viernes, 10 de febrero de 2023

Edgar Allan Poe (I) Su esposa Virginia Eliza Clemm

 Virginia Eliza Clemm: 

El único retrato conservado de Virginia Eliza Clemm Poe, es esta acuarela, pintada tras su muerte en 1847. -Retrato de Poe por Samuel Stillman Osgood.

Virginia Eliza Clemm - Poe, fue la esposa del Edgar Allan Poe. Eran primos, y se casaron cuando ella tenía 13 años y él, 27. 

Virginia Eliza Clemm había nacido el 15 de agosto de 1822, en Baltimore, y se le puso el nombre de una hermana fallecida diez días antes, siendo todavía una niña. Su padre, William Clemm, Jr., era comerciante de artículos de ferretería en Baltimore. Se había casado con Maria Poe, la madre de Virginia, el 12 de julio de 1817, después del fallecimiento de su primera esposa, Harriet, prima hermana de Maria.

Clemm tenía ya cinco hijos de su anterior matrimonio, y tuvo otros tres con María, a todos los cuales, cuando murió, en 1826, dejó muy pocos bienes, agravándose la situación ante el hecho de que los parientes del padre les negaron su ayuda, escudándose en que nunca habían aprobado aquel matrimonio. Para mantenerlos, María se dedicó a la costura y recibió huéspedes que complementaban la pensión de 240 dólares anuales que le había sido concedida a su madre, Elizabeth Cairnes, que estaba inmóvil y postrada en cama; se trataba de una pensión que percibía por su último marido, el "general" David Poe, un antiguo oficial de intendencia de Maryland que prestaba dinero al Estado.

Edgar Poe conoció a Virginia, su prima, en agosto de 1829, cuatro meses antes de ser licenciado del ejército. Ella tenía entonces siete años.

En 1832, la familia —compuesta por Elizabeth, Maria, Virginia, y Henry— logró, gracias a la pensión de Elizabeth, alquilar una casa en Baltimore. El hermano mayor de Edgar, William Henry Leonard Poe, que también había vivido con la familia, falleció el 1 de agosto de 1831. Edgar se fue a vivir con ellos en 1833 y, muy pronto, se enamoró de una vecina llamada Mary Devereaux y, al parecer, la pequeña Virginia era la mensajera entre los enamorados, llegando, incluso, en cierta ocasión, a ingeniárselas para hacerse con un mechón del cabello de Mary Devereaux, como regalo para Edgar. 

Elizabeth Cairnes Poe falleció el 7 de julio de 1835, quedando la familia sin ingresos. Henry también falleció, el año siguiente y así fue como Virginia se convirtió en la única superviviente de los hijos de Maria Clemm.

En agosto de 1835, Edgar había abandonado Baltimore para ir a Richmond, donde le ofrecieron un empleo en el Southern Literary Messenger, con la esperanza de ganar algún dinero que le permitiera ayudar a su familia, sumida en la pobreza. 

Mientras Poe se encontraba fuera de Baltimore, otro primo suyo, Neilson Poe, marido de la medio hermana de Virginia, Josephine Clemm, supo que el escritor estaba considerando la idea de contraer matrimonio con Virginia. Neilson se ofreció a llevarla a su casa y educarla, con el fin de evitar el matrimonio de la joven a una edad tan temprana, pero dejando abierta la posibilidad de que la oferta de matrimonio pudiera ser más tarde reconsiderada. Su proyecto provocó que Edgar llamara a su primo Neilson, entonces propietario de un periódico de Baltimore, su “más implacable enemigo”, pues entendió su ofrecimiento, como un intento de evitar su relación con Virginia. Después, el día 29 de agosto de 1835 envió una carta a Maria, “escribo cegado por las lágrimas”, suplicándole que permitiese a Virginia decidir por sí misma, al tiempo que, considerándose suficientemente respaldado por su empleo en el Southern Literary Messenger, se ofreció a velar económicamente por Maria, Virginia y Henry, si se iban a vivir con él a Richmond.

Se acordaron así los planes de matrimonio y Edgar volvió a Baltimore para solicitar una licencia matrimonial el 22 de septiembre de 1835. Es posible que, ya entonces, la pareja se hubiese casado en secreto, pero los datos al respecto no son claros. La ceremonia documentada tuvo lugar en Richmond, el 16 de mayo de 1836, cuando la unión de Edgar y Virginia fue sancionada por un ministro presbiteriano. Edgar tenía 27 años y Virginia 13, aunque se escribió que su edad era de 21. El título matrimonial fue presentado en Richmond, e incluía un affidávit de Thomas W. Cleland confirmando la supuesta mayor edad de la novia.

Acta matrimonial de Edgar y Virginia. En la parte inferior, Thomas W. Cleland, “da fe” de que Virginia tiene 21 años. Nacida el 15 de agosto de 1822, la firma está fechada el 16 de mayo de 1836

La ceremonia tuvo lugar al atardecer, en casa de Mrs. James Yarrington, propietaria de la casa de huéspedes en la que Edgar, Virginia y la madre de Virginia, Maria Clemm, residían entonces. Yarrington ayudó a Maria Clemm a hornear un pastel y preparó la cena de la boda. Virginia y Edgard pasaron después una corta luna de miel en Petersburg. 

Ha habido un apasionado debate en torno a lo inusual de este matrimonio, dadas la diferencia de edad y la relación de consanguinidad entre los contrayentes. El reconocido biógrafo de Poe, Arthur Hobson Quinn, sostiene que no era un caso muy infrecuente, como tampoco lo era el que Poe llamase cariñosamente a su esposa “Sissy” o “Sis”, del inglés “sister”, es decir, hermana. 

Sin embargo, otro biógrafo del escritor, Kenneth Silverman, opina que, aunque el matrimonio entre primos no fuese infrecuente, sí lo era la extrema juventud de la novia. 

Por otra parte, la edad no sería óbice, si, como se asegura, la relación Clemm-Poe pudo haber sido más de hermanos que de esposos. Algunos estudiosos, entre ellos la psicoanalista Marie Bonaparte, leyendo en clave autobiográfica varias obras esenciales de Poe, y han llegado a la conclusión de que Virginia murió virgen, y que ella y su marido no consumaron nunca el matrimonio. Esta interpretación con frecuencia asume que Virginia es la joven mencionada en el poema dedicado a una “doncella... con el nombre de Annabel Lee”

Fue hace muchos, muchos años,

en un reino junto al mar,

vivió una doncella a quien quizá conocisteis,

de nombre, Annabel Lee;

y esta doncella vivió sin otro pensamiento

que amar y ser amada por mí.

... ... en aquel reino junto al mar,

un viento sopló de una nube, helando

a mi bella Annabel Lee;

Así que vinieron sus nobles parientes

y la llevaron lejos de mí,

para callarla en un sepulcro

en aquel reino junto al mar.

Por otra parte, el también biógrafo de Poe, Joseph Wood Krutch sugirió que Poe no necesitaba a las mujeres “del modo en que las necesitan los hombres “normales” sino únicamente como fuente de inspiración y de cuidados, porque -terminaba-, Poe nunca estuvo interesado sexualmente por las mujeres.

Sin embargo, amigos de Poe sugirieron que la pareja no compartió el lecho durante, al menos, los primeros dos años de matrimonio, pero que, desde el momento en que ella cumplió los 16 años, su vida conyugal fue “normal”, hasta la aparición de la enfermedad de Virginia. 

Como podremos ver, casi todo en la vida de Edgar Allan Poe, suele ofrecer dos interpretaciones opuestas. En cualquier caso, las fuentes coinciden en que Virginia y Edgar formaron una pareja feliz y enamorada. George Rex Graham, que algún tiempo fue patrón de Poe, escribió de su relación: “Su amor por su esposa fue una especie de adoración extática al espíritu de la belleza”.

En una ocasión, Poe escribió a un amigo: “A nadie entre los seres vivientes veo tan hermoso como a mi mujercita”. 

Virginia, según numerosas opiniones de la época, prácticamente idolatraba a Edgar. A menudo se sentaba cerca de él cuando escribía, mantenía en orden sus plumas y tinteros, y se ocupaba de sus manuscritos. 


Eliza declaró su amor a Poe en un poema acróstico que escribió cuando tenía 23 años, fechado el 14 de febrero, día de San Valentín, de 1846:



Cypress vine

El escándalo Osgood/Ellet

Frances Sargent Osgood.

La “indiscreción de tantas lenguas.” / “the tattling of many tongues”, en el sexto verso del poema de Virginia, es, sin duda, una referencia a un más que desagradable suceso. 

Según parece, -ya hemos dicho que todo suceso relativo a Poe, puede tener dos lecturas-, en 1845 -año anterior al poema de Virginia-, el escritor tuvo un galanteo con Frances Sargent Osgood, una poetisa, casada, de 34 años. Virginia sabía de aquella amistad, e incluso pudo haberla alentado, pues invitó varias veces a Frances a visitarles, posiblemente, creyendo que la relación ejercía un efecto positivo sobre Poe, que había hecho la promesa de “renunciar al uso de estimulantes”, porque, de hecho, no bebía cuando Frances estaba con él.

Elizabeth F. Ellet

Al mismo tiempo, otra poetisa, Elizabeth F. Ellet, se enamoró de Edgar y sintió celos de Frances Osgood. 

Aunque, en una carta a Sarah Helen Whitman, Poe escribió que el amor de ella, era “repugnante”/”loathsome” y que “no podía hacer otra cosa que rechazar[lo] con desdén”, publicó algunos poemas de Ellet en el Broadway Journal, cuando era editor de la publicación. 

Ellet, que era conocida como persona atrevida y vengativa, en cierta ocasión en que se encontraba de visita en casa del escritor, en enero de 1846, dijo haber visto una carta privada de Frances a Poe, en la que había “párrafos aterradores”. Después habló con Frances Osgood y le sugirió que tuviera cuidado con lo que escribía, y que le pidiera a Poe que le devolviera sus cartas.

Frances Osgood, entonces, envió a Margaret Fuller y Anne Lynch Botta a pedir a Poe que le devolviera sus cartas. Furioso el escritor, las tachó de “entrometidas”/”Busy-bodies”, y añadió que Elizabeth Ellet haría mejor en “cuidarse de sus propias cartas”, sugiriendo que también podrían contener indiscreciones, y se las devolvió, pero ella guardó silencio y le dijo a su hermano, el coronel William Lummis, que se las reclamara a Poe, previa amenaza de muerte.

Poe entonces, y por si la amenaza se hacía realidad, pidió una pistola a su amigo Thomas Dunn English, que escribía en ocasiones, pero que era más conocido como médico y abogado, el cual puso en duda que Poe hubiera devuelto las cartas, pues consideraba que nunca existieron, 

Molesto por ser tachado de embustero, Poe retó entonces a Thomas D. English a una pelea a puñetazos, de la que, posteriormente, presumiría de haber vencido:  “-Le di a E. una paliza que recordará hasta el día de su muerte”-, aunque, en realidad, en su cara quedó una fea herida, causada por una anillo de English. 

Todo ello no hizo sino acrecentar el escándalo del asunto de Frances Sargent Osgood, cuyo marido optó por intervenir también, amenazando con demandar a Elizabeth Ellet, a menos que se disculpase por sus insinuaciones, algo que ella hizo por medio de una carta dirigida a Frances S. Osgood, en la que decía: “La carta que me enseñó Mrs Poe debe haber sido una falsificación”, según ella, hecha por el propio Poe, a quien responsabilizó de todo el asunto, basándose, dijo, en que era “dado a la bebida, y proclive a actos de locura”. A partir de entonces, se dedicó a difundir el rumor de la locura de Poe, que, recogido por otros enemigos del autor, incluso llegó a aparecer en algunos periódicos. 

El hecho de que las acusaciones de Osgood fueran o no ciertas -ya hemos visto que después se desdijo, aunque, a medias-, no oculta su evidente intención de causar un daño al Poe.

El diario de St. Louis Reveille informó: “Hay un rumor que circula por Nueva York, en el sentido de que Mr. Edgar A. Poe, el poeta y autor, ha quedado trastornado, y sus amigos van a ponerlo al cuidado del Dr. Brigham del 'Insane Retreat' de Utica”. 

Sea como fuere, el escándalo desapareció cuando Frances S. Osgood se reconcilió definitivamente con su marido.

Virginia, sin embargo, quedó muy afectada por todo lo ocurrido, pues recibió muchas cartas anónimas sobre las supuestas indiscreciones de su marido, ya desde julio de 1845; cartas que, según se cree, procedían de Ellet. El hecho es, que, hallándose ya en sus últimas horas, Virginia no dudó en declarar que Mrs. E. la había asesinado, si bien, otras fuentes declaran que solo cuando Virginia murió, fue cuando, un amigo, sugirió que el escándalo forzado por Ellet, exacerbó su enfermedad de tal manera que sí podría afirmarse que "la señora E. había sido su asesina".

Grabado de Frances Osgood que figura en su antología poética de 1850.

Frances Sargent Osgood, de soltera, Locke, nacida el 18 de junio de 1811 (+12 de mayo de 1850), era poeta y una de las más famosas escritoras de su tiempo. Conocida como "Fanny", fue más conocida, precisamente, por sus intercambios poéticos con Edgar Allan Poe.

Frances Sargent Locke había nacido en Boston, Massachusetts, como hija de Joseph Locke, un rico comerciante, y de su segunda esposa, Mary Ingersoll Foster -hermana de Martha Ingersoll, que había sido la primera-, y que, para entonces, ya era viuda de Benjamin Foster, con el cual había tenido dos hijos: William Vincent Foster y Anna Maria Wells, que también sería poetisa y tendría una estrecha relación con Frances. Joseph y Mary tuvieron siete hijos, uno de los cuales, Andrew Aitchison Locke, también fue escritor.

Frances creció en Hingham, Massachusetts y de pequeña, asistió al prestigioso Boston Lyceum for Young Ladies/'Instituto para señoritas de Boston'. Publicó poesía por primera vez cuando tenía 14 años, en una revista bimensual de poesía para niños, llamada Juvenile Miscellany y editada por Lydia Maria Child. 

Las hijas de los Osgood.

Frances, que escribía poemas inspirados en pinturas, en 1834, conoció a Samuel Stillman Osgood, un joven retratista, en el Boston Athenaeum. Él le pidió que posase para un retrato, a lo que ella accedió y se prometieron antes de que el retrato estuviese terminado, optando por casarse, el 7 de octubre de 1835. Después se trasladaron a Inglaterra, y el 15 de julio de 1836, nació su primera hija, Ellen Frances y seguían allí, cuando, en 1838, ella publicó su poemario A Wreath of Flowers from New England/ 'Florilegio de Nueva Inglaterra, que contenía "Elfrida", un poema dramático en cinco actos. Posteriormente publicó otro libro de poemas: El ataúd de la fortuna.

Al morir el padre de ella, en 1839, los Osgood volvieron a Boston, pero después del nacimiento de su segunda hija, May Vincent, el 21 de julio de 1839, se trasladaron a Nueva York. Frances Osgood se convirtió en miembro muy conocido de la sociedad literaria de la ciudad y en una prolífica escritora. Muchos de sus trabajos aparecieron en las revistas más populares de su tiempo. A veces escribía bajo pseudónimos, como "Kate Carol" o "Violet Vane". Su libro, The Poetry of Flowers and the Flowers of Poetry, La Poesía de las Flores y las Flores de la Poesía, fue publicado en 1841. Otros libros suyos: The Snowdrop, a New Year Gift for Children (1842), Rose, Sketches in Verse (1842), Puss in Boots (1842), The Marquis of Carabas (1844) y Cries in New York (1846). La campanilla blanca, regalo de año nuevo para los niños (1842), Rosa, Bocetos en verso (1842), El gato con botas (1842), El marqués de Carabas (1844) y Gritos en Nueva York. 

Sin embargo, pese a su gran éxito literario, su vida no fue muy feliz. Se cree que los Osgood se separaron hacia 1843, aunque, como hemos visto, volverían a reunirse años después. 

En febrero de 1845, Poe dio una conferencia en Nueva York en la que criticó la poesía estadounidense, especialmente, la de Henry Wadsworth Longfellow, pero hizo mención especial de Frances Osgood, manifestando que la poetisa tenía "a rosy future" un futuro, color rosa, en literatura. Aunque no asistió a la conferencia, ella escribió a Poe, diciéndole que era “conocido como el crítico más duro del momento”, lo que significaba que su elogio la había impresionado profundamente.

Edgar Allan Poe to Henry Wadsworth Longfellow, June 22, 1841. "El más alto respeto.”

Se cree que Poe y Osgood se conocieron al ser presentados por Nathaniel Parker Willis, en marzo de 1845, cuando ella estaba separada de su marido, aunque no divorciada. La mujer de Poe, Virginia, vivía aún, ya muy delicada de salud. Poe pudo sentir atracción por Osgood porque ambos eran bostonianos y también posiblemente debido al atractivo ingenuo de ella, que la asemejaba a Virginia. Frances, podía sufrir ya un estadio temprano de tuberculosis, igual que Virginia.

Poe utilizó su poder como copropietario del Broadway Journal para publicar una selección de poemas de Frances, algunos de ellos muy halagadores y hasta coquetos hacia él. Poe respondió publicando poemas propios, algunos con el pseudónimo 'Edgar T. S. Grey'. El más notable de éstos es "A Valentine" (1846), es en realidad un acertijo que ocultaba el nombre de Osgood, que aparecía tomando la letra primera del verso 1, la letra segunda del verso 2, y así sucesivamente. A pesar de estos intercambios apasionados, la relación entre Poe y Osgood se suele considerar puramente platónica.

A Valentine

Edgar Allan Poe - 1809-1849

For her this rhyme is penned, whose luminous eyes,

BRightly expressive as the twins of Loeda,

ShAll find her own sweet name, that, nestling lies

UpoN the page, enwrapped from every reader.

SearCh narrowly the lines!—they hold a treasure

DivinE—a talisman—an amulet

That muSt be worn at heart. Search well the measure—

The wordS—the syllables! Do not forget

The triviAlest point, or you may lose your labor!

And yet theRe is in this no Gordian knot


Which one miGht not undo without a sabre,

If one could mErely comprehend the plot.

Enwritten upoN the leaf where now are peering

Eyes scintillaTing soul, there lie perdus

Three eloquent wOrds oft uttered in the hearing

Of poets, by poetS—as the name is a poet’s, too.

Its letters, althouGh naturally lying

Like the knight PintO—Mendez Ferdinando— 

Still form a synonym fOr Truth—Cease trying!

You will not read the riDdle, though you do the best you can do.

Fue esta rima escrita, para aquella cuyos ojos luminosos

brillan, expresivos, como los gemelos de Lœda. (1)

Y hallará en ella que su propio dulce nombre yace allí, misterioso, (2)

cuando en la página cada lector, inquisitivo, (proceda) (3)

y vea con cuidado las líneas! Guardan éstas un tesoro

excelente --un talismán-- un amuleto (4)

que va a ser llevado en el corazón. Busquen bien la clave de oro –(5)

Palabras -- Sílabas! No vayan a olvidar, (en el apuro),

los triviales trazos, o pueden su labor perder!

Es sin embargo (cierto) que no hay en esto Gordiano Nudo, (6)

que habrá alguien que sin usar un sable lo pueda deshacer. (7)

Alguien que meramente pueda comprender el asunto

cito en la página que ahora pueden ver

con centelleantes ojos del alma, y que yace allí, oculto. (8)

Tres palabras elocuentes, que en muchas audiencias declaman

a poetas por poetas --que de poeta es el nombre también.

Sus letras en el (enigma), naturalmente engañan (9)

como el viajero Pinto --Mendez Ferdinando--(quien) (10)

(Notas al final).

https://lyricstranslate.com/es/valentine-un-enamorado.html

Virginia creía que aquella amistad tenía un efecto "calmante" sobre su marido, y estaba en lo cierto, ya que Poe, de hecho, había dejado el alcohol, sólo para impresionar a la poetisa. Virginia también pudo ser consciente de su muerte inminente y buscaba a alguien que se ocupara de Edgar. Osgood, el marido de Frances, tampoco puso objeciones, al parecer bajo el influjo de su mujer; y también debido a que él mismo tenía reputación de promiscuo. Otras personas, sin embargo, no se mostraban tan razonables, y Edgar y Frances fueron ampliamente criticados y humillados por su supuesta relación.

La también poetisa Elizabeth F. Ellet, cuyo afecto había despreciado el escritor, difundió rumores sobre ellos, hasta el punto que llegó a sugerir, incluso que la tercera hija de Osgood, Fanny Fay, no era de su marido, sino de Poe. Fanny Fay nació en junio de 1846 pero murió en octubre. El biógrafo de Poe, Kenneth Silverman, afirma que el hecho de que Poe fuese el padre de Fanny Fay es “posible pero muy improbable”. Sin embargo, algunos biógrafos siguieron especulando sobre tal posibilidad, y algunos sugirieron que el poema "Ulalume" se refería a Fanny Fay y su tumba. 

Osgood, en un intento de preservar su honor, envió a Margaret Fuller y Anne Lynch a pedir a Poe que le devolviese las cartas que le había escrito a fin de destruirlas. En julio de 1846 el marido de Osgood exigió a Ellet que pidiera disculpas a su esposa, si quería evitar ser demandada por difamación. Ellet respondió en una carta retractándose de sus declaraciones y culpando de todo a Poe y a su esposa Virginia. Desde 1847, Osgood y Poe no volvieron a relacionarse. 

Poe no fue el único hombre que flirteó literariamente con Frances. Otros hombres expresaron su afecto por ella, entre ellos, Rufus Wilmot Griswold, a quien Osgood dedicó un libro de poesía. Ella también escribió un poema de San Valentín -costumbre en su época-, en que mezcló su propio nombre con el de Griswold. La rivalidad entre Griswold y Poe por la poetisa puede haber sido el principal motivo de su distanciamiento, y el mejor ejemplo de ello sería la violenta difamación contra Poe emprendida por Griswold cuando Edgar ya había muerto. 

Los Osgood se reconciliaron en 1846, y se fueron a Filadelfia algún tiempo, para distanciarse del escándalo. Aunque ella estaba enferma, continuó escribiendo, pero se confinó en su cuarto al año siguiente, cuando sus hijas tenían 8 y 11 años; gran parte de la poesía de ese período refleja su preocupación por las niñas. Su marido, que apenas tenía ingresos como pintor, la abandonó en 1849 atraído por la Fiebre del oro de California, y volvió poco antes de que ella muriera.

Frances murió de tuberculosis un año después que Poe, en 1850. Está enterrada en el Mount Auburn Cemetery de Cambridge, Massachusetts. En 1851, sus amigos publicaron una antología de sus escritos: The Memorial, Written by Friends of the Late Mrs. Frances Sargent Locke Osgood / Memorial, escrito por amigos de la difunta Sra. Frances Sargent Locke Osgood. Se volvió a publicar en 1854 como "Laurel Leaves"/'Hojas de laurel', añadiendo entonces una introducción biográfica a cargo de Griswold. 

Sus dos hijas murieron un año después que ella; May Vincent Osgood el 26 de junio de 1851 y Ellen Frances el 31 de agosto.

Frances Osgood fue una prolífica escritora y colaboró en la mayoría de los principales periódicos de la época. Fue también una de las poetisas más admiradas de mediados de la década de 1840. Se mostró siempre muy abierta y sincera en sus escritos, comentando en ellos a menudo sus relaciones con los demás, a pesar de ser su carácter tímido. Gran parte de su obra habla del amor a la poesía, pero también dedicó poemas a su madre, su hermana, su marido y varios amigos. Los poemas escritos a sus hijas no son sentimentales; el historiador literario Emily Stipes Watts escribió: “son intentos honestos de expresar pensamientos y emociones de manera nunca antes vista en la poesía femenina” y representan una sincera preocupación por el desarrollo y bienestar de las pequeñas.

Griswold declaró en cierta ocasión, que Osgood creaba poemas “casi con la fluidez de la conversación”. Edgar A. Poe, en una reseña de sus obras, escribió que no tenía rival “ya sea en nuestro propio país o en Inglaterra”. Comentó su libro A Wreath of Flowers from New England / Una Corona de Flores desde Nueva Inglaterra, en el número de septiembre de 1846 del Godey's Lady's Book, afirmando que su autora mostraba “un profundo sentimiento y un gusto exquisito” y que su trabajo merecía una difusión mucho más amplia.

Elizabeth Fries Lummis Ellet. Sodus Point, Nueva York, 18 de octubre de 1818-3 de junio de 1877. Fue escritora, poetisa e historiadora; como tal, la primera que registró las vidas de las mujeres que participaron en la Guerra de Independencia de los Estados Unidos.

Firmando todavía Elizabeth Fries Lummis, publicó su primer libro, Poems, Translated and Original / Poemas, traducidos y originales, porque no se casó con el químico William Henry Ellet, hasta 1835, yendo ambos a vivir a Carolina del Sur. Publicó varios libros y numerosos artículos en periódicos y, en 1845 volvió a Nueva York donde se afianzó el mundo literario. 

Se vio envuelta en el escándalo público que involucró a Edgar Allan Poe y a Frances Sargent Osgood, y posteriormente en otro con Rufus Wilmot Griswold. 

Su obra más importante, The Women of the American Revolution / Las mujeres de la Revolución Americana, se publicó en 1845. En tres volúmenes, reseñaba las vidas de las mujeres patriotas de la historia temprana de los Estados Unidos. Continuó escribiendo hasta su muerte en 1877.

Su madre, Sarah Maxwell (1780-1849), era hija del capitán de la guerra de Independencia de los Estados Unidos, John Maxwell. Su padre, William Nixon Lummis (1775-1833), era un destacado doctor que estudió medicina en Filadelfia bajo la tutela del famoso médico Benjamin Rush. A principios del siglo XIX, dejó Filadelfia y compró el estado Pulteney en Sodus Point, condado de Wayne, Nueva York. 

Elizabeth Lummis asistió al seminario femenino de Aurora, en la ciudad homónima, Nueva York, donde estudió, entre otras materias, francés, alemán e italiano. Su primera obra publicada, a los 16 años, fue una traducción del Eufemio di Messina, de Silvio Pellico.

“Ópera seria en tres actos”

En 1835 publicó su primer libro, titulado Poems, Translated and Original / Poemas, traducidos y originales, en el que se incluía su tragedia Teresa Contarini, extraída de la historia de Venecia, que fue interpretada con éxito en Nueva York y en otras ciudades. 

Fue entonces cuando se casó con William Henry Ellet (1806-1859), un químico de Nueva York, que se había titulado en la facultad de Columbia, en Nueva York, donde se le concedió una medalla de oro por su disertación sobre los componentes del cianógeno. El matrimonio se fue  a vivir a Columbia, en Carolina del Sur, cuando en 1836 William Trabajó como profesor de química, mineralogía y geología en la facultad de aquel Estado, admitido en la Unión desde 1788, como el estado número ocho 

Durante aquel período, Elizabeth Ellet publicó varios libros; en 1839 escribió The Characters of Schiller / Los personajes de Schiller, un ensayo crítico sobre el escritor Friedrich Schiller, en el que incluyó su traducción de varios de sus poemas. 

En 1840 escribió Scenes in the Life of Joanna of Sicily / Escenas de la vida de Joanna de Sicilia, una historia del estilo de vida de la nobleza femenina, y Rambles about the Country / Paseos por el país; una vívida descripción de los paisajes que había observado durante sus viajes por los Estados Unidos. Siguió escribiendo poemas, traducciones y ensayos sobre la literatura europea, con los que colaboró en el American Monthly, el North American Review, el Southern Literary Messenger, el Southern Quarterly Review, y otros periódicos, escribiendo mucho sobre una amplia variedad de géneros.

En 1845, quedando su esposo en el sur, ella volvió a Nueva York, donde retomó su lugar como miembro de la sociedad literaria junto a escritores como Margaret Fuller, Anne Lynch Botta, Edgar Allan Poe, Rufus Wilmot Griswold, Anna Cora Mowatt y Frances Sargent Osgood.

Margaret Fuller, Anne Lynch Botta, Rufus Wilmot Griswold y Anna Cora Mowatt (representando a Beatriz, de Shakespeare).

Y Frances Sargent Osgood, ya citada como una de las personas que se vieron implicadas en el escándalo Ellet-Poe a mediados de la década de 1840.

Ellet se implicó en el escándalo que involucró Edgar Allan Poe y a Frances Sargent Osgood, ambos casados con otras personas. Las versiones sobre los detalles del escándalo y la secuencia de eventos difieren entre sí. En aquel momento, Poe estaba en la cima de su fama por su poema El cuervo. Algunas mujeres, activas dentro de los círculos literarios del momento, le enviaban cartas -entre ellas, Ellet y Osgood-, algunas de las cuales podrían haber sido de tono amoroso. 

Ellet acostumbraba a discutir sobre asuntos literarios con Poe, y se cree posible que compitiera en este sentido con Osgood. Poe escribió varios poemas para y sobre Osgood, incluyendo A Valentine / Tarjeta del día de San Valentín.

Pues bien, durante una visita a la casa de Poe en enero de 1846, Ellet supuestamente vio algunas cartas de Osgood que le mostraría Virginia, por lo que aconsejó a la remitente que las reclamara, para evitar indiscreciones.

En consecuencia, en representación de Osgood, Margaret Fuller y Anne Lynch Botta. pidieron a Poe que devolviese aquellas cartas. Él, enfadado por aquella intromisión, sugirió que Ellet que se cuidara “de sus propias cartas”, en una de las cuales, al parecer, le pedía a Poe que la visitara en su residencia esa noche, una frase que se presume debía tener fines seductores, si bien él la ignoró o no la entendió. Después, reunió las cartas y las dejó en casa de Ellet, a pesar de lo cual, Ellet pidió a su hermano que exigiera las cartas en su nombre. 

Su hermano, el coronel William Lummis, no creyó que Poe se las hubiese entregado ya, y le amenazó de muerte, lo que motivo al escritor a pedir una pistola a Thomas Dunn English -quien nunca creyó que Ellet le hubiese enviado las cartas. 

Por su parte, Samuel Stillman Osgood, el marido de Frances, amenazó con demandar a Ellet a menos que se disculpara formalmente, de modo que esta retiró sus declaraciones y se retractó en una carta a Frances diciendo: “La carta que me enseñó Mrs Poe debe haber sido una falsificación hecha por el propio Poe”, echando toda la culpa a Poe, y sugiriendo que el incidente se había producido porque el escritor era “dado a la bebida, y proclive a actos de locura”; Ellet difundió este rumor de la locura de Poe, que fue bien recibido por algunos enemigos del autor e incluso apareció en varios periódicos. 

Curiosamente, el escándalo terminó, cuando Osgood se reconcilió con su marido. 

Entre tanto, Virginia, quedó muy afectada por el asunto, pues había recibido cartas anónimas sobre las supuestas indiscreciones de su marido ya desde julio de 1845, si bien se cree que Ellet estaba detrás de aquellos anónimos, que llegaron a alterar a Virginia hasta el punto de que en su lecho de muerte declaró, nada menos, que, “Mrs. E.” había sido su asesina. Y Poe, por su parte, dijo años después: “Desdeñé a Mrs. E. simplemente porque me repugnaba, y hasta este día no ha cesado su persecución anónima.”

Edición de 1856 de, The Women of the American Revolution

Hacia 1846, Ellet empezó un vasto proyecto de carácter histórico; escribir las biografías de las mujeres que se comprometieron con la Guerra de Independencia, a cuyo efecto, examinó numerosas cartas privadas inéditas y diarios, y entrevistó a descendientes de aquellas mujeres, de las que se convirtió en su primera historiadora, en un intento de equilibrar la participación femenina, hasta entonces ignorada y su “amor por la libertad civil que luego se encendió en una flama y vertió luz en el mundo”.

Encontró tanta información de tantas patriotas que la primera edición de The Women of the American Revolution / Las mujeres de la revolución americana, de 1848, tuvo que ser publicada en dos volúmenes, que fueron tan bien recibidos, que en 1850 salió un tercero con material adicional. Los historiadores posteriores consideran este trabajo, su obra más importante. 

Ellet también escribió Domestic History of the American Revolution / Historia doméstica de la revolución americana, en el que resumía el mismo material en narraciones que también se publicó, en 1850.

Ellet contó las historias de las mujeres de las diversas colonias y clases sociales, exceptuando a las afroamericanas, a las que decidió ignorar. Algunas de las mujeres sobre las que escribió, fueron Martha Washington, Abigail Adams, Mercy Otis Warren y Ann Eliza Bleecker, entre otras, famosas por méritos propios. También escribió sobre algunas menos conocidas y de las casadas que, frente a la invasión inglesa, criaban a sus hijos y defendían sus hogares. Escribió: “Es casi imposible apreciar ahora la vasta influencia del patriotismo de las mujeres en el destino de la naciente república”.

Martha Washington. Primera Dama pionera. Abigail Adams, segunda “Primera Dama” y madre de Presidente.

Mercy Otis Warren, poetisa, dramaturga y panfletista activista durante la Revolución Americana. - Ann Eliza Bleecker; su poesía pastoral es estudiada por historiadores para obtener una perspectiva de la vida en la primera línea de la revolución.

El antólogo y crítico Rufus Wilmot Griswold, había ayudado a Ellet en la creación del libro y le facilitó el acceso a los registros de la Sociedad Histórica de Nueva York, de la que era miembro. Sin embargo, la escritora no reconoció su aportación, lo que encolerizó al vengativo Griswold, que en una crítica, escribió: “con la asistencia de unos pocos caballeros más familiarizados que ella con nuestra experiencia pública y doméstica, ha hecho un valioso e interesante trabajo.”

Y ya como reconocida y respetada autora, Ellet escribió, en 1849, Family Pictures from the Bible / Figuras familiares de la Biblia, y, en 1850, escribió Evenings at Woodlawn / Tardes en Woodlawn; una recopilación de leyendas y tradiciones alemanas, y Domestic History of the American Revolution / Historia doméstica de la Revolución Americana, posiblemente la única historia sobre la Guerra de Independencia, contada tanto desde la perspectiva masculina como de la femenina.

De 1851 a 1857 escribió Watching Spirit / Espíritus vigilantes; Pioneer Women of the West / Mujeres pioneras del oeste; Novelettes of the Musicians / Novelas cortas de los músicos, y Summer Rambles in the West / Paseos de verano en el oeste, inspirados en un viaje en bote por el río Minnesota, en 1852. Una ciudad local, Eden Prairie, tomó el nombre de Ellet y le dedicó un camino en su honor.

Cubierta de The Practical Housekeeper/Ama de Casa Práctica. 1857

En 1857, publicó una enciclopedia de 600 páginas sobre la economía doméstica estadounidense titulada, The Practical Housekeeper, una guía, que parecía orientada al público femenino de clase media-alta; estaba organizada en tres partes: cocina, limpieza y cuestiones farmacéuticas Incluía miles de recetas y consejos, todo con referencias a filósofos, científicos y civilizaciones antiguas. También tenía 500 ilustraciones de grabados en madera. En el prefacio escribió: “No se ha publicado en el país, dentro de los límites de un conveniente manual, un sistema completo sobre economía doméstica.”

En 1859, Women Artists in All Ages and Countries / Mujeres artistas de todos los tiempos y países, es el primer libro sobre la historia de las artistas femeninas. The Queens of American Society / Las reinas de la sociedad americana, en 1867, y Court Circles of the Republic / Círculos de la Corte de la república, de 1869; ofrecen, además, una amplia visión de la vida de dieciocho presidentes, desde George Washington hasta Ulysses S. Grant. 

En 1850, Ellet y su esposo volvieron a Nueva York, dónde él pasó sus últimos años como asesor químico para la compañía de gas de Manhattan. Pero en 1852, Ellet se vio envuelta en el caso de divorcio de Rufus Griswold con su segunda esposa, Charlotte Myers. 

Con Ann S. Stephens, escribió a Charlotte Myers diciéndole que no aceptase el divorcio, y al mismo tiempo, a Harriet McCrillis, que se iba a casar con Griswold tras la separación, para que terminase su relación con él. 

Y todavía, cuando el divorcio se concedió, Ellet y Stephens siguieron escribiendo a Myers y la convencieron para que lo revocara, el 23 de septiembre de 1853.

El 24 de febrero de 1856, la apelación llegó a la corte, y Ellet y Stephens prestaron extensos testimonios contra del carácter de Griswold, pero ni el implicado, ni Charlotte Myers asistieron y la apelación fue desestimada. 

Cuando Griswold murió en 1857, Sarah Anna Lewis, amiga y escritora del editor, sugirió que (de nuevo) Ellet había empeorado su enfermedad porque había “acosado a Griswold hasta la muerte”. 

En 1857 Ellet reemplazó a Ann Stephens como editora literaria del Evening Express de Nueva York. Su esposo murió dos años después, en 1859. Continuó escribiendo, e impulsó ayudas para mujeres y niños empobrecidos dando conferencias para reunir fondos. 

A pesar de profesar la fe de la Iglesia Episcopal casi toda su vida, se convirtió al catolicismo en sus últimos años y, finalmente. murió de la enfermedad de Bright -renal-, en la ciudad de Nueva York el 3 de junio de 1877. Fue enterrada junto a su esposo en el cementerio de Green-Wood en Brooklyn. No tuvieron hijos.

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Habíamos quedado en que Virginia Poe, sintiéndose muy agredida por el asunto, culpó de todo a Ellet, diciendo que, además, era la causante de su propia muerte; en una palabra, que la había asesinado.

La realidad, es, que, para entonces, Virginia ya había desarrollado la tuberculosis, que le diagnosticaron a mediados de enero de 1842. Una tarde, mientras cantaba y tocaba el piano, dio muestras evidentes de la enfermedad. Aunque su marido creyó que se trataba solo de la rotura de un vaso sanguíneo, su salud empeoró y, en poco tiempo, casi la inmovilizó, lo que causó a Edgar una profunda depresión, especialmente cuando de forma ocasional ella mostraba signos de mejoría, que luego desaparecían. En una carta a su amigo John Henry Ingram, Poe describió su estado de ánimo en aquellos momentos: “Cada vez yo sentía todas las agonías de su muerte, y en cada avance de mi trastorno la amaba con más intensidad y me aferraba a su vida con más desesperada pertinacia. Pero soy por constitución sensible, nervioso en un grado muy poco frecuente. Me volví loco, con largos intervalos de horrible cordura”.

Posiblemente, la decisión de los Poe de cambiar entonces de residencia, se debió a la esperanza de encontrar un entorno más saludable para Virginia. Eligieron Filadelfia, donde probaron distintas viviendas, desde principios de la década de 1840, de las cuales, la última, se conserva ahora como el Edgar Allan Poe National Historic Site, en Spring Garden. Allí, Virginia llegó a encontrarse lo suficientemente bien como para cuidar del jardín y distraer a sus visitas tocando el arpa o el piano y cantando.

Posteriormente, en algún momento a principios de abril de 1844, se trasladaron a Nueva York, viajando en tren y barco de vapor. Virginia esperó a bordo del barco mientras su marido buscaba alojamiento en una casa de huéspedes de Greenwich Street. 

A principios de 1846, Elizabeth Oakes Smith, amiga de la familia, declaró que Virgina admitía: “Sé que moriré pronto; sé que no me pondré bien; pero quiero ser tan feliz como sea posible, y hacer feliz a Edgar”. Además, prometió al escritor, que cuando llegara su hora, se convertiría en su ángel de la guarda.

Virginia Poe vivió la última parte de su enfermedad en esta cabaña en el Bronx, Nueva York. Imagen de 1900.

La cabaña, hoy.

En mayo de 1846, Poe, Virginia, y su madre, Maria, se fueron a vivir a una pequeña casa de campo en Fordham, a unas catorce millas de la ciudad; una casa que todavía hoy permanece en pie y se puede visitar. 

En la que es la única carta conservada de Poe a Virginia, fechada el 12 de junio de 1846, él la instaba a seguir siendo optimista: “Preserva a tu corazón de la desesperanza, y confía un poco más todavía”. 

Tras la reciente pérdida del Broadway Journal, la única publicación de la que Poe fue propietario en toda su vida, dijo, “Debería haberme desanimado, pero no lo hago por ti, mi querida mujercita; tú eres ahora mi mayor y único estímulo para enfrentarme a esta desagradable, insatisfactoria e ingrata vida”. Con todo, hacia noviembre de ese año, numerosos síntomas, mostraban que el estado de Virginia era desesperado.

Nathaniel Parker Willis, amigo de Poe e influyente editor, publicó un anuncio el 30 de diciembre de 1846, solicitando ayuda para la familia, aunque los datos que aportaba no eran del todo exactos: 

Enfermedad de Edgar A. Poe. —Lamentamos poner en su conocimiento que este caballero y su esposa están ambos peligrosamente enfermos de tuberculosis, y que la mano del infortunio se cierne pesadamente sobre sus asuntos temporales. Lamentamos decir que han quedado reducidos a una situación tal que apenas son capaces de obtener lo necesario para vivir. Esto es, sin duda, verdaderamente duro, y esperamos que los amigos y admiradores de Mr. Poe acudirán prontamente en su ayuda en esta amarga hora de necesidad.

Willis, no había hablado con Poe desde hacía dos años, período durante el cual, él mismo había perdido a su esposa, pero se convirtió en uno de sus principales apoyos en aquel momento. 

También se publicó otro mensaje de la madre de Poe, Eliza, y algunos, incluso, se hicieron eco de su lamento: “¡Gran Dios!”, escribió uno, “¿es posible que los aficionados a la literatura de la Unión dejen al pobre Poe morir de inanición y lo arrojen a la mendicidad en Nueva York? Eso es lo que nos han llevado a creer las frecuentes noticias en los periódicos afirmando que Poe y su esposa están postrados en un lecho de miseria, muerte y enfermedad, sin un céntimo”.

El Saturday Evening Post afirmaba que Virginia ya no tenía esperanza de vida, y que Poe estaba desamparado: “Se ha dicho que Edgar A. Poe está postrado con fiebre cerebral, y que su esposa se atraviesa las últimas etapas de la tuberculosis. Se encuentran sin dinero y sin amigos”. 

Incluso el editor Hiram Fuller, a quien Poe había demandado anteriormente por difamación, intentó, en el New York Mirror buscar ayuda para ellos: “Nosotros, con los que él peleó, tomaremos la delantera”.

Si creemos las descripciones que de ella se conservan, Virginia tenía el cabello oscuro, los ojos de color violeta, y la piel muy pálida; “blanco puro”, mostrando un “mal cutis que echaba a perder su belleza”. Un visitante de la familia Poe notó que, “el tono rosado de sus mejillas era demasiado brillante”, seguramente, un síntoma de su enfermedad. Otro visitante de Fordham escribió: “Mrs. Poe lucía un aspecto muy juvenil; tenía grandes ojos negros, y una blancura de perla en el cutis, de una perfecta palidez. Su pálido rostro, sus brillantes ojos, y su pelo negro como ala de cuervo le daban un aspecto ultraterreno”; aspecto, por otra parte, mencionado por diferentes personas, que sugirieron que su apariencia no era del todo humana. William Gowans, que se alojó en una ocasión en casa de la familia, describió a Virginia como una mujer de “belleza y encanto sin igual, su ojo podía rivalizar con el de una hurí, y su rostro desafiaba a que lo imitase el genio de todo un Canova”. Muchos testimonios contemporáneos, así como biógrafos modernos, han destacado su apariencia infantil, incluso en los últimos años de su vida.

En su lecho de muerte, Virginia dijo a su madre: “Dear... consolarás y cuidarás a mi pobre Eddy?—¿nunca, nunca le abandonarás?” La madre, de hecho, permaneció junto al escritor hasta que este murió, en 1849, aunque no estuvo presente en su fallecimiento.

Cuando Virginia estaba agonizando, la familia recibió numerosas visitas, entre ellas la de una antigua amiga llamada Mary Starr. En cierto momento, Virginia puso la mano de Starr en la de Poe y la conminó a “ser una amiga para Eddy, y no abandonarle”.

   “A Mary Starr” es un poema perdido. Mientras residía con la señora Clemm en Amity Street, en Baltimore, alrededor de 1834, Poe conoció a una chica llamada María Newman. Ella le presentó a Mary Starr, hija de un grabador de Filadelfia. Esta Mary vivía en Essex Street, cerca de Fayette en el hogar del hermano de su madre, James Devereaux, cuyo apellido usaba socialmente. Tenía una tez clara y cabello largo y rubio. 

   Poe y Mary Starr se enamoraron, pero su familia lo desaprobó, y hubo una pelea: la joven se negó a recibir una carta. del poeta que le trajo Virginia Clemm. Mucho después, según su sobrino, Mary dijo: "El Sr. Poe... publicó... en un periódico de Baltimore, un poema de seis u ocho versos [probablemente estrofas], dirigida 'A María'. El poema era muy severo y hablaba de inconstancia. Todos mis amigos y Él sabía a quién se refería. Esto también se sumó a la indignación de mi tío".

   La discusión pudo haber sido violenta; pero más tarde, después de que Mary se casó con un sastre comerciante llamado Jenning, que tenía una tienda en la ciudad de Nueva York y una casa en Nueva Jersey, la amistad revivió. Poe probablemente llamó a María en 1842. Ella y su esposo visitaron la familia Poe en Fordham en 1846, y en 1847 ayudaron a pagar el funeral de Virginia Clemm Poe. La señora Jenning se quedó junto al poeta durante la ceremonia. Más tarde se mudó a Detroit, donde murió, a los setenta y un años, en 1887.

   Mi información sobre Mary Starr proviene en gran parte de su nieta, así como de manuscritos impresos y otros incompletos. El 15 de enero de 1935, entrevisté a Minnie Aletha Jenning, quien me aseguró que el artículo "Poe's Mary", en Harper's New Monthly Magazine, marzo de 1889, era básicamente cierto, pero probablemente demasiado complementado. También hay cartas que se refieren a Mary Starr, de Marie Louise Shew Houghton y su hija, Dora; algunos investigadores se refieren a la señorita Starr como "Baltimore Mary" o Mary Devereaux.

   Dado que el poema era reprochable, todos los intentos de identificarlo con poemas mejores, deben estar equivocados. Incluyen "To Mary", firmado "P." en Boston New England Magazine, de enero de 1832; "Lines to Mary" por "H. T." en 3 de noviembre de 1832; el propio "To Mary" de Poe -más tarde retitulado "To F[rances]"- en el Mensajero literario del Sur, de julio de 1835; y "Woman's Heart", en el Baltimore Times, de 16 de junio de 1832. 

   Siento como seguro que el poema de Poe existió, pero no se ha encontrado debido a la imperfección de los archivos de varios periódicos de Baltimore. 

   Thomas Ollive Mabbott, "To Mary Starr". The Collected Works of Edgar Allan Poe.

El 29 de enero de 1847, Poe escribió a Marie Louise Shew: “Mi pobre Virginia vive todavía, aunque marchitándose deprisa y sufriendo mucho dolor”. 

Virginia fue atendida por Marie Louise Shew, de 25 años, que trabajaba como enfermera, y tenía conocimientos médicos adquiridos de su padre y de su marido, ambos médicos. Proporcionó a Virginia un edredón, pues para abrigarse solo disponía de la vieja capa militar de Poe, y asimismo, le proporcionó vino, que la paciente bebía “sonriendo, incluso cuando le resultaba difícil tragarlo”. 

Virginia murió al día siguiente, 30 de enero, tras cinco años de enfermedad. Shew ayudó a organizar su funeral, e incluso compró el ataúd. 

Aparecieron obituarios en varios periódicos. El 1 de febrero, los neoyorquinos, Daily Tribune y Herald, incluían este sencillo obituario: “El sábado 30 del mes pasado, de consunción pulmonar, en el 25º año de su vida, VIRGINIA ELIZA, esposa de EDGAR A. POE”. 

El funeral se ofició el 2 de febrero; entre los asistentes se encontraban, Nathaniel Parker Willis, Ann S. Stephens y el editor George Pope Morris. Poe no quiso ver el rostro de su esposa muerta, diciendo que prefería recordarla viva. 

Aunque ahora se encuentra en el cementerio Westminster Hall and Burying Ground, en Baltimore, fue sepultada, en principio, en una cripta propiedad de la familia Valentine, dueña también de la casa de campo en que residían ella y Poe.

Pocas horas después de su muerte, fue cuando Poe se dio cuenta de que no tenía un solo retrato de ella y encargó que se le hiciese uno en acuarela. Aparece llevando los “hermosos linos” con los que Shew recuerda haberla vestido; ella misma pudo haber sido la autora del retrato, aunque no se sabe con seguridad. La imagen pasó posteriormente a la familia de la medio hermana de Virginia, Josephine, esposa de Neilson Poe.


En 1875, cuando el escritor fue cambiado de sepultura, el cementerio en el que yacía Virginia fue destruido, y sus restos casi olvidados. Uno de los primeros biógrafos de Poe, William Gill, recuperó y reunió los huesos y los guardó en una caja. Veintisiete años después, la versión de Gill aparecida en el Boston Herald; afirmaba que estaba visitando el cementerio de Fordham, en 1883, justo cuando el sacristán recogía con una pala los huesos de Virginia, decidido a tirarlos, ya que nadie los había reclamado. Como Poe había fallecido en 1849, Gill se hizo cargo de los restos de Virginia y, después de ponerse de acuerdo con Neilson Poe y John Prentiss Poe, en Baltimore, se encargó de colocar la caja en la sepultura del autor en un pequeño ataúd de bronce, situándolo a la izquierda de Poe. Los restos de Virginia yacieron así, finalmente, junto a los de su marido, desde el 19 de junio de 1885, casi diez años después de que fuese erigido su propio monumento funerario. El mismo hombre que había oficiado como sacristán durante el funeral de Poe y sus posteriores exhumaciones e inhumaciones, se encontró también presente en los ritos funerarios por los cuales sus restos quedaron junto a los de Virginia y los de la madre de ésta, Maria Clemm.

La muerte de Virginia, como era de esperar, tuvo un terrible impacto en Poe, que quedó sumido en una profunda tristeza durante varios meses. Un amigo dijo al respecto: “La pérdida de su esposa fue un duro golpe para él. Tras su muerte, no parecía importarle vivir una hora, un día, una semana o un año; ella era todo para él”. 

Un año después, Poe escribió a un amigo que había experimentado el mayor mal que puede sufrir un hombre, desde que “una esposa a la que amaba como ningún hombre había amado antes”, había caído enferma.

Mientras Virginia aún luchaba por recuperarse, Poe volvió al alcohol, después de un largo período de abstinencia. La frecuencia y la cantidad de lo que bebía es un tema discutido ya en vida del escritor y hasta hoy. Poe se refirió a esta reacción suya ante la enfermedad de su mujer como a su propia enfermedad, afirmando que encontró la cura “en la muerte de mi esposa. Esto puedo soportarlo, y así lo hago, como corresponde a un hombre. Era la horrible e interminable oscilación entre la esperanza y la desesperación, lo que no hubiera podido soportar más tiempo sin una total pérdida de la razón”.

Poe visitó regularmente la tumba de Virginia; su amigo Chauncey Burr escribió: “Muchas veces, tras la muerte de su amada esposa, fue visto en la medianoche de invierno, sentado junto a su tumba, casi helado en la nieve”. 

Poco después de la pérdida de Virginia, Poe cortejó a otras mujeres, como Nancy Richmond, de Lowell, Massachusetts, Sarah Helen Whitman, de Providence, Rhode Island, y su amada de la niñez, Sarah Elmira Royster, en Richmond. A pesar de eso, Frances Sargent Osgood, insistió en que “[Virginia] fue la única mujer a la que él alguna vez amó”.

Sarah Elmira Royster

Entre Julio de 1825 y Febrero de 1827 -la fecha exacta es desconocida-, Edgar se unió en secreto a Elmira Royster, aunque durante poco tiempo, ya que el padre de Elmira desaprobó la relación y la animó a casarse con otro hombre, lo que ella cumplió, desposándose con Alexander Shelton. (Imagen: Museo Poe).

La vida de Edgar Allan Poe continuó, bordeando siempre la leyenda y la realidad, lo cierto y lo falso, la locura y la lucidez, la verdad y la mentira... hasta su misteriosa muerte. Pero el resto de su historia, así como el contenido de algunos de sus principales poemas, relacionados con su esposa, será asunto de una nueva entrada, pues muchas de sus obras, interpretadas en clave autobiográfica, reflejarían, según se cree, la larga lucha de Virginia contra la enfermedad y su trágico final, desde la visión y el sentimiento de Poe. El ejemplo más conocido es "Annabel Lee", arriba citado. Se ha dicho a menudo que este poema, que habla de una joven novia muerta y de su doliente amante, fue inspirado por Virginia, aunque se han mencionado también como posibles inspiraciones, otras mujeres de la vida de Poe, como Frances Sargent Osgood o Sarah Helen Whitman. 

El poema titulado "Lenore", [1843?] se ha definido como, a“la más hermosa muerta que falleció tan joven”. 

Grabados 1 y 3 ed. 1885. -llustración de Henry Sandham para Lenore, edición de 1886.

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Un poema parecido, "Ulalume", ha sido también considerado un homenaje a Virginia, igual que "Lenore", [¿1843?]. De ambos veremos algunos fragmentos, más adelante.

Tras la muerte del escritor, George Gilfillan, de la revista londinense Critic, afirmó que Poe había sido el responsable de la muerte de su esposa, “empujándola a una sepultura prematura, para poder escribir "Annabel Lee" y "El cuervo", si bien, "El cuervo" se publicó en realidad bastante antes del fallecimiento de Virginia.

Virginia aparece también en la prosa de Poe. El cuento "Eleonora" (1842), que presenta a un narrador preparándose para casarse con su prima, con la que vive junto a la madre de ella, y puede también ser una referencia a la enfermedad de Virginia. Cuando Poe lo escribió, su esposa acababa de empezar a mostrar los primeros síntomas. Fue poco después de que la pareja se trasladase a Nueva York en 1844. Este relato, que presenta a un hombre doliéndose de la muerte de su esposa mientras transporta su cadáver en barco, parece sugerir los sentimientos de Poe ante la muerte inminente de su esposa. Cuando el barco naufraga, el marido prefiere morir antes que separarse del cuerpo. El relato "Ligeia", en el cual, el personaje sufre una lenta y prolongada enfermedad, puede también estar inspirado en Virginia. 

Tras la muerte de Virginia, Poe modificó el primer cuento que había publicado, "Metzengerstein", y suprimió una frase del narrador: “Desearía que todo lo que amo pereciese de esta suave enfermedad”. La supuesta locura de Poe durante la enfermedad de su esposa puede también verse reflejada en varios relatos en primera persona, como "El corazón delator", "El gato negro" y "El barril de amontillado".

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Notas del editor en "A Valentine".

1 Twins of Lœda: "los gemelos de Leda" = Cástor y Pólux transformados en la constelación de Geminis. Son las estrellas más brillantes de ese grupo. Tal como está, enfría un poco el ritmo, pero es mejor no alterar el texto porque requeriría modificar algunas palabras más. La variante sería, Línea 2: ... como Lœdico gemelo. Línea 4: ... proceda con celo.

2 Nestling lie: "anidando yace" = está oculto.

3 Enwrapped: "envuelto, absorbido" = es estar absorto con algo, como el acertijo, cuya solución demanda que el lector sea inquisitivo.

4 Aquí se necesita la letra / e / en la posición 6. "Divino" y "excelente" son sinónimos, aunque excelente no posee la cualidad celestial de divino, por lo que en este caso aterrenal representaría mejor el concepto --y también tiene una / e / en la sexta posición-- pero suena a demasiado misterioso y poco festivo en una velada como esa.

5 Search well the measure: "busquen bien la medida" = hallen, si pueden, la clave. El si pueden, no es gratuito, deriva de bien.

6 El Nudo Gordiano representa tareas que por su complejidad parecen imposibles de realizar. Requiere soluciones creativas y/o radicales.

7 Alejandro Magno lo intentó, pero al no lograrlo, lo cortó con su espada.

8 Centelleantes ojos del alma, se refiere a buscar una segunda interpretación del texto: ya usamos nuestros sentidos y no hallamos nada, busquemos ahora con el corazón.

9 Las letras del nombre se mimetizan en el texto evitando ser leídas fácilmente; se "ocultan" y por tanto todo el texto -en este sentido- "miente".

10 Fernão Mendes Pinto (1503-1583) explorador portugués cuyas descripciones de lo ocurrido en sus viajes eran tan fantasiosas que se ganó la fama de mentiroso, aunque no se puede afirmar que todo lo que vio fuera un invento. Tiene todavía algún grado de credibilidad.

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