos, como Lope de Vega, Goethe y Byron, en la literatura; Poussin, Van Dyck, Tiepolo y Delacroix, en la pintura, y Monteverdi, Lully, Händel, Liszt, Gluck, Haydn, Rossini o Dvorak, en la composición musical.
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De acuerdo con lo escrito en uno de sus Ensayos, parece muy probable, que Michel Eyquem de Montaigne (1533-1592), el sobrio filósofo del siglo XVI, visitara a Tasso cuando ya se encontraba internado en un asilo cerca de Ferrara, en 1581; el pintor Fleury-François Richard, se inspiró, precisamente, en las declaraciones de Montaigne al respecto, para realizar una excelente pintura.
Apenas medio siglo de existencia, es un período sorprendentemente breve en cuanto al desarrollo de una increíble capacidad de creación literaria, pero, del que, como decimos, sorprende más, quizás, la impronta que dejó tras de sí, no solo en la historia literaria, sino en las artes, hasta el punto de que tantos autores se ocuparon de su persona, convirtiéndose en ocasiones, la obra por ellos creada, en una auténtica biografía del escritor de la cervantina “sinrazón”, cuya vida, al parecer, estuvo más sembrada de sufrimientos y terrores, que de alegrías, pues ni aun llegó a sentirse satisfecho, con su obra maestra.
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Torquato Tasso procedía de una noble familia originaria de Bérgamo. Su padre era el poeta cortesano Bernardo Tasso, por entonces al servicio del príncipe de Salerno, y su madre, Porzia dei Rossi. Sus primeros años los pasó en Nápoles, donde estudió con los jesuitas. A los diez años, en 1554, siguió a su padre a Roma. Su madre, que había permanecido en Nápoles, murió dos años después, en febrero de 1556. En septiembre de ese mismo año, Bernardo Tasso pasó al servicio de Guidobaldo II, duque de Urbino, y envió a su hijo a Bérgamo, pero a los pocos meses, el futuro poeta se reunió con su padre en Urbino, para pasar después a Pésaro, donde completó su formación, siendo compañero de estudios del hijo del duque.
A principios de 1559, volvió a reunirse con su padre en Venecia y en 1560 se instaló en Padua, para estudiar Filosofía y Retórica, y allí compuso su obra Rinaldo (1562), un poema caballeresco en octavas.
De acuerdo con la Jerusalén liberada, de Tasso. Rinaldo es un guerrero de la Cruzada, que estaba descansando tras la batalla, cuando lo vio la hechicera Armida, que, tomándolo por enemigo, se propone matarlo, pero se enamora de él y lo lleva consigo a una isla encantada. Dos guerreros son enviados a buscar a Rinaldo, y en un espejo le hacen ver su injusta ociosidad, por lo que, finalmente, vuelve con los suyos.
Tiépolo había tratado temas de la Jerusalén liberada en un ciclo de frescos pintados en la Sala de Tasso de la Villa Valmerana, cerca de Vicenza. En esta obra, Armida retiene al soldado con su brazo sosteniendo una guirnalda. A los pies de Armida, Cupido representa la pasión amorosa, mientras ella sostiene el espejo, que refleja su belleza. Las figuras se enmarcan sobre una arquitectura antigua, y una verja, tras la cual vemos a dos guerreros que formarán parte de la historia.
Todo en el cuadro sugiere el ambiente mágico de una isla encantada: el rico colorido, la sensual Armida, Rinaldo en una pose de abandono, la columna hermética del sátiro y el guacamayo, así como el paisaje que se ve detrás y el cielo azul con irisaciones rosáceas.
Por las mismas fechas, Tasso terminaba el primer borrador de la Jerusalén liberada.
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Después continuó estudios en Bolonia, aunque quedaron interrumpidos al ser expulsado por escribir algunos poemas de carácter satírico, y tuvo que volver a Padua, donde, además de estudiar, se integró en la Academia degli Eterei / Academia de los Etéreos, bajo el sobrenombre de Pentito / Arrepentido, y fue allí donde compuso algunos de sus primeros poemas de carácter lírico, dedicados a su amada Lucrezia Bendiddio, y a la compositora y cantante Laura Peverara.
Al finalizar los estudios, en 1565, en Ferrara, entró al servicio del cardenal Luis de Este, hermano de Alfonso II, duque de Ferrara, a quien pasó a servir a partir de 1572. En la corte de Ferrara, el poeta gozó de una gran independencia económica e intelectual que le permitió centrarse en su poema mayor y, al mismo tiempo, establecer relaciones sentimentales con las dos hijas del duque, Leonor y Lucrecia. La leyenda asegura que la enfermiza y melancólica Leonor de Este, lo fue por su gran amor al poeta y que todos sus problemas posteriores fueron provocados por el duque para castigarla por ello.
En septiembre de 1569 murió su padre.
En 1571 realizó un breve viaje a Francia, acompañando al cardenal. La estancia allí no le fue grata, pues parece ser que se produjo un incidente con el rey Carlos IX, al que Tasso echaría en cara, muy inoportunamente, su tolerancia con los hugonotes, por lo que se volvió a Italia, si bien, durante aquella estancia en Francia, conoció al poeta Pierre de Ronsard, como afirma él mismo, en su diálogo Cattaneo.
Después de breves estancias en Roma y Pesaro, Tasso volvió a Ferrara, y en 1572, pasó, al servicio del duque, Alfonso II, con el título de gentiluomo / gentilhombre, y, a partir de 1576, como historiador de la corte.
En 1573, en la corte de Ferrara, hizo representar su fábula pastoril, Amintas, con gran éxito.
En abril de 1575 terminó su poema, Jerusalén liberada, en el que llevaba trabajando unos quince años, pero no lo hizo imprimir, limitándose a leerlo públicamente en la corte. Preocupado por su obra, sobre la que tenía dudas tanto literarias como religiosas, confió su revisión a teólogos, filósofos y preceptistas literarios. Los revisores fueron muy críticos con la obra, lo que contribuyó a alimentar la inestabilidad psíquica del poeta, pero, mientras el poema estaba siendo revisado, alguien, sin saberlo el autor, lo hizo imprimir en 1580.
En 1576 Tasso fue agredido en Ferrara, por dos cortesanos de envidiosos de su éxito. En esta época, coincidiendo con la interminable revisión de la Jerusalén liberada, el poeta empezó a mostrar los primeros síntomas de una inestabilidad psíquica, que le hacía caer en estados de profunda postración, de melancolía repentina, de irrefrenable ira y de manía persecutoria, a la vez que aumentaban sus escrúpulos religiosos. Ya en 1575, a petición propia, se había hecho examinar por el inquisidor de Bolonia, y en 1577, por el de Ferrara. A pesar de ser absuelto por ambos, continuó atormentándose, y descontento de todos, huyó de la corte de Ferrara, disfrazado de campesino, para refugiarse en Sorrento, en casa de su hermana, donde permaneció algunos meses. Tras un breve retorno a Ferrara, se trasladó a Turín.
De nuevo en Ferrara, fue readmitido en la corte del duque. Su desequilibrio se agudizó, y atacó a un criado con un cuchillo, por lo que el duque Alfonso, contra el que Tasso había pronunciado invectivas públicas, lo hizo recluir en el Hospital de Santa Ana (1579–1586), temiendo que la obsesión religiosa de Tasso, que había llegado a acusarse a sí mismo de herejía, terminase siendo perjudicial para la Casa de Este.
Curiosamente, durante su reclusión, se produjeron los principales debates sobre su gran obra, que los críticos comparaban, para bien o para mal, con el Orlando furioso de Ariosto. Dicho debate, que se prolongó hasta el siglo XVII, fue una de las disputas de la crítica literaria más largas y reñidas de la historia de la literatura europea.
Fue entonces cuando lo visitó el gran autor francés Michel de Montaigne, quien menciona esta visita en sus Ensayos.
En 1586, Vincenzo Gonzaga trasladó al poeta a Mantua, donde pudo trabajar en su obra con cierta tranquilidad, aunque tuvo una recaída.
En octubre de 1587 Tasso se fue a Módena, luego a Bolonia, y, en 1588, fue huésped de los monjes de Monte Oliveto, en Nápoles, donde escribió el primer volumen de un largo poema que quedaría inconcluso, el Monte Oliveto, sobre el origen de aquella congregación.
En sus últimos años, los escrúpulos religiosos le llevaron a realizar una revisión integral del poema, al que dio un nuevo título: Gerusalemme Conquistata / Jerusalén conquistada, publicada en 1593.
Pasó sus últimos días en Roma, en el monasterio de San Onofre, en el Janículo, a donde había acudido llamado por el cardenal Aldobrandini, sobrino del Papa, y allí falleció, el 25 de abril de 1595, poco antes de la fecha prevista para su coronación como poeta, por el papa Clemente VIII.
Fue sepultado en San Onofre.
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Jerusalén Liberada/Conquistada
La primera edición autorizada por el autor apareció en Ferrara, dedicada al duque Alfonso II de Este, en 1581. Siguieron otras ediciones en 1584, con correcciones de los censores aceptadas por el autor, y en 1590, ya con anotaciones críticas. Tras este gran trabajo de reelaboración, la obra quedó dividida en 20 cantos y comprende 1.917 octavas.
Todavía, durante su estancia en la cárcel de Santa Ana, Tasso reescribió todo el poema con el título de Gerusalemme Conquistata, versión que llamó su “hija predilecta” y que, sin embargo, es prácticamente desconocida.
La trama gira en torno al histórico personaje de Godofredo de Buillon, (1060-1100) dirigente de la Primera Cruzada, a quien, en el sexto año de la expedición, se le aparece el arcángel Gabriel para animarle a llevar a cabo el ataque final contra Jerusalén. Destacan intensos episodios, como el duelo entre Clorinda y Tancredo, enamorado de ella, y extensas secciones amorosas, como la seducción de Rinaldo por la maga Armida. El poema concluye cuando Godofredo planta la bandera cristiana dentro de los muros de la ciudad santa.
Tasso eligió la primera cruzada por ser un tema suficientemente conocido, que apartaba su obra de la ficción, pero lo bastante lejano en el tiempo, como para permitir una reelaboración literaria. El tema central es épico-religioso, la lucha de la fe cristiana contra sus enemigos musulmanes, pero el autor intercala temas más ligeros como el amor y la magia, que suavizan la gravedad y el didactismo de la obra.
Tasso partió del modelo el Orlando furioso de Ariosto (1532), pero, debido a la historicidad de su tema, evitó la fantasía; la base histórica le permitía dar al poema una intencionalidad educativa, al estilo de la Contrarreforma, que no tenía, por supuesto, la obra de Ariosto.
Tasso consideraba que la poesía puede unir lo verosímil con lo verdadero, a condición de mantener una coherencia en el desarrollo del argumento. Complementa la obra, el elemento maravilloso, pero en elementos cristianos, tales como la participación de ángeles y demonios, pues el poema no solo pretende alcanzar el objetivo llterario de delectare -entretener-, sino también, y, sobre todo, el de docere -enseñar-.
En definitiva, en la Jerusalén liberada impera la contraposición entre la temática heroica propia de la Cruzada, que coincide con el desarrollo moral de los personajes, y la temática sentimental, en la que triunfan las pasiones más violentas. El equilibrio entre pecado y redención, entre vida e ideal, resulta irrealizable porque el poder del ser humano está limitado por condicionamientos morales y metafísicos.
Entre las fuentes de Tasso hay que mencionar, sobre todo, tres:
-Crónicas de las cruzadas,
-Epopeyas de la Antigüedad y
-Poemas caballerescos italianos.
De hecho, el autor reelabora casi siempre episodios ya existentes; por ejemplo, la Eneida ocupa el primer puesto entre los textos clásicos y Boiardo y Ariosto entre las epopeyas contemporáneas. La principal fuente cronística de las cruzadas es la de Guillermo de Tiro. También es fundamental el influjo de la Iliada. Los acontecimientos humanos se entremezclan con intervenciones sobrenaturales: ángeles y demonios apoyan a cristianos o musulmanes como los dioses clásicos a griegos o troyanos.
Entre los protagonistas cristianos de la obra, aparece, fundamentalmente, Godofredo de Bouillón. 1060-1100, el líder militar de aquella Primera Cruzada.
Este personaje histórico, aparece como tal, sobre todo al principio y al final del poema, pero pierde relevancia en la parte central, sustituido por Tancredo y Rinaldo, en los episodios más novelescos, de los cuales, Tancredo es su opuesto, pues, lleno de ambivalencias, está siempre sujeto a dudas y enamoramientos por culpa de los demonios, a la vez que representa la duda y el ánimo frágil que cede a las tentaciones. Por otra parte, Rinaldo también es una figura llena de defectos y contradicciones, por lo que, de Bouillon, sigue siendo el héroe indiscutible.
Entre los musulmanes destaca el personaje de Clorinda.
La escena final en la que una Clorinda, moribunda, pide el bautismo a Tancredo, el hombre que la ha herido pese a estar enamorado de ella, es una magnífica expresión de las mejores dotes líricas del autor.
Armida es una bellísima maga enviada contra los cruzados para que los distraiga de su misión con su belleza y sus artes mágicas, aunque, finalmente, también se convierte al cristianismo, por amor a Rinaldo.
Es evidente, que la obra de Tasso gozó de un gran éxito, testimoniado por las numerosas reediciones en los años sucesivos: 30, al final del siglo XVI, 116, en el XVII, 115, en el XVIII, etc. La obra se convirtió inmediatamente en un modelo de poema heroico y punto de referencia para los poetas cultos, además, muy pronto aparecieron traducciones del italiano al latín y a las principales lenguas europeas. La influencia del argumento y los personajes de la Liberata, en la cultura europea clásica ha sido impresionante, de la mano de algunos de sus genios más representativos: Lope de Vega, Poussin, Monteverdi, Van Dyck, Lully, Händel, Tiepolo, Gluck, Haydn, Delacroix, Rossini o Dvorak, como hemos visto, basaron en ella, brillantes creaciones en los diversos campos del arte y en muy distintos momentos históricos.
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GALERÍA
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