miércoles, 21 de mayo de 2014

Vincent Willem van Gogh 1853–1890



Vincent a los 13 años

Autor de 900 pinturas y 1600 dibujos, son, sin embargo, las 650 cartas escritas a su hermano Théo, el más verídico testimonio de su dolorosa existencia y de la génesis de un arte deslumbrante y exclusivo.

Théo, su hermano, a los 21 años

A los 16 años, trabajó en una galería de arte, pero pronto se hizo predicador, en cuya calidad se trasladó a una región minera de Bélgica, donde actuó como misionero, pero no consiguió terminar los estudios de Teología. Allí, precisamente, a los 26 años, empezó a hacer bocetos sobre escenas y personajes locales. Su cuadro, Los Comedores de Patatas, está firmado seis años después de que Van Gogh concibiera la idea.


Estudio para: Los comedores de patatas, de 1885. Óleo sobre tela, 33,5X44,4. Museo Van Gogh. Fund. Vincent van Gogh. Amsterdam.

Campesinos comiendo patatas –Aardappeleters-, 
Óleo, 114 X 82. Museo Van Gogh, Amsterdam

En 1888 se instaló en Arlés, donde, a pesar de sus problemas psicológicos, su paleta abandonó los tonos sombríos, para expresar vivamente la luminosidad de la ciudad romana en el mediterráneo sur de Francia.

Nacido en Groot–Zundert, cerca de Breda, en los Países Bajos -Mi juventud fue triste, fría y estéril.- puso fin a su vida en Auvers–sur–Oise, 37 años después. Una muy breve existencia, máxime si se compara con la magnitud y número de sus obras pictóricas. Aunque en tiempos se dijo que solía pintar bajo un estado de enajenación, la crítica es cada vez más unánime sobre el hecho de que su obra procede de una mente lúcida, aunque sólo lo fuera esporádicamente, si bien ni aún esto ha podido esclarecerse.

Su formación, en gran parte autodidacta, dependió fundamentalmente, del atento estudio y la enorme admiración que profesaba a otras grandes figuras del arte como Millet; Frans Hals; Anton Mauve; Delacroix; Monet; Monticelli; Cézanne; Degas, etc.

Si a finales del siglo XIX, su obra apenas atravesó las fronteras entre Francia, los Países Bajos, Bélgica y Dinamarca, a partir de las primeras décadas del siglo XX, las pinturas expuestas en el Museum of Modern Art de Nueva York, atrajeron decenas de miles de visitas.

Siendo todavía un niño, hablaba francés, inglés y alemán. Cuando el trabajo en una Galería de arte lo llevó a París en 1875, le resultaba imposible comprender que las obras de arte fueran tratadas como objetos de mercadería; una idea que no sólo no ocultó, sino que la comentaba, incluso con los clientes -El comercio del arte es una farsa.-, lo que le valió el despido en la primavera de 1876.

Viajó entonces a Londres, donde trabajó desinteresadamente, sólo a cambio de su mantenimiento, en un internado: En Londres –escribió a su hermano Théo-, me he sentado a menudo para dibujar en las orillas del Támesis, pero nunca conseguí hacer nada; tenía que haber aprendido algo de perspectiva.

Decidido a predicar el Evangelio en todas partes, hacia finales de 1876, pronuncia su primer sermón en una Iglesia metodista de Richmond. Cuando vuelve a casa de sus padres, estos intentan que trabaje en una librería, lo que él acepta, si bien, prefiere pasar su tiempo en la trastienda, dibujando o tratando de traducir fragmentos de la Biblia a cualquiera de los idiomas que conoce. Por lo demás, vive como un ermitaño. Pero a pesar de sus intentos y los de sus padres, no consiguió aprobar los estudios de Teología, por lo fue contratado como un predicador laico, en cuya condición, a finales de 1878 fue enviado a una misión en Bélgica, en la región de Mons, donde trabajó con mineros, cuya condición comprendía profundamente, mostrándoles siempre su apoyo.
Cuesmes, Bélgica.

Instalado en Cuesmes, en la casa de un predicador, intentó aproximarse a los más desfavorecidos, compartiendo un estilo de vida similar al de estos. Bajó a la mina, para mejor captar la experiencia y, en conjunto, la vida del minero, integrándose hasta el punto de que tal actividad fue desaprobada y tuvo que abandonar la misión.

Volvió, pues, a casa de su padre, al que encontró cada vez más preocupado por su extraña actitud, lo que le llevó a internarlo en un asilo, del que Vincent escapó para volver a Cuesmes, donde compartió vivienda con un minero. 

Por fin, en 1880 se matriculó en la Academia Real de Bellas Artes, al tiempo que trabajaba en un taller de pintura. Cuando su hermano Théo fue nombrado al año siguiente, Gerente de la Galería Goupil y Cía. en Montmartre, un empleo estable, decidió subvenir a los gastos de Vincent, que ya tenía 28 años. Fue entonces cuando este alcanzó la madurez, empezando a dibujar y a hacer bocetos de todo cuanto veía a su alrededor.

A pesar de la aparente estabilidad, tuvo una violenta discusión con su padre, que le llevó a abandonar el hogar familiar y trasladarse a La Haya, donde alquiló un pequeño taller y recibió clases de pintura de un pariente suyo; –acuarela y perspectiva-. Allí también conoció a una antigua prostituta, Sien Hornik, a la que empleó como modelo.

Poco después, su tío, Cornelis Marinus, propietario de una Galería de Arte muy conocida en Amsterdam, le encargó en dos ocasiones algunos dibujos de La Haya, pero cuando los recibió, se mostró completamente desconcertado.

A causa de una enfermedad, por la que tuvo que ser hospitalizado, se reconcilió con sus padres y, en el verano del 82 empezó a pintar al óleo en un taller más grande, donde realizó muchas obras con diferentes técnicas, que siempre enviaba a Théo; hizo también otras composiciones más elaboradas, que después destruyó. No obstante, a lo largo de los meses pasados en La Haya entre 1882–83, rompió con todas las convenciones sociales y se negó a mantener una existencia normal. Leía mucho: a Balzac, a Víctor Hugo, a Zola o a Dickens, mediante los cuales obtuvo una nueva visión del mundo y, tal vez de sí mismo, muy diferente de las que hasta entonces había percibido.

Poco después, durante el verano del 83, decidió trasladarse a Drenthe, al Norte de los Países Bajos, cuyos paisajes le impresionaron. Allí vivió solo, hasta finales de año y dedicó a la pintura todas sus energías; el único medio por el que lograba evadirse de su inquietud y desencanto permanentes, si bien, la soledad y los interminables días de lluvia, a la larga le hicieron la estancia insoportable. Tales circunstancias, unidas al hecho de que su hermano se vio en dificultades para enviarle dinero, le obligó a volver a la casa familiar,  entonces, en Nuenen –Brabante.

El antiguo campanario de Nuenen –El Cementerio Campesino–, 1885. Óleo sobre tela, 65X80. Musée van Gogh. Fundación Vincent van Gogh, Ámsterdam.

Allí se acomoda en un tallercito encajado en la casa familiar y hace series de pinturas de diversos temas, pero sobre todo, de talleres de costura, en los que empieza a brillar su talento de dibujante y pintor.

Es entonces cuando Vincent propone a Théo que, en lugar de mantenerle, compre sus cuadros, razón por la que Théo llegó a reunir tantos, esperando venderlos en algún momento. Entre tanto, Vincent obtuvo pequeños ingresos de algunos alumnos, que le permitieron alojarse en un taller un poco más grande. 

Se enamoró de su vecina Margot Begemann, una relación indeseada para las familias de ambos, lo que no les impidió seguir adelante, pero solo hasta que Margot intentó suicidarse y fue internada en un hospital de Utrecht. Además, en marzo 1885 falleció el padre, y una hermana le pidió que abandonara la casa familiar, por lo que Vincent se trasladó al taller en el que recibía a sus alumnos, donde permaneció hasta el mes de mayo. 

Emile Zola, que además de escritor era crítico de arte, escribió Germinal, casi al mismo tiempo que Vincent pintaba sus comedores de patatas; coincidiendo ambos en la misma percepción de la realidad.

A fines del 85 visitó Amberes, donde conoció a fondo la pintura de Rubens, que le causó una excelente impresión. También empezó su famosa colección de estampas japonesas y se hizo algunos autorretratos. Finalmente, con la idea de asistir al taller de Fernand Cormón, decidió trasladarse a París, donde, al principio del año siguiente, debía ir también Théo, con quien podría alojarse temporalmente, como, efectivamente sucedió desde el mes de marzo. En Montmartre, mientras Théo atendía a sus trabajo de Galerista, Vincent pintaba, aprendía de los Impresionistas y se enamoraba de Agostina Segatori, del cabaret Le Tambourin, en el Boulevard Clichy.

Agostina Segatori sentada en el Café du Tambourin
Oleo sobre lienzo. 55.5 x 46.5. Paris: Feb–Mar., 1887. Van Gogh Museum, Amsterdam.

En París y durante los años 1886–87, van Gogh frecuentó la academia del pintor Cormon, donde conoció a Toulouse–Lautrec, a Émile Bernard y, por medio de Théo, a John Peter Russell, que le hizo un extraordinario retrato.

John Peter Russell. 1886, Van Gogh Museum, Amsterdam

Siempre a través de su hermano, Vincent conoce entre otros a Seurat, Gauguin y Pissarro, quien le inició en las nuevas teorías sobre la luz y contribuyó mucho a un aumento radical de colores en la paleta de Vincent. 
El ambiente artístico de París era entonces el ideal para un artista que nunca creyó que había terminado de aprender; a partir de entonces se sintió renovado y pensó que la deslumbradora luz mediterránea de Provenza, favorecería la realización de sus futuros proyectos. Su ánimo mejoró rotundamente, pero se excedía en la dedicación a la pintura día y noche, por lo que empezó a engañar el cansancio a base de absenta, tabaco y café. 
A principios de 1888 se fue a Arlés, donde casi inmediatamente encontró muy a su gusto la famosa Casa Amarilla. Allí inició una nueva etapa pictórica, durante la cual recorrió la región a pie pintando escenas de siega y retratos que, regularmente enviaba a Théo.

La casa de Vincent en Arlés -La Casa Amarilla-. O/l. 72.0 x 91.5 cm. Arles: Sept., 1888. Amsterdam: Van Gogh Museum


Realizó asimismo distintas series; de trípticos, como los Jardines Floridos, los Girasoles, o los numerosos retratos de la familia Roulin.

Melocotonero rosado en flor (reminiscencias malva)
Arlés: Marzo, 1888. O/l. 73.0 x 59.5 cm. Otterlo, Kröller-Müller Museum

Cerezo en flor. Arlés, marzo-abril 1888. O/L. 72,4 × 53,3 cm. 
Metropolitan Museum of Art. NY.

Huerto en Flor. O/l. 72.0 x 58.0 cm. Arlés: Abril, 1888. Suiza: Col. Privada.

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Jarrón con doce girasoles. Arlés, agosto 1888. O/l. 91 X 72. 
Neue Pinakothek, Munich, Alemania.

Jarro con Cinco Girasoles. O/l. 98 X 69. Arlés: Agosto, 1888. 
Destruido en la II Guerra Mundial.

Jarrón con quince Girasoles. O/l. 93 X 73. Arlés: Agosto, 1888. 
London: National Gallery.

Tres Girasoles en un jarro. O/l. 73 X 58. Arlés: Agosto, 1888. EUA, Col. Privada.

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He hecho los retratos de toda una familia; la del cartero del cual ya había hecho anteriormente la cabeza -el hombre, la mujer, el niño, el muchacho y el hijo de 16 años-; todos de tipo muy francés, aunque tengan cara de rusos.

Joseph Roulin sentado 1888. O/T. 81,2×65,3 Musée des Beaux-Arts, Boston
Marcelle Roulin 1888 63,5×51 O/T Metropolitan Museum of Art

Armand Roulin 1888 47,5 × 39 O/T Sammlung Nathan
Armand Roulin 1888 O/T 92,5 × 73 Musée van Gogh

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Entretanto puedo decirte ahora que los dos últimos estudios son bastante graciosos. Telas de 30; una silla de madera y paja toda amarilla, -la suya-, sobre ladrillos rojos, contra una pared (de día). Después, el sillón de Gauguin rojo y verde; efecto de noche, pared y piso rojo y verde también; sobre el asiento dos novelas y una vela. Sobre tela rala y con empaste espeso.

Silla de Vincent con su pipa. O/l. 93.0 x 73.5 cm. Arles: diciembre, 1888. London: National Gallery
Sillón de Paul Gauguin. Oil on canvas. 90.5 x 72.5 cm. Arles: December, 1888. Amsterdam: Van Gogh Museum

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Desde que se instaló en la Casa Amarilla, Van Gogh concibió la idea de crear una especie de comunidad en la que distintos pintores pudieran compartir sus experiencias artísticas. En este sentido habló con Paul Gauguin en el otoño de aquel mismo año y muy pronto empezaron a trabajar juntos, como lo hicieron en la serie de los Alyscamps

Les Alyscamps. O/l. 93.0 x 72.0 cm. Arles: fines Octubre, 1888. Col. Privada
Les Alyscamps. O/l 92.0 x 73.5 cm. Arles: Nov., 1888. Col. Privada

Vincent Van Gogh pintando girasoles, de Paul Gauguin, 1888.
Museo van Gogh- Fondation Vincent van Gogh, Amsterdam

Asimismo, cuando Gauguin le hizo a su compañero el retrato que precede, este le contestaría: C’est bien moi, mais moi devenu fou –Soy yo, sin duda, pero yo, como loco.

Por razones que no se conocen exactamente, los dos hombres se llevaban mal y su relación terminó de forma tan violenta como incomprensible. 

Según su propia declaración, Gauguin, abandonó la casa en medio de una feroz discusión, porque Van Gogh le amenazó con una navaja de afeitar. 

Horas después, este último se acercaba al prostíbulo al que solía acudir, entregando a una mujer un objeto envuelto en un pañuelo. Se trataba del lóbulo ensangrentado de la oreja del pintor, quién a causa de la discusión, se la habría amputado, bien porque estaba fuera de sí, bien, porque quiso castigar así su violenta ira. 

Algunos investigadores creen que también pudo ocurrir que la mutilación hubiera sido obra de Gauguin y que Van Gogh no quiso inculparlo. Lo cierto, en todo caso, es que nadie sabe con certeza, ni el cómo ni el por qué de semejante acción, pero los arlesianos decidieron que el pintor se había convertido en una amenaza pública.

Le Forum Républicain (Arlés) - 30 Diciembre 1888

-El domingo pasado, a las 11 y media de la noche, el llamado Vincent Vangogh, pintor procedente de Holanda, se presentó en la casa de tolerancia nº 1 preguntando por la llamada Rachel, a la que entregó… su oreja, diciéndole: Guarde esto con muchísimo cuidado. Luego desapareció. Informada de este acto, que no podía ser sino el de un pobre alienado, la policía acudió a la mañana siguiente a casa del individuo al que encontró tumbado en la cama, sin dar apenas señales de vida. El desgraciado ha sido admitido de urgencia en el hospicio.

Efectivamente, Van Gogh ingresó en el hospital, donde fue tratado afectuosamente por el doctor Rey. Théo, que acababa de prometerse con Johanna Bonger, precisamente una joven a la que Vincent había pretendido, hizo un viaje relámpago para visitarlo, a pesar de que este le había tranquilizado cuanto pudo a través de sus cartas. Después volvió a París en compañía de Gauguin, aunque tampoco se sabe nada de lo que hablaron durante el viaje.

Con el apoyo del cartero Roulin, pronto volvió Vincent a la Maison Jaune. Aunque todavía se mostraba inquieto y temeroso, poco a poco, volvió a pintar, realizando un buen retrato del doctor Rey y reanudando, acto seguido el cuadro, Berceuse, que había empezado antes del suceso.

Madame Roulin meciendo la cuna (La Berceuse). O/l. 92.7 x 73.8 cm. 
Arlés, Enero, 1889. The Art Institute of Chicago.

Pero los arlesianos, como hemos dicho, solicitaron que Van Gogh fuera expulsado de la ciudad o internado en un centro de salud mental. Supo el pintor que aquella petición circulaba por el barrio: -que el ciudadano Voghe sea cuanto antes devuelto a su familia, o que esta haga los preparativos necesarios para que sea admitido en una casa de salud, con el fin de prevenir toda desgracia que ocurriría, ciertamente, un día u otro, si no se toman medidas enérgicas al respecto-, y escribió a su hermano: –Puedes imaginar el mazazo que ha supuesto para mí, cuando he sabido que hay tanta gente, tan cobarde como para atacar así a un hombre sólo y enfermo.

Tal vez hubiera mejorado rápidamente, si se le hubiera hecho saber que sólo eran treinta firmas y estas, promovidas por su casero, quien, pensando que no abandonaría el hospital en mucho tiempo, prometió a otro inquilino su apartamento. Por otra parte, ¿sería tan raro, que dos hombres pelearan en Arlés?

A principios de febrero, el doctor Delon, describió su enfermedad como alucinaciones auditivas y visuales, (oye voces que le lanzan reproches…) por lo que el comisario de policía, D’Ornano, informó que, efectivamente, Van Gogh podía ser peligroso para la seguridad pública.

2 de enero de 1889.
Mi querido Théo:

Para tranquilizarte completamente a mi respecto, te escribo estas breves frases en el gabinete del señor Rey, el interno, a quien ya conoces. Me quedaré todavía algunos días aquí, en el hospital; después, espero volver muy tranquilamente a mi casa. Ahora te ruego una sola cosa, que no te inquietes; porque entonces me provocarías una inquietud más.

Hablemos ahora de nuestro amigo Gauguin: ¿lo he asustado? En fin ¿por qué no da señales de vida? Debe haberse ido contigo. Él tenía por otra parte necesidad de volver a ver París y en París se sentiría más a gusto que aquí. Dile que me escriba y que pienso siempre en él. 

El doctor Rey, médico del hospital, escribió a Théo lo siguiente: Añado algunas palabras a la carta de su señor hermano para tranquilizarle a mi vez sobre lo que a mi respecta. Me satisface anunciarle que mis predicciones se han confirmado y que aquella sobreexcitación no ha sido más que pasajera. Yo creo que él se repondrá en unos pocos días. He insistido aunque él mismo le escribiera, para informarle de su estado. Le sugerí que bajase a mi gabinete para conversar un poco. Eso le distraerá le hará bien a él. Acepte usted mis más solícitos saludos. Rey.

Ya en el mes de marzo, hallándose el pintor mucho más sereno, hizo su propio Autorretrato con la oreja vendada, pero al parecer, tuvo otra crisis y volvió a ser internado por decisión del Alcalde de Arlés, después de la cual, alquiló un apartamento al mismo doctor Rey, aunque en un barrio más alejado del habitual.

Autorretrato con la oreja vendada. O/l. 60.0 x 49.0 cm. Arles. Enero, 1889.
Londres: Courtauld Institute Galleries
Autorretrato con la oreja vendada y pipa. O/l. 51.0 x 45.0. Arles: Enero, 1889.
 Collection Niarchos

En mayo de 1889, finalmente, Van Gogh abandonó Arlés, para ingresar, parece que voluntariamente, en un asilo para alienados cerca de Saint-Rémy-de-Provence, donde permaneció un año. Gran parte de las pinturas de aquel período representan bellos y sorprendentes conjuntos de espirales y remolinos, así como los campos de trigo que veía desde la ventana. 

Noche estrellada. Junio 1889. 73X22. Museo de Arte Moderno. New York. EUA.

A pesar de que sufrió varias crisis, durante aquel período pintó mucho, incluso alguna de sus obras más conocidas, como los Iris, ya que el hospital le cedió una sala en la que instaló su taller. 

Iris. 71×93. J. Paul Getty Museum, Los Angeles, California.
O/l.. 71.0 x 93.0 cm. Saint-Rémy: Mayo, 1889. Los Angeles: Getty Center

En enero de 1980 se mostró prometedor: nació Vincent, el hijo de Théo, a quien el pintor llegó a cobrar un profundo afecto. El Mercure de France publicó un artículo dando a conocer las opiniones de Van Gogh con respecto a la pintura y, poco después, la pintora Anna Bosch, compro su cuadro La Viña Roja –La Vigne Rouge, por 400 francos.

La Viña Roja, 1888. Óleo/Lienzo 75X93
Museo de Bellas Artes Pouchkine, Moscu

Hemos visto una viña roja, toda roja como el vino. En la lejanía se volvía amarilla y después un cielo verde con un sol, terrenos, después de la lluvia, violetas y centelleantes de amarillo por aquí y por allá, donde se reflejaba el sol poniente.

Finalmente salió del hospital a mediados de mayo de 1890. Théo, que había conocido al Doctor Gachet a través de Pisarro, le animó a visitarlo en Auvers-sur-Oise, donde, al mismo tiempo, los dos hermanos podrían verse más habitualmente, ya que Théo vivía en París y Avers distaba sólo treinta kilómetros de la capital.

Así pues, tras visitar a su hermano en París, Vincent se instaló efectivamente en Auvers-sur-Oise, una zona ya relativamente célebre por la presencia de algunos impresionistas. 

Auvers sería el refugio de los últimos 70 días de su vida, desde el 20 de mayo, hasta el 29 de julio de 1890. El doctor Gachet veló atenta y afectivamente por él durante ese tiempo. Gachet no era psiquiatra, sino médico rural, pero practicaba la homeopatía y la naciente electroterapia, aunque lo más interesante para Vincent, es que era muy aficionado a la pintura y, posiblemente, constituyó una especie de sedante para su atormentada existencia.

Retrato del Doctor Gachet. O/l. 68.0 x 57.0 cm. Auvers-sur-Oise. Junio, 1890. 
Paris: Musee d'Orsay

Las pinturas de Van Gogh sobre diversos aspectos de la Commune, tuvieron eco en la prensa de París, Bruselas y Holanda. El hecho es que, bajo la supervisión médica de Gachet, en aquellos 70 días, pintó más de 70 cuadros. Pero su debilidad mental siguió progresando. 

El 27 de julio de 1890, Vincent salió a pintar, y, al parecer lo hizo, pero por alguna razón, absolutamente desconocida, se disparó en el pecho, presumiblemente, intentando apuntar al corazón. Muy malherido, volvió a su habitación. Sus inevitables sollozos fueron oídos desde el exterior y se avisó al Doctor Gachet, que apenas pudo hacer otra cosa que ponerle un vendaje, antes de mandar un recado a Théo, que se halló al lado de su hermano, cuando falleció a los dos días. 

Seis meses más tarde fallecía también Théo y en 1914 su viuda, Johanna, hizo que los restos de ambos fueran reunidos en tumbas muy próximas, en Auvers-sur-Oise.

Una reciente teoría, propone que Van Gogh no intentó suicidarse, sino que fue víctima de un disparo accidental de dos hermanos, que, habiendo tomado un arma sin permiso, se proponían matar pequeños animales en la misma zona que él había elegido para pintar aquel día. Esto, unido a la teoría también apuntada, de que fue realmente Gauguin quien le cortó la oreja, tal vez accidentalmente, haría cambiar radicalmente la imagen que se ha transmitido de este genial creador.


El domingo 27 de julio, un tal Van Gogh, de 37 años, súbdito holandés, artista pintor, de paso en Auvers, se disparó un tiro de revólver en el campo y, resultando sólo herido, volvió a su casa, donde murió dos días después.

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La transformación sufrida por Van Gogh es llamativa y evidente en sus retratos sólo entre los años 1886-88.

Retratos de 1886, todos en el Museo Van Gogh de Amsterdam.

Retratos de 1886-87
1 Musée municipal de La Haye.- 2 Wadsworth Atheneum,Hartford.- 3 y 4 Musée Van Gogh, Amsterdam.- 5 Musée Kröller-Müller, Otterlo.- 6 Rijksmuseum, Amsterdam

1887-88
1 Musée van Gogh.- 2 Art Institute of Chicago.- 3 Musée d'Orsay.- 
4 Musée van Gogh.- 5 ¿?.- 6 Metropolitan Museum of Art.




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