El Greco imaginó a los ángeles dotados de enormes y bellas alas, cuyo tamaño le valió un reproche inquisitorial, pues se consideraron excesivas.
Sin embargo, no sólo no parece existir un canon relativo al tamaño de las alas de los ángeles, sino que, de acuerdo con los textos bíblicos, los ángeles no tienen alas.
Creados cuando comenzó el tiempo, y no desde la eternidad, como podría creerse, su nombre genérico, Ángel procede del griego άγγελος –ángelos–, es decir, mensajero. Aunque fueron creados para servir y alabar a Dios, los ángeles propiamente dichos, transmiten mensajes divinos a los hombres. Son seres inmateriales o espirituales –aunque, en ocasiones se dejan ver-, y forman parte de la novena y última categoría de una clasificación jerárquica, dentro de la cual, las más familiares en el cristianismo, son las dos primeras; Serafines y Querubines, y las dos últimas: Arcángeles y Ángeles.
La Asunción de María, de Francesco Botticini (Florencia, 1446-1498). En la cúpula aparecen las tres jerarquías propuestas por Pseudo Dionisio Areopagita.
En De Coelesti hyerarchia –Περί Ουράνιας Ιεραρχίας- o De las Jerarquías Celestes, el llamado Pseudo Dionisio Διονύσιος ο Αρεοπαγίτης, el Areopagita -se trata de un pseudónimo-, estudió a fondo los pasajes bíblicos, para establecer el esquema de tres jerarquías, esferas o tríadas de ángeles, cada una de las cuales contiene, a su vez, tres órdenes o coros:
Primera jerarquía: Serafines, Querubines y Tronos.
Segunda jerarquía: Dominaciones, Virtudes y Potestades.
Tercera jerarquía: Principados, Arcángeles y Ángeles.
Todos ellos tienen una amplia representación en al arte, desde las catacumbas, hasta la actualidad, y sus imágenes han evolucionado, prácticamente, al mismo ritmo que progresaban o desaparecían los diferentes conceptos sobre estos seres dentro de la tradición del mundo cristiano.
Fueron, pues, representados ya desde el período paleocristiano, y de ello tenemos ejemplos en la decoración mural de las catacumbas, como el Hipogeo de Dino Compagni, en la Vía Latina, de Roma, del siglo IV. En este caso, el ángel, tiene la apariencia de un hombre y carece de cualquiera de los elementos que habitualmente definen a estos espíritus, si bien, en la historia que representa, concurren elementos sorprendentes, como la capacidad de hablar de un animal.
Balaam y el Ángel. Hipogeo de Dino Compagni, catacumba de Vía Latina de Roma.
Pintura mural, s. IV.
Pintura mural, s. IV.
Balaam, era una especie de adivino de Mesopotamia, que en un momento dado recibió el encargo de maldecir a los israelitas. Durante su viaje, a lomos de una burra, es interceptado por un Ángel al que él, sin embargo, no puede ver, por lo que intenta seguir adelante, hasta que la burra se detiene, a pesar de ser apaleada. Finalmente, la burra recibe el don del habla y explica a Balaam la presencia y el mensaje del Ángel.
En el Libro de los Números, podemos leer el detalle de la esta historia que, por alguna razón, se consideró entonces apropiada para ser representada en las Catacumbas.
Los israelitas, que volvían de Egipto como una fuerza arrasadora, pusieron su campamento en el valle de Moab. Balac, que era el rey de Moab envió un mensaje a Balaam:
-Un pueblo inmenso, que ha huido de Egipto ha acampado frente a nuestro territorio y es demasiado poderoso para nosotros. ¿Podrías venir para echarles una maldición? Yo sé que cuando tú bendices a alguien, le va bien, y que cuando lo maldices, le va mal. Por favor, ven y maldice al pueblo de Israel.
Llevaron el mensaje a Balaam y también dinero, pero este les dijo que sólo haría lo que Dios le ordenara.
Esa noche Dios le dijo a Balaam:
-Si esos hombres quieren que vayas con ellos, ve; pero sólo harás lo que yo te diga.
Balaam se levantó muy temprano, ensilló su burra y se fue con los jefes de Moab, pero Dios se encolerizó con Balaam por haberse ido con ellos y el ángel de Dios se puso en medio del camino para no dejarlo pasar.
Cuando la burra vio al ángel de Dios, en el camino, dispuesto a atacar a Balaam con una espada, se salió del camino. Balaam la golpeó para hacerla volver, pero se desvió hasta tres veces y Balaam la apaleó otras tantas.
En ese momento, Dios hizo que la burra hablara, y esta le dijo a Balaam:
—¿Qué te he hecho? ¿Por qué me has golpeado tres veces? Balaam respondió:
—¡Te has burlado de mí! ¡Si tuviera una espada, te mataría ahora mismo! La burra replicó:
—¡Soy tu burra! ¡Toda la vida te he llevado por todas partes y nunca te he tratado mal, como hoy lo has hecho tú conmigo!
—Tienes razón —respondió Balaam y, en ese mismo instante, Dios permitió que Balaam viera al ángel, entonces, se arrodilló y este le dijo:
—¿Por qué has golpeado a tu burra? Yo fui quien te cerró el camino, porque no debes ir a Moab. Si tu burra no me hubiera visto ni se hubiera parado tres veces, yo te habría matado, y a ella la habría dejado con vida.
—Perdóname, Señor-, respondió Balaam. Ahora mismo volveré a mi casa.
***
Primera jerarquía: Serafines, Querubines y Tronos.
Serafines junto al Trono celestial. Horas Menores de Jean de Berry.
Manuscrito iluminado del siglo XIV.
Manuscrito iluminado del siglo XIV.
Serafín. Víktor Vasnetsov. Виктор Михайлович (1848-1926)
Serafines. Es el orden de mayor jerarquía angelical; sirve el trono de Dios y canta continuamente sus alabanzas, por lo que, a veces, también se representan portando instrumentos musicales. Se dice que rodean el trono de Dios, regulando el movimiento de los cielos. Se representan con tres pares de alas con ojos y con ellas se cubren el rostro y el cuerpo para protegerse del intenso resplandor divino. Se asocian con el fuego y con el color rojo.
Un Querubín, tal como lo describe Ezequiel.
Querubines. Son los guardianes de la luz y las estrellas. Se cree que, aunque no están entre los hombres, su luz, que procede del cielo, ilumina sus vidas. Tienen cuatro rostros y cuatro alas.
Algunos consideran que Lucifer fue un ángel caído de entre los Querubines, y que se llamaba Luzbel antes de rebelarse.
De acuerdo con el Génesis, tras la expulsión de Adán y Eva del Paraíso, los Querubines, y una espada de fuego, que se movía de un lado a otro, cerraron para siempre el camino de acceso al mismo.
Ezequiel añade más datos sobre ellos, como el de que todo su cuerpo estaba llenos de ojos, incluso en las alas y dice cuáles eran sus cuatro rostros: querubín, hombre, león y águila. Se asocian con el color azul.
Había dos Querubines de oro sobre el Arca de la Alianza.
El Arca de la Alianza. Tissot, 1896-1902
Moisés percibía la voz de Dios entre los dos Querubines que cubrían el Arca y Ezequías decía que moraba entre Querubines. Sostienen las galaxias, los planetas con sus órbitas y las estrellas.
Tronos. Aunque su deber es portar el trono de Dios en el Paraíso, están relacionados con los hombres. Fueron llamados Espíritus de las Estrellas y se les representa como seres inmensos con alas circulares y los colores del arco iris. Pueden otorgar el don de la perseverancia.
El Apocalipsis dice: En ese mismo momento, fui arrebatado por el Espíritu y vi en el cielo un trono, en el cual alguien estaba sentado. El que estaba sentado tenía el aspecto de una piedra de jaspe y de ágata. Rodeando el trono, vi un arco iris que tenía el aspecto de la esmeralda. Y alrededor de él, había otros veinticuatro Tronos, donde estaban sentados veinticuatro Ancianos, con túnicas blancas y coronas de oro. Del Trono salían relámpagos, voces y truenos, y delante de él ardían siete lámparas de fuego, que son los siete Espíritus de Dios. Frente al trono, se extendía como un mar transparente semejante al cristal. En medio del trono y alrededor de él, había cuatro Seres Vivientes, llenos de ojos por delante y por detrás. El primer Ser Viviente era semejante a un león; el segundo, a un toro; el tercero tenía rostro humano; y el cuarto era semejante a un águila en pleno vuelo. Cada uno de los cuatro Seres Vivientes tenía seis alas y estaba lleno de ojos por dentro y por fuera.
Los Tronos están dentro del grupo de los Ángeles de mayor tamaño.
***
Segunda jerarquía: Dominaciones, Virtudes y Potestades.
Dominaciones: Organizan el trabajo de los Ángeles inferiores. Reciben órdenes de los Serafines y los Querubines, y se ocupan del orden del Universo. Son organizados por el Arcángel Rafael; pueden curar en el plano físico, emocional y mental y transmiten elementos salutíferos al Universo. Estos ángeles exaltan la belleza, el amor a las artes, la sabiduría y el amor.
Virtudes: Inspiran a la humanidad de distintas maneras, especialmente, en la sabiduría. Son seres pequeños y muy numerosos. Se representan simbólicamente como cabecillas con alas; son de todos los colores, aunque asumen el blanco y pueden provocar transformaciones en la materia.
Greco. La Coronación de la
Virgen. 1603-05. 163 x 220 cm.
Hospital de la Caridad, Illescas.
Potestades: Encargados de proteger la conciencia humana y la historia. Los ángeles del nacimiento y la muerte forman parte de las Potestades. Distribuyen y controlan el poder entre los humanos. Son guerreros, se representan con armaduras y los encabeza el Arcángel Miguel. Es un grupo muy grande y mantienen el equilibrio entre el bien y el mal, de modo que el segundo nunca supere al primero.
Guido Renni. El Arcángel Miguel derrota a Satán.
Santa María de la Concepción, Roma.
Santa María de la Concepción, Roma.
***
Tercera jerarquía: Principados, Arcángeles y Ángeles.
Principados: Son custodios de las naciones y se ocupan de las relaciones entre estas.
Arcángeles: Apoyan el esfuerzo humano y dominan sobre otros seres celestiales. A través de la Biblia conocemos los nombres de varios Arcángeles, siendo los primeros: Miguel, Rafael y Gabriel, aunque también Uriel, Sealtiel, Baraquiel o Jehudiel, son mencionados en distintas iglesias cristianas y se citan numéricamente en la Biblia: Yo soy Rafael, uno de los siete ángeles que tiene entrada a la gloria del Señor.
Miguel derrotó a Lucifer y ordena las tropas de ángeles custodios, de los que cada ser humano tiene uno, cuyo nombre se correspondería con la fecha de nacimiento.
Arcángel significa en realidad, ángel superior. Suelen ser representados como jefes de la milicia celeste, con indumentaria militar, nimbos y alas.
Según la Carta a los Tesalonicenses, los Arcángeles llegarán con Cristo, en su segunda venida: Porque el mismo Señor con aclamación, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero: Luego nosotros, los que vivimos, los que quedamos, Juntamente con ellos seremos arrebatados en las nubes a recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.
Ángeles: Forman el orden inferior en la jerarquía, y son los más conocidos por los hombres, puesto que están más relacionados con ellos de muy diversas formas. Son mensajeros y protectores, pero es importante saber que, al contrario de lo que se suele creer, precisamente, entre las características de los Ángeles no está la de tener alas.
Como aspecto igualmente excepcional, podemos recordar un texto del Libro de Zacarías, según el cual, parece que habría ángeles mujeres: Había dos mujeres que avanzaban. El viento soplaba en sus alas: tenían dos alas como las de la cigüeña.
Entre el final del siglo II y principios del III dC, se produjo el primer debate teológico para definir la figura del ángel. De acuerdo con los textos sagrados, a estas criaturas, llamadas mensajeros, se les encargó la tarea de intermediar entre Dios y los hombres, aunque de ella pueden ocuparse asimismo, profetas o mortales dotados para esta transcendental ocupación.
Los ángeles en los Evangelios: Mateo
Un ángel advierte a José que María va a tener un hijo y después de la partida de los magos, el Ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo que huyera a Egipto.
Cuando Jesús es tentado para que pida ayuda a los ángeles y demuestre que le obedecen, Él se niega, pero después de la tentación, aparecen para servirle y confortarle.
El Hijo del hombre enviará a sus ángeles, y estos quitarán de su Reino todos los escándalos y a los que hicieron el mal. Así sucederá al fin del mundo: vendrán los ángeles y separarán a los malos de entre los justos para arrojarlos en el horno ardiente. Allí habrá llanto y rechinar de dientes, porque entonces, el Hijo del hombre vendrá en la gloria de su Padre, rodeado de sus ángeles, y entonces pagará a cada uno de acuerdo con sus obras.
E. de Morgan. Amanecer
Cuidaos de despreciar a cualquiera de estos niños –advierte Jesús-, porque os aseguro que sus ángeles en el cielo están constantemente en presencia de mi Padre celestial.
Marcos: Los ángeles, o bien no se casan, o bien no tienen sexo, aunque generalmente son representados como hombres. En la resurrección, ni los hombres ni las mujeres se casarán, sino que todos serán como ángeles en el cielo.
Enviará a sus ángeles para que, al sonido de la trompeta, congreguen a sus elegidos de los cuatro puntos cardinales, de un extremo al otro del horizonte, pero en relación con ese proceso final, es decir, el día y la hora en que se va a producir, nadie los conoce, ni los ángeles del cielo, ni el Hijo, sino sólo el Padre.
Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria rodeado de todos los ángeles, se sentará en su trono glorioso. Todas las naciones serán reunidas en su presencia, y él separará a unos de otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos. Luego dirá a los de la izquierda: Alejaos de mí, malditos; id al fuego eterno que fue preparado para el demonio y sus ángeles.
Cuando Lucifer se rebeló, otros ángeles abandonaron con él el Paraíso-, si bien estos, llamados ángeles caídos, o demonios, no perdieron las cualidades o poderes angélicos, entre ellas, su quasi omnipresencia -no exactamente porque estén siempre en todas partes, sino porque pueden desplazarse a todas partes de forma instantánea-.
Están ordenados, en cierto modo, como un ejército: Jesús le dijo: Guarda tu espada, porque el que a hierro mata a hierro muere. ¿O piensas que no puedo recurrir a mi Padre? Él pondría inmediatamente a mi disposición más de doce legiones de ángeles.
De pronto, se produjo un gran temblor de tierra: el Ángel del Señor bajó del cielo, hizo rodar la piedra del sepulcro y se sentó sobre ella. El Ángel dijo a las mujeres: No temáis, yo sé que buscáis a Jesús, el Crucificado. No está aquí, porque ha resucitado como lo había dicho.
Las tres Marías en el sepulcro. Peter von Cornelius
Lucas: Entonces se le apareció el Ángel del Señor, de pie, a la derecha del altar del incienso. Al verlo, Zacarías quedó desconcertado y tuvo miedo. Pero el Ángel le dijo: No temas, Zacarías; tu súplica ha sido escuchada. Isabel, tu esposa, te dará un hijo al que llamarás Juan. Yo soy Gabriel, el que está delante de Dios, y he sido enviado para hablarte y anunciarte esta buena noticia.
En el sexto mes, el Ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia de David, llamado José. El nombre de la virgen era María.
En esa región acampaban unos pastores, que vigilaban por turno sus rebaños durante la noche. De pronto, se les apareció el Ángel del Señor y la gloria del Señor los envolvió con su luz. Ellos sintieron un gran temor, pero el Ángel les dijo: No temáis, porque os traigo una buena noticia, una gran alegría para todo el pueblo: Hoy, en la ciudad de David, os ha nacido un Salvador, que es el Mesías, el Señor. Y esto os servirá de señal: encontraréis a un niño recién nacido envuelto en pañales y acostado en un pesebre. Y junto con el Ángel, apareció de pronto una multitud del ejército celestial, que alababa a Dios, diciendo: ¡Gloria a Dios en las alturas!
Adoración de los Magos. Altar del Duque de Ratchis, de San Martín. Año 737-744. Museo Cristiano de Cividale del Friuli.
Ocho días después, llegó el tiempo de circuncidar al niño y se le puso el nombre de Jesús, nombre que le había sido dado por el Ángel antes de su concepción.
Porque si alguien se avergüenza de mí y de mis palabras, el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga en su gloria y en la gloria del Padre y de los santos ángeles. A aquel que me reconozca abiertamente delante de los hombres, el Hijo del hombre lo reconocerá ante los ángeles de Dios.
Se alegran los ángeles de Dios por un solo pecador que se convierte
El pobre murió y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham. El rico también murió y fue sepultado; en la morada de los muertos, y en medio de los tormentos, levantó los ojos y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro junto a él.
Getsemani. Carl Heinrich Bloch
-Aleja de mí este cáliz. Pero no se haga mi voluntad, sino la tuya. Entonces se le apareció un ángel del cielo que lo reconfortaba.
-Es verdad que algunas mujeres que están con nosotros nos han desconcertado: fueron de madrugada al sepulcro y, al no hallar el cuerpo de Jesús, volvieron diciendo que se les habían aparecido unos ángeles, asegurándoles que él está vivo. –No queda en este caso, claro, pues hay tres versiones, si ante la tumba se presentó un solo ángel, o si fueron dos, o varios, o se describen distintas apariciones a distintas personas.
Juan: Jesús continuó: Porque te he dicho que te vi debajo de la higuera, crees. Verás cosas más grandes todavía. Y añadió: Os aseguro que veréis el cielo abierto, y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre.
Entonces se oyó una voz del cielo: Ya lo he glorificado y lo volveré a glorificar. La multitud que estaba presente y oyó estas palabras, pensaba que era un trueno. Otros decían: Le ha hablado un ángel. Jesús respondió: Esta voz no se ha oído por mí, sino por vosotros.
María se había quedado afuera, llorando junto al sepulcro. Mientras lloraba, se asomó al sepulcro y vio a dos ángeles vestidos de blanco, sentados uno a la cabecera y otro a los pies del lugar donde había sido puesto el cuerpo de Jesús. Ellos le dijeron: Mujer, ¿por qué lloras?
***
En el lienzo del Greco titulado Concierto de Ángeles, estos aparecen sin alas.
Pinacoteca Nacional. Museo Alexandros Sutsos. Atenas - Εθνική Πινακοθήκη- Μουσείο Αλεξάνδρου Σούτζου
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