Δωδεκάνησα. Doce Islas.
El archipiélago del Dodecaneso, en el mar Egeo, tiene una situación estratégica, que la hace deseable para todos, en todas las guerras. De acuerdo con La Ilíada, durante la de Troya contribuyó con sus naves a la creación de una flota conjunta con Kalymnos, Kos, Kasos y Karpathos.
Más tarde fue ocupada por los persas y, liberada tras la derrota de estos en Salamina (480 aC.). En las guerras del Peloponeso (431–404 aC.) estuvo bajo el dominio de Esparta y continuó sometida después de la guerra. De manos de Alejandro Magno y en el siglo I a C. pasó al poder de Roma. Unida al Imperio Bizantino bajo Constantino el Grande fue agregada a Samos, para pasar después al entorno del Dodecaneso. Saqueada por persas, cruzados y sarracenos, en 1306 fue vendida a los Caballeros de San Juan, junto con otras islas, por un almirante bizantino. Y habiendo vuelto a caer bajo el dominio otomano, fue liberada por Finelli en 1522–23.
En 1912 pertenecía de nuevo a Italia, que la convirtió en importante base naval, condición que atrajo sobre ella frecuentes bombardeos durante la Segunda Guerra Mundial, que la dejaron casi completamente destruida, hasta que finalmente, fue liberada por los Aliados, que la devolvieron al dominio griego.
1968. El poeta griego Giannis Ritsos se encuentra confinado en la isla de Leros, al norte del Dodecaneso, convertida en campo de concentración por la dictadura militar. Allí recibe el poeta la noticia de que si logra escribir una serie de poemas que hablen de la vida, la tristeza y la esperanza de los prisioneros, alguien se encargará de darlos a conocer. Así nacieron las 18 Canciones de la Patria Amarga, el día 15 de septiembre de aquel mismo año –16 en realidad, puesto que las dos primeras se añadieron en 1970.
Manuscrito de Giannis Ritsos
Concebidas ya como pequeñas canciones, tenían un ritmo musical antes de que Mikis Theodorakis pusiera los versos sobre una partitura y los diera a conocer en el Royal Albert Hall de Londres, donde él mismo vivía exiliado, en 1973.
M. Theodorakis, grabación con Giorgos Dallaras
El impulso de las 18 Canciones, es, sin duda, la libertad, pero la emotiva creatividad de Ritsos, las envuelve en líricos aromas de flores, en trinos de pájaros, nubes, piedras y colores que, finalmente, muestran mucho más el optimismo que la angustia del prisionero.
1 Αναβάφτιση – Segundo Bautismo
Palabras sencillas, bautizadas
en llanto y pena
ahora tienen alas y vuelan
como pájaros y trinan.
Y aquella palabra escondida
la palabra de la libertad
en lugar de alas, despliega
una espada que hiende el viento.
2 Κουβέντα με ένα λουλούδι – Charla con una flor
- Ciclamen cicládico,
en la fisura de una roca,
¿dónde encuentras los colores que produces,
y dónde el tallo en que te meces?
- En la roca recogí
sangre gota a gota,
tejí un pañuelo rojo
y ahora tomo el sol.
3 Καρτέρεμα – Espera
Y así, en la espera,
crecen las noches,
en las que enraíza el canto
y crece como un árbol.
Y si los que están tras las rejas
y los que están lejos, en el exilio
lanzan un amargo ¡ay!
al álamo le brotan hojas.
4 Λαός – Pueblo
Un pueblo pequeño que lucha
sin espadas ni balas,
por el pan de todo el mundo,
por la luz y la canción.
Bajo su lengua guarda
lamentos y glorias,
pero si empieza a cantar
se romperán las piedras.
5 Μνημόσυνο – Conmemoración
En un rincón está el abuelo,
en otro, sus diez nietos,
y en la mesa nueve velas
clavadas en el pan.
Las madres se tiran del pelo
y los niños callan.
Por detrás de los cristales, la Libertad
observa y suspira.
Μονεμβασιά –Monembasiá, tierra natal de G. Ritsos
6 Αυγή – Amanecer
Llena de sol y de gracia
amanece la primavera
¿dónde están los ojos para verte
y darte la bienvenida?
Dos carbones en el incensario,
dos granos de incienso
y una cruz de humo (1)
en el dintel de la patria.
(1) La noche de la Pascua el sacerdote, sale de detrás del iconostasio de la iglesia a la oscuridad con una vela encendida y anuncia: Χριστός ἀνέστη! Cristo ha resucitado. Con su vela enciende la de los fieles más próximos y poco a poco, unos van pasando la llama a otros, hasta que toda la iglesia se ilumina. Luego, cada uno se va a su casa con la vela encendida, protegiéndola del viento y, el que sea capaz de mantenerla encendida, marcará con el humo una cruz en el quicio de la puerta para tener un año bueno.
7 Δε φτάνει – No es suficiente
Discreto y con sosiego
admiraba lo creado,
y cuando un rayo lo fulminó
bramó como un león.
Ahora no basta con su voz,
no basta con su maldición,
para decir la verdad,
necesitaría un fusil.
8 Πράσινη μέρα –Día Verdeante
Día verdeante y soleado,
bella ladera sembrada,
balidos y campanitas,
amapolas y mirtos.
La muchacha cose su ajuar
el chico trenza cestos
y los cabritos por la playa
lamen la blanca sal.
9 Συλλείτουργο - Liturgia
Bajo los álamos, reunidos
pájaros y capitanes
comienzan su liturgia
con el nuevo mayo.
Las hojas brillan como velas
en la era de la patria
y un águila en lo alto
lee el Evangelio.
10 Το νερό – El Agua
Un poco de agua brota en la roca,
consagrada por el silencio,
a la vista del pájaro
y la sombra de la adelfa.
A escondidas la bebe el guerrillero,
levanta el cuello
como un gorrión y bendice
a la madre del pobre, a Grecia.
11 Το κυκλάμινο – El Ciclamen
Un pajarillo rosado
atado con un hilo,
con sus rizadas plumitas
aletea al sol
Si lo observas una vez
te sonreirá,
y si lo observas dos o tres
empezarás a cantar.
12 Λιγνά Κορίτσια – Muchachas Delgadas
Muchachas delgadas recogen sal en la playa,
se agachan tanto, tan abatidas que no miran al mar
Y una vela, blanca vela, les hace señas desde el azul,
pero como ninguna la mira se oscurece de pena.
13 Τ' άσπρο ξωκλήσι – La Capilla Blanca
La blanca capilla en la ladera
frente al sol
dispara por su pequeña
y estrecha ventana.
Y su alta campana
colgada del plátano
cada noche resuena
para la fiesta del Pueblo Santo
14 Επιτύμβιο - Epitafio
Al muchacho que cayó
con la cabeza alta
no lo cubre la tierra húmeda
ni lo rozará el gusano.
Un ala en su espalda, la cruz
y lanzado a lo más alto
se unirá a las poderosas águilas
y a los ángeles dorados.
15 Εδώ το φως – En esta luz
En estos mármoles
no arraiga el óxido,
ni encadena al griego
ni los pies del viento.
En esta luz, en esta playa,
con lenguas doradas y azules
los ciervos tallan las rocas
y mastican hierro.
16 Το χτίσιμο – La Construcción
Esta casa, ¿cómo se construirá?
¿quién le pondrá las puertas?
¿dónde las pocas manos, y
dónde las pesadas piedras?
¡Calla! las manos, con el trabajo
se fortalecen y aumentan.
Y no olvides que durante la noche
también ayudan los muertos.
17 Ο ταμένος – El Creyente
Aquí callan los pájaros,
callan también las campanas,
y el griego angustiado
junto a sus muertos.
Sobre el silencio de la piedra
se afila las uñas
solo y desprotegido,
el creyente de la libertad.
18 Τη ρωμιοσύνη μην την κλαις. – No llores por el alma griega
No llores por el alma griega;
allí donde se incline,
con el cuchillo en los huesos,
y con la cuerda en el cuello.
Mira cómo se levanta de nuevo
se refuerza y crece
y arponea a la bestia
con el arpón del sol.
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