QUASE UM POEMA DE AMOR
Há muito tempo já que não escrevo um
Poema de amor
E é o que eu sei fazer com mais delicadeza!
A nossa natureza Lusitana
Tem essa humana Graça Feiticeira
De tornar de cristal
A mais sentimental
E baça Bebedeira
Poema de amor
E é o que eu sei fazer com mais delicadeza!
A nossa natureza Lusitana
Tem essa humana Graça Feiticeira
De tornar de cristal
A mais sentimental
E baça Bebedeira
Mas ou seja que vou envelhecendo
E ninguém me deseje apaixonado,
Ou que a antiga paixão
Me mantenha calado
O coração
Num intimo pudor,
- Há muito tempo já que não escrevo um poema
De amor.
E ninguém me deseje apaixonado,
Ou que a antiga paixão
Me mantenha calado
O coração
Num intimo pudor,
- Há muito tempo já que não escrevo um poema
De amor.
Lisboa, 1 de Janeiro de 1940
CASI UN POEMA DE AMOR
Hace mucho tiempo ya, que no escribo
un poema de amor
y es lo que sé hacer con más delicadeza!
Nuestra naturaleza lusitana
tiene esa humana Gracia Hechicera
de transformar en cristal
la más sentimental
y turbia borrachera.
un poema de amor
y es lo que sé hacer con más delicadeza!
Nuestra naturaleza lusitana
tiene esa humana Gracia Hechicera
de transformar en cristal
la más sentimental
y turbia borrachera.
Pero ya sea porque voy envejeciendo
y nadie me desee apasionado
o porque la antigua pasión
me mantenga callado
el corazón,
en un íntimo pudor,
y nadie me desee apasionado
o porque la antigua pasión
me mantenga callado
el corazón,
en un íntimo pudor,
- Hace mucho tiempo ya que no escribo
un poema de amor.
un poema de amor.
Lisboa, 1 de enero de 1940
El poeta portugués Miguel Torga no fue sólo poeta, ni fue sólo portugués y tampoco se llamaba sólo Miguel Torga.
Adolfo Correia da Rocha, nacido en Sao Martinho de Anta, al norte de Portugal –en el Concelho de Sabrosa, donde había nacido Magallanes-, acarició siempre la idea de una Península Ibérica unida: Mi patria cívica acaba en Barca de Alva, pero mi patria telúrica no acaba hasta los Pirineos.
Decidió adoptar el seudónimo de Miguel, como un homenaje a Cervantes y a Unamuno y se apellidó Torga, porque así se llama un bello arbusto que crece naturalmente en casi toda la península, pero muy especialmente, en la zona donde nació en Tras os Montes.
Correia da Rocha con Cervantes y Unamuno
(Web de Miguel Torga de la Biblioteca Nacional de Portugal).
(Web de Miguel Torga de la Biblioteca Nacional de Portugal).
Queiró o Torga (Erica umbellata)
(Más conocida como Brezo)
Nació en 1907, el día 12 de agosto, festividad de Santa Clara –tal vez por eso puso este nombre a la única hija que tuvo-. A los diez años trabajaba de chico para todo en la casa de unos parientes con más poder económico que su familia, aunque pronto fue despedido a causa de su permanente rebeldía. Fue enviado entonces al seminario de Lamego, donde demostró ser un buen estudiante y adquirió la base de su cultura, pero inmediatamente supo que no tenía intención de seguir la carrera eclesiástica.
En 1920, todavía un niño, emigró a Brasil con el fin de trabajar para otro pariente, en este caso, un tío, propietario de una plantación de café, quien le animó a estudiar el Bachillerato, obteniendo brillantes resultados escolares a la vez que llevaba a cabo su trabajo en la hacienda. Su tío, consciente del esfuerzo y la capacidad de Adolfo/Miguel, decidió enviarlo de vuelta a Portugal, exactamente a Coimbra, donde podría realizar la carrera de Medicina, como era su deseo. Su pariente correría con los gastos.
En 1928, ya estudiante en la Universidad de Coimbra, publica su primer poemario titulado Ansiedade y, al año siguiente inicia una colaboración con la revista Presença, de crítica y arte, colaboración que interrumpió definitivamente dos años después por razões de discordância estética e razões de liberdade humana, pero sobre todo, por su necesidad personal de mantener una independencia de criterio, la misma que le indujo a expresarse críticamente sobre los gobiernos de Portugal y España y que le llevó a la cárcel por un tiempo. Ser escritor en Portugal es como estar enterrado y arañar sin cesar la tapa del propio ataúd. (Diario).
ORFEU REBELDE
Orfeu rebelde, canto como sou:
Canto como um possesso
Que na casca do tempo, a canivete,
Gravasse a fúria de cada momento;
Canto, a ver se o meu canto compromete
A eternidade no meu sofrimento.
Canto como um possesso
Que na casca do tempo, a canivete,
Gravasse a fúria de cada momento;
Canto, a ver se o meu canto compromete
A eternidade no meu sofrimento.
Outros, felizes, sejam rouxinóis…
Eu ergo a voz assim, num desafio:
Que o céu e a terra, pedras conjugadas
Do moinho cruel que me tritura,
Saibam que há gritos como há nortadas,
Violências famintas de ternura.
Eu ergo a voz assim, num desafio:
Que o céu e a terra, pedras conjugadas
Do moinho cruel que me tritura,
Saibam que há gritos como há nortadas,
Violências famintas de ternura.
Bicho instintivo que adivinha a morte
No corpo dum poeta que a recusa,
Canto como quem usa
Os versos em legítima defesa.
Canto, sem perguntar à Musa
Se o canto é de terror ou de beleza.
No corpo dum poeta que a recusa,
Canto como quem usa
Os versos em legítima defesa.
Canto, sem perguntar à Musa
Se o canto é de terror ou de beleza.
1958.
ORFEO REBELDE
Orfeo rebelde, canto como soy:
Canto como un poseso
que en la cáscara del tiempo, a navaja,
graba la furia de cada momento.
Canto para ver si mi canto compromete
la eternidad en mi sufrimiento.
Canto como un poseso
que en la cáscara del tiempo, a navaja,
graba la furia de cada momento.
Canto para ver si mi canto compromete
la eternidad en mi sufrimiento.
Otros, felices, que sean ruiseñores…
Yo elevo así mi voz, en un desafío:
que el cielo y la tierra, piedras conjugadas
del molino cruel que me tritura,
sepan que hay gritos como hay vendavales,
violencias sedientas de ternura.
Yo elevo así mi voz, en un desafío:
que el cielo y la tierra, piedras conjugadas
del molino cruel que me tritura,
sepan que hay gritos como hay vendavales,
violencias sedientas de ternura.
Bicho instintivo que adivina la muerte,
en el cuerpo de un poeta que la rechaza.
Canto como quien usa
los versos en legítima defensa.
Canto sin preguntar a la Musa
si el canto es de terror o de belleza.
en el cuerpo de un poeta que la rechaza.
Canto como quien usa
los versos en legítima defensa.
Canto sin preguntar a la Musa
si el canto es de terror o de belleza.
1958.
En 1940 se casó con Andrée Crabbé, una estudiante belga, a la que conoció en un curso de verano en la Universidad de Coimbra y se instalaron en una sencilla casa.
Torga amaba muy especialmente la ciudad de Coimbra, donde ejerció su profesión de médico desde 1939 –en muchas ocasiones, de forma gratuita-,
donde escribió casi todos sus libros y donde nació su hija en 1955.
Tras la Revolución de los Claveles, en 1974, Torga participó en política apoyando la candidatura a la Presidencia del independiente Ramalho Eanes, hoy Consejero de Estado.
Publicó más de cincuenta libros, el último, en 1993. Fue propuesto para el Premio Nobel de Literatura en 1960 y 1978 y en el 91 recibió el prestigioso Premio Camoes.
Y llegó al fin este libro que empecé a escribir, un poco alocadamente, hace 60 años -escribió en febrero de 1994, como puede leerse en el último tomo de su Diario-.
Murió en enero de 1995 y descansa en su tierra natal de Sao Martinho de Anta.
A su lado florece una torga desde entonces.
A MORTE
E o Poeta morreu.
A sombra do cipreste pôde enfim
Abraçar o cipreste.
O torrão
Caiu desfeito ao chão
Da aventura celeste.
A sombra do cipreste pôde enfim
Abraçar o cipreste.
O torrão
Caiu desfeito ao chão
Da aventura celeste.
Nenhum tormento mais, nenhuma imagem
(No caixão, ninguém pode Fantasiar).
Pronto para a viagem
De acabar.
(No caixão, ninguém pode Fantasiar).
Pronto para a viagem
De acabar.
Só no ouvido dos versos,
Onde a seiva não corre,
Uma rima perdura
A dizer com brandura
Que um Poeta não morre.
Onde a seiva não corre,
Uma rima perdura
A dizer com brandura
Que um Poeta não morre.
Nihil Sibi, 1948
LA MUERTE
Y el Poeta murió.
La sombra del ciprés puede al fin
abrazar al ciprés.
El terrón
cayó deshecho a la tierra
de la aventura celeste.
La sombra del ciprés puede al fin
abrazar al ciprés.
El terrón
cayó deshecho a la tierra
de la aventura celeste.
Ningún tormento más, ninguna imagen
(En el ataúd, nadie puede fantasear).
Dispuesto para el viaje
de acabar.
(En el ataúd, nadie puede fantasear).
Dispuesto para el viaje
de acabar.
Sólo en el oído de los versos,
donde la savia no corre,
queda una rima
por decir, con blandura,
porque un Poeta no muere.
donde la savia no corre,
queda una rima
por decir, con blandura,
porque un Poeta no muere.
Nihil Sibi, 1948
Gracias!!!! No lo conocía.....hermosos poemas desde Buenos Aires, Argentina comento.
ResponderEliminarGracias, Alejandra. Me sorprendió igual cuando me hablaron de él. Creo que es de una sencillez genial.
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