sábado, 17 de agosto de 2013

Partenón IV: Los Frontones


La grandiosidad del Partenón, todavía evidente a pesar de los siglos y de los componentes desaparecidos o simplemente extraídos, permite apenas imaginar lo que pudo ser y, muy especialmente, en lo relativo a sus frontones, cuya ubicación, tras la insuperable fase creativa, supuso un trabajo extremadamente arduo, más, si cabe, que todo el resto del conjunto del templo. El hecho de decorar de forma tan perfecta y artística como se hizo, estos dos espacios triangulares de 30 m. de largo por 3,50 de alto en sus vértices, con unas 40 esculturas de un metro de profundidad y de un tamaño aproximado al doble de la figura humana, que después fue preciso colocar y encajar en su posición exacta en cada uno de los frontones, a una altura considerable, parece hoy un verdadero portento.

Las dificultades para su interpretación, resultan en este caso algo más complejas al no poder acudir a la ayuda que para el estudio de otras partes del templo, constituyeron los dibujos de Jacques Carrey, porque cuando los realizó, en 1674, ya faltaban algunas de las figuras fundamentales en ambos frontones.

Lado izquierdo del frontón Este. J. Carrey
Lado derecho del frontón Este. J. Carrey

Faltaba, entre otras cosas, en el centro del frontón, la secuencia principal, es decir, el Nacimiento de Atenea, tal como aparece en la recreación de K. Schwerzek que sigue, y que se muestra en el Museo de la Acrópolis de Atenas.



Parece deducirse, que el evento –el nacimiento de Atenea- se produjo al amanecer, porque Helios, Ήλιος –el Sol– y Selene, Σελήνη –la Luna, aparecen en los extremos con sus respectivas cuadrigas. Los caballos de Helios –Άρμα του ήλιου– emergen por la izquierda, mientras que los de Selene, se disponen a sumergirse en el mar por la derecha.

No se comprendía muy bien el hecho de que las figuras de los dos extremos –las que se conservan–, miraran hacia los lados, como si los personajes que representan fueran ajenos al prodigio del Nacimiento de Atenea, habida cuenta de que el templo estaba dedicado a ella.


Dionysos aparece a la derecha del emergente caballo de Helios, como si contemplara sereno el amanecer. Recostado sobre un manto, parece todavía ajeno al evento que se produce a su espalda: Atenea salía, armada, de la cabeza de su padre.

(Museo Británico)

Διώνυσος: el dios del vino, inspira la locura y el éxtasis. Tal vez es más conocido en estos menesteres como Baco o Βάκχος, pero en ambos casos se le otorgaba la calidad de Libertador, puesto que con el auxilio de la locura, el éxtasis o el vino, ayudaba a los humanos a liberarse de sus preocupaciones.


Grupo constituido por Perséfone –Περσεφόνη– y su madre, Démeter–Δήμητρα.


Ebe, Copera de Zeus.

Con la imagen de Ebe en pleno movimiento, terminan las piezas conservadas de la parte izquierda del frontón oriental. Ήβη, en la Ilíada, –Ιλιάδα– colmaba de néctar las copas de los dioses; ayudaba a Hera, su madre y bañaba y vestía a Ares, su hermano. En la Odisea –Ὀδύσσεια– se registra su matrimonio con Heracles.

En cuanto al grupo central, a partir de los fragmentos conservados en el almacén del Museo Arqueológico Nacional de Atenas –Εθνικό Αρχαιολογικό Μουσείο–, parece que Zeus estaba aposentado en su trono, dando la espalda a su esposa Hera. Sobre su cabeza, la pequeña Niké, procede a coronar a la recién llegada Atenea.

Reconstrucción de la parte central.

Pasado el nacimiento de Atenea y su coronación por Niké, llegamos al lado derecho del frontón en el que aparecen:


Deméter -Δημητρα, protectora del matrimonio y madre de Perséfone -Περσεφόνη.  
Dione –Διωνη y Afrodita –Αφροδίτη

La diosa recostada, cuyas ropas constituyen una obra maestra, es Afrodita, que descansa sobre el regazo de Dione; de acuerdo con la Ilíada, su madre, también lo era de Eneas, que era su hijo predilecto. 

Aparece finalmente al caballo de Selene que se dirige al mar, dando fin a la jornada en la que nació Atenea.


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Mejor suerte habría corrido para entonces la competición entre Atenea y Poseidón del frontón occidental; siempre de acuerdo con los dibujos de Carrey, cuando él lo vio, prácticamente sólo faltaban los caballos a la izquierda de Poseidón.





El eje de la escena lo constituyen –como hemos dicho-, Atenea y Poseidón manejando sus herramientas personales para competir por el patronazgo del Ática; la lanza de Atenea hará surgir un olivo, mientras que del tridente de Poseidón emergerá un manantial de agua salada; no parece haber duda de que tenía que triunfar la diosa. Por otra parte, tampoco está del todo claro, el papel del resto de las figuras que flanquean a ambos.

Ilissos

El escorzo masculino del ángulo izquierdo, podría personificar al río Ilissos, que parece iniciar un movimiento de giro sobre el brazo izquierdo, para ver lo que está pasando a su espalda.

Pero el fragmento que representa a Iris, es quizás el más bello del conjunto, por su energía, su ligereza y la viva sensación de movimiento que transmite, aún faltándole partes fundamentales del cuerpo, además de las alas.


Ίρις –Iris, es mensajera y aparece cerca de Hermes, que realiza las mismas funciones que ella. Iris tiene alas y el efecto del viento es claramente visible en la ropa adherida a su cuerpo, que se encuentra en actitud de volar o, tal vez de emprender el vuelo. Anuncia la paz entre los dioses y los hombres y el fin de las tormentas encendiendo su arco en el horizonte. Está casada con Céfiro, dios del viento del Oeste, y, como Hermes, transmite mensajes de los dioses a los humanos.


Iris transmite mensajes de los dioses y enciende el Arco–Iris, Ουράνιο τόξο.

Este fragmento podría corresponder a Hermes -Ερμής-.


Otro fragmento, en este caso, de Poseidón, Ποσειδώνας, en el centro, al igual que el de Iris, tiene el don de transmitir una gran vitalidad, a pesar de ser una parte mínima de la talla a la que perteneció. Hay otros fragmentos, aunque demasiado pequeños de esta escultura en el Museo Arqueológico de Atenas, que tal vez un día permitan una más completa recomposición de lo que fue.

Anfítrite – Άμφιτρίτη-, divinidad oceánida, o tal vez una nereida, representa el mar tranquilo. Se casó con Poseidón, después de que este enviara a un Delfín en su busca. Como premio, el Delfín fue convertido en la constelación Delphinus.

Esquina SE del Partenón. Giovanni Battista Lusieri. Acuarela.

Esquina Este del Partenón, hacia el Sur. Lusieri fue contratado por Lord Elgin para registrar y supervisar la retirada de las esculturas del templo. Gracias a la extensa correspondencia entre ambos, es posible saber cuando Lusieri hizo este dibujo. Ya se habían extraído las metopas de este lado entre 1802 y 1803 y las tres que todavía se ven en la acuarela también se arrancaron a finales del verano de 1803. Lusieri había escrito a Elgin: quise terminar este dibujo, empezado hace mucho tiempo, antes de que se retiraran las tres últimas metopas. 


VER:
                      Partenón II: Metopas
                                             Partenón III: Friso

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