Se ha podido recrear digitalmente el aspecto del autor de La Divina Comedia mostrando a un hombre con un mentón menos pronunciado y una nariz aguileña, pero no tanto como se le venía atribuyendo, aunque resulta muy parecido al que hemos conocido siempre.
Dante Alighieri, poeta y escritor italiano que vivió entre los siglos XIII y XIV, marcó con su obra maestra, La Divina Comedia un hito en la historia de la humanidad: su vívida descripción del Infierno, dejaría un paradigma en la concepción del más allá, siendo, además, el pasaje más comentado y el que más atracción ha suscitado a lo largo de la historia.
Sin embargo, a pesar de su perdurable legado, el verdadero rostro del artista está rodeado de misterio, porque sus retratos más populares se crearon mucho después de su muerte. Ahora, el nuevo estudio ha revelado, por primera vez en más de 700 años, cómo era su cara utilizando el cráneo para recrear digitalmente su apariencia.
Dante murió en 1321 y en 1495 Botticelli creó una de las imágenes más famosas del «padre de la lengua italiana» de perfil, en la que aparece un hombre con una nariz larga y barbilla puntiaguda. El pintor se inspiró en una imagen similar del escritor que aparece en un fresco de la Catedral de Florencia, quizás más parecida a la actual, que a la del propio Botticelli.
Todo lo que se sabía sobre su aspecto partía de la información que proporcionó el escritor Boccaccio en su biografía sobre Dante, a quien describió como «un individuo de mediana estatura, algo encorvado, con cara alargada, nariz aguileña y ojos más grandes que pequeños». Pero este escritor no llegó a conocer personalmente a Dante, sino que recopiló información de personas cercanas al poeta y que convivieron con él.
Ahora, las nuevas imágenes en 3D, muestran que tenía un mentón menos pronunciado y una nariz aguileña, pero no tan aguda como la que le había representado anteriormente. El experto brasileño en gráficos Cicero Moraes utilizó un estudio del cráneo de Dante, de 1921 combinado con información sobre el rostro del escritor, y descubrió que el autor de La Divina Comedia tenía una cabeza grande, nariz aguileña, ojos grandes y cara alargada.
Para conseguir estas imágenes, Moraes y su equipo de la Universidad Federal de Uberlândia (Brasil) utilizó un proceso llamado aproximación facial, que consiste en realizar una serie de proyecciones basadas en datos estadísticos extraídos de tomografías y ecografías que se combinan con la deformación anatómica, otra técnica que consiste en alterar el rostro digitalizado de un donante vivo hasta que se ajuste al cráneo en cuestión, revelando, así, un rostro compatible con el del poeta en vida
«Se generaron dos conjuntos de imágenes, uno con un enfoque objetivo, en escala de grises, sin pelo y con los ojos cerrados y otro en color y con elementos subjetivos, como el color de los ojos, la piel y la ropa, según las imágenes más conocidas».
Dante Alighieri fue exiliado de su Florencia natal en 1302 y murió en Rávena en 1321, algo que, según afirma Moraes, confiere a su imagen reconstruida un profundo sentido de tragedia y resistencia: «Muestra a un hombre brillante, pero amargado por el exilio», afirma.
Los resultados de este estudio coescrito con su colega Thiago Beaini se publicaron y recuerdan que «existe un gran debate sobre si un cerebro más grande está dotado de mayor inteligencia», pero «incluso si ignoramos este planteamiento, es un hecho que la obra de Dante era la de un individuo genial».
Su Divina Comedia «no solo tuvo una gran influencia en la literatura mundial, sino también en la organización de una lengua y –quizá exagerando un poco– en la creación de toda una nación», advierte el científico.
Tenemos, pues, según parece, una imagen más aproximada, del genio que creó la Commedia, aunque a estas alturas, resulte algo difícil borrar la anterior, o las anteriores, del recuerdo.
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Antes de pasar a un análisis, necesariamente somero, de la COMMEDIA, veremos los más trascendentes momentos de su biografía, ante la extrañeza y el intento de comprender, cómo una vida tan inquieta ha dado lugar a una obra tan inmensa como la de Dante, algo que quizás, solo se explica con una palabra: genialidad.
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Dante Alighieri, bautizado Durante di Alighiero degli Alighieri. Florencia, c. 29 de mayo de 1265 - Rávena, 14 de septiembre de 1321. Poeta y escritor, autor de la Divina Comedia, una de las obras fundamentales de la transición del pensamiento medieval al renacentista y una de las cumbres de la literatura universal.
La fecha exacta del nacimiento de Dante no es segura, aunque generalmente se cree que fue alrededor de 1265. Esto puede deducirse de las alusiones autobiográficas reflejadas en la Vita Nuova. Dante participó activamente en las luchas políticas de su tiempo, por lo que fue desterrado de su ciudad natal, y fue, además, un activo defensor de la unidad italiana. Escribió varios tratados en latín sobre literatura, política y filosofía. A él debemos el tratado en latín De Monarchia, de 1311, que constituye una exposición detallada de sus ideas políticas, entre las cuales se encuentran la necesidad de la existencia de un Sacro Imperio Romano y la separación de la Iglesia y el Estado. En 1289 participó en la Batalla de Campaldino durante la guerra entre Florencia y Arezzo, y contribuyó así a la victoria de los florentinos.
Apodado «el Poeta Supremo» / «il Sommo Poeta», también se le considera el «padre del idioma italiano», entonces denominado Volgare. Su primera biografía fue escrita por Giovanni Boccaccio (1313-1375), en el Trattatello in laude di Dante.
Se desconoce, pues, el año exacto de su nacimiento, aunque suele datarse en torno a 1265 en Florencia, teniendo en cuenta algunas alusiones autobiográficas en la Vita Nuova y en el Infierno, que se inicia «en medio del camino de nuestra vida»; sabiendo, por otras de sus obras que, siguiendo una tradición bien conocida, Dante consideraba que la mitad de la vida de un hombre eran los treinta y cinco años, si el viaje imaginario se inicia en 1300, debería haber nacido hacia 1265. Algunos versos del Paraíso informan que nació bajo el signo de Géminis, es decir, entre el 21 de mayo y el 21 de junio.
Pudo haber sido bautizado con el nombre de «Durante» en el Baptisterio de Florencia, el nombre de «Dante» sería la versión hipocorística del mismo. Su familia era de Florencia y su verdadero nombre era Alaghieri.
Favorable al partido güelfo, su padre, Alighiero de Bellincione, era un güelfo blanco, pero no sufrió la venganza de los gibelinos, después de su victoria en la batalla de Montaperti. Esta salvación le dio un cierto prestigio a la familia. La madre de Dante fué Bella degli Abati y falleció cuando el autor tenía entre cinco y seis años. Poco después, su padre se volvió a casar, esta vez con Lapa di Chiarissimo Cialuffise. Existe controversia en cuanto a esa boda, se cree que, debido a las dificultades existentes en la época, cuando se trataba de bodas de viudos. Tuvieron dos hijos: Francesco y Tana –Gaetana-.
Mientras estudiaba en su ciudad natal en 1278, fue discípulo de Brunetto Latini, que aparece en Infierno, canto XV, y fue amigo del poeta Guido Cavalcanti.
Cuando Dante tenía doce años se comprometió con Gemma, hija de Messer Manetto Donati, con la que se casó en 1291, posiblemente en la Iglesia de Santa Margarita. Los matrimonios negociados a edades tan precoces eran entonces frecuentes y, para celebrarlos, se realizaba una ceremonia importante, que exigía actos oficiales firmados ante notario. Dante tuvo varios hijos con Gemma: Jacopo, Pietro, Antonia, y, quizá un cuarto, Juan.
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Muy poco se sabe de la educación de Dante, aunque se presume que se educaba en su casa y que estudió poesía toscana de Guittone de Arezzo y Bonagiunta Orbicciani. En ese momento, la Escuela Siciliana cautivó a Dante. Sus centros de interés lo llevaron a conocer lugares de Provenza y la cultura latina. También era muy evidente su admiración hacia el poeta Virgilio. Además, estudió la lengua vernácula italiana, el latín; la lengua franca de esa época, y el Provenzal, y de hecho insertó algunos versos en este idioma en el Purgatorio. Cabe señalar que en la Edad Media, la caída del Imperio Romano de Occidente dejó en Italia una docena de pequeños Estados, de modo que Sicilia estaba alejada cultural y políticamente de la Toscana, como esta lo estaba de Provenza: las regiones no compartían la misma lengua ni la misma cultura y los sistemas de comunicación eran difíciles.
Cuando tenía nueve años, Dante conoció a la dama florentina Beatriz Portinari, hija de Folco Portinari, de la cual se enamoró «a primera vista», y al parecer sin siquiera haber hablado entre ellos. Él continuó observándola con frecuencia incluso después de cumplir los dieciocho años; a menudo intercambiaban saludos en la calle, pero nunca llegó a conocerla bien y él mismo, con eficacia, propuso el ejemplo para el amor cortés. Es difícil explicar lo que este amor comprendía en realidad, pero fue algo sumamente importante para la cultura italiana.
En nombre de este amor Dante dio su impronta al Dolce stil nuovo que. posteriormente influyó en escritores y poetas para descubrir el tema del «Amor», que nunca antes había sido tan acentuado. El amor por Beatriz, al parecer, era la razón de su poesía y de su vida, junto con sus pasiones políticas. Cuando Beatriz murió en 1290, Dante trató de encontrar un refugio en la literatura, más específicamente en la latina. Entonces se dedicó a los estudios filosóficos en escuelas religiosas como Santa Maria Novella.
Su pasión «excesiva» por la Filosofía fue criticada más tarde por el personaje de Beatriz en el Purgatorio, el segundo canto de la Divina Comedia.
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Dante, como muchos florentinos de la época, estuvo involucrado en el conflicto entre Güelfos y Gibelinos.
Los términos Güelfos y Gibelinos proceden de los italianos guelfi y ghibellini, con los que denominaban a las dos facciones que desde el siglo XII apoyaron en el Sacro Imperio Romano Germánico, respectivamente, a la Casa de Baviera: los Welfen, de donde proviene el término «güelfo», que en alemán se pronuncia “velfen”, y a la casa de los Hohenstaufen de Suabia, señores del castillo de Waiblingen, y de ahí la palabra «gibelino». La lucha entre ambas facciones tuvo lugar también en Italia, desde la segunda mitad del siglo. Su contexto histórico era el conflicto secular entre el Papado, que sería apoyado por los güelfos, contra el Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, apoyado por los gibelinos. Durante esta época ambas facciones representaban a los dos poderes universales que se disputaban el Dominium mundi.
Dante luchó en la Batalla de Campaldino, que se produjo el 11 de junio de 1289, con los Caballeros Florentinos Güelfos contra los Gibelinos de Arezzo, y en 1294 estuvo entre los caballeros que escoltaron a Carlos Martel de Anjou-Sicilia, nieto de Carlos I de Sicilia, mientras este se encontraba en Florencia.
En junio de 1290 se sitúa la fecha de la presunta muerte de Beatriz, a los veinticuatro años de edad.
Más adelante en su carrera política, se hizo Doctor y Farmacéutico, aunque se propuso no ejercer estas profesiones, hasta que una ley emitida en 1295 «el efecto de las reglas de Giano del Bella» requirió que la nobleza que pretendía ocupar cargos públicos debían alistarse en uno de los gremios de Corporazioni di Arti e Mestieri; Dante obtuvo una rápida admisión en el gremio de los Boticarios y lo cierto es que la elección no debió ser casual, pues él vendía sus libros en las tiendas de los boticarios. Como político, alcanzó entonces cierta importancia.
Después de derrotar a los Gibelinos, los Güelfos se dividieron en dos facciones: Güelfos Blancos/Guelfi Bianchi, el partido de Dante, liderados por Vieri dei Cerchi, y los Güelfos Negros / Guelfi Neri, conducidos por Corso Donati. Los «colores» fueron escogidos cuando Vieri dei Cerchi dio su protección a la familia Grandi en Pistoia, y aquella zona fue llamada, La parte bianca; Corso Donati había protegido al rival -Parte negra-, y estos colores se hicieron los colores distintivos de los partidos en Florencia.
Dante fue miembro del Consejo Especial del Pueblo entre 1295 y 1296 y posteriormente formó parte del consejo que elegía a los priores. De 1296 a 1297 fue miembro del Consejo de los Ciento. En el año 1300 fue designado embajador en San Gimignano. También en 1300 Dante fue elegido como uno de los seis magistrados más altos en la ciudad de Florencia.
La situación política en Florencia no era fácil, porque el Papa Bonifacio VIII planificaba una ocupación militar de la ciudad, y esto dificultó la labor de Dante como funcionario político. En 1301, Carlos de Valois, hermano del rey Felipe IV de Francia, visitó Florencia porque el Papa lo había designado pacificador de Toscana. Pero el gobierno de la ciudad ya había reaccionado negativamente a la llegada de los embajadores del papa algunas semanas antes, buscando la independencia del poder papal.
Para resolver el problema, Dante fue designado embajador y jefe de una delegación para proponer un tratado de paz, pero al llegar a Roma fue retenido por el papa Bonifacio VIII que pretendía tomar Florencia, para que, de acuerdo con los güelfos negros, la ciudad se anexara a los Estados Pontificios.
Corso Donati, jefe de los güelfos negros, desató una persecución en contra de los güelfos blancos, después de que el pontífice tomara la ciudad por la fuerza en 1301.
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Bonifacio VIII pidió a la delegación volver a Florencia y obligó a Dante a permanecer en la ciudad. Al mismo tiempo, el 1 de noviembre de 1301, Carlos de Valois entró en Florencia con los Güelfos Negros, quienes en los seis días posteriores destruyeron todo y mataron a la mayor parte de sus enemigos. Después del nombramiento de Cante dei Gabrielli da Gubbio como podestà o alcalde, de Florencia. el 9 de noviembre de 1301.
Dante fue condenado por él a exilio durante dos años, y a pagar una gran suma de dinero por sentencia de 27 de enero de 1302 . El poeta no podía pagar la multa y finalmente fue condenado a exilio perpetuo el 10 de marzo de 1302, igual que otros 600 güelfos blancos, partidarios de la independencia, y le fue negada toda participación política.
El podestà declaró que si alguna vez Dante fuera atrapado por soldados florentinos, sería inmediatamente ejecutado -igne comburatur sic quod moriatur-. Gemma, la esposa de Dante, permaneció en Florencia con el fin de evitar la total confiscación de los bienes conyugales.
El poeta participó en varias tentativas de los güelfos blancos para recuperar el poder que habían perdido, pero fallaron, entre otras cosas, debido a traiciones. Dante, disgustado por el trato que recibió de manos de sus enemigos, también se molestó por las luchas internas y la ineficacia de sus aliados, y de hecho votó por hacer un partido de uno. Llegado a este punto comenzó a bosquejar las ideas para la Divina Comedia.
Fue a Verona como invitado de Bartolomeo Della Scala, entonces se trasladó a Sarzana (Liguria), y después de esto, se supone, vivió un tiempo en la ciudad de Lucca, donde pasó una época tranquila con Madame Gentucca, que, posteriormente y, como señal de gratitud, fue mencionada en el Purgatorio, XXIV, 37).
En 1310 Enrique VII de Luxemburgo, Rey de los Romanos, invadió Italia; Dante vio en él la ocasión de la venganza, así que le escribió varias cartas y a otros príncipes italianos, en las que le incitaba a destruir violentamente a los güelfos negros. Mezclando la religión y preocupaciones privadas, invocó la peor cólera de Dios contra su ciudad, sugiriendo varios blancos particulares que coincidían con sus enemigos personales.
En Florencia, Baldo d'Aguglione perdonó a la mayor parte de güelfos blancos del exilio, y les permitió volver; sin embargo, Dante había sobrepasado los límites en sus violentas cartas a Enrique VII, y por ello no fue perdonado.
En 1310, Enrique VII, emperador de Alemania, fue coronado en Milán como rey de Italia. En 1312, asaltó Florencia y derrotó a los güelfos negros, pero no hay ninguna prueba de que Dante estuviese implicado. Unos dicen que rechazó participar en el asalto sobre su ciudad; otros, sugieren que su nombre se había hecho desagradable para los güelfos blancos y también que cualquier rastro de su paso por la ciudad habría sido borrado cuidadosamente. Dante intentó entrevistarse con Enrique VII, pues, aunque no pretendía deber su regreso al ejército alemán, sí quería ver una Florencia libre de la avidez pontificia.
Los deseos de Dante cambiaron cuando se enteró de que Enrique VII había fallecido envenenado y con él cualquier esperanza para que él mismo volviera a ver Florencia. Así que regresó a Verona, donde Cangrande della Scala le permitió vivir con cierta seguridad, y al parecer, con alguna prosperidad. Cangrande fue admitido en el Paraíso de Dante.
En 1315 Florencia fue forzada por Uguccione della Faggiuola, el oficial militar que controlaba la ciudad, a conceder una amnistía a los exiliados. Dante estaba en la lista de ciudadanos perdonados, pero Florencia reclamó que, aparte de un pago, aquellos ciudadanos estuvieran de acuerdo con ser tratados como delincuentes en una ceremonia religiosa y se sometieran a un consejo público en el que se les reconocería como delincuentes públicos. Dante rechazó este vergonzoso requerimiento y prefirió permanecer en el exilio.
Cuando Uguccione finalmente derrotó a Florencia, la pena de muerte de Dante se convirtió en confinamiento, con la condición única de que volviera a Florencia a jurar que nunca más volvería a la ciudad.
Confirmaron su condena a muerte y la ampliaron a sus hijos. Mucho tiempo esperó Dante ser invitado a volver a Florencia en términos honorables. Para él, el exilio era casi una forma de muerte porque le despojaba de la mayor parte de su identidad. Desde luego, nunca volvió. El príncipe Guido Novello da Polenta lo invitó a Rávena en 1318 y él aceptó.
Terminó el Paraíso, y finalmente murió en 1321, a los cincuenta y seis años, quizás por la malaria, cuando regresaba a Rávena de una misión diplomática en Venecia.
Fue enterrado en la iglesia de San Pier Maggiore, llamada más tarde San Francisco de Asís. Bernardo Bembo, pretor de Venecia, mostró preocupación en 1483 por sus restos y organizó su traslado a una mejor tumba.
Finalmente, Florencia lamentó el exilio de Dante. En 1829, se construyó una tumba para él en la Basílica de Santa Cruz. Esa tumba ha estado siempre vacía, porque el cuerpo de Dante permanece en su tumba en Rávena. En la parte frontal de esa tumba en Florencia se lee «Honrad al más alto poeta»
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VITA NUOVA
La Vita nuova / Vida nueva, es la primera obra conocida de Dante Alighieri; escrita entre 1292 y 1293, poco después de la muerte de su amada Beatriz. En la obra alternan 31 poemas líricos y 42 capítulos en prosa. El sentido del título viene dado por la renovación vital que experimenta el poeta al enamorarse de su amada. La parte en prosa sirve como explicación de los sonetos, escritos según los cánones del dolce stil nuovo, y escogidos entre los que Dante había compuesto desde 1283, en honor de diversas mujeres y de la propia Beatriz. Destacan algunos, como Donne ch'avete intelletto d'amore (capítulo V), o Tanto gentile e tanto onesta pare (capítulo XXVI). Las explicaciones en prosa se escribieron después, con el objeto de dar un marco narrativo a los poemas. La Vita nuova es la mejor expresión del sentido del dolce stil nuovo.
El tema de la obra es el amor platónico de Dante por su amada Beatriz. Dante la encuentra por primera vez a los nueve años y se enamora de ella en el acto. Vuelve a encontrarla nueve años después, a los dieciocho, y compone un soneto en su honor. Desde ese momento, siente por Beatriz un amor platónico, y su mayor felicidad es ser saludado por ella. Sin embargo, lo oculta todo cuidadosamente, y corteja abiertamente a otra dama. Llegado esto a oídos de Beatriz, ella le niega el saludo.
Se le aparece el Amor, y en su discurso, que el poeta no comprende, profetiza la muerte de Beatriz Portinari. Dante toma como objetivo de su vida expresar a través de la poesía su amor por Beatriz. Muere el padre de Beatriz y, poco después, Dante cae gravemente enfermo. Durante su enfermedad tiene una pesadilla que es un presagio de la muerte de Beatriz, y que se relaciona con el número 9.
Dante se cree enamorado de otra dama, pero vence esta falsa pasión, y una visión le muestra a Beatriz, vestida de rojo, en la gloria de los cielos, por lo cual el poeta decide no amar a otra mujer y consagrar su vida al recuerdo de su amada, aunque no escribirá sobre ella hasta que no sea capaz de encontrar la forma adecuada de hacerlo. En el ámbito universal, todo esto hizo de Beatriz una de las más grandes musas de la historia. Ella inspiró a Dante para escribir una de las más grandes obras de la literatura mundial.
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DE VULGARI ELOQUENTIA
De vulgari eloquentia / Del habla popular, es un ensayo de Dante Alighieri, escrito en latín y que inicialmente iba a consistir en cuatro libros, aunque Dante desechó la idea después del segundo. Fue probablemente escrito en los años que precedieron el destierro de Dante de su Florencia natal, entre 1303 y 1305. Los ensayos latinos eran muy populares en la Edad Media, pero Dante introdujo algunas innovaciones en su trabajo. Primero: el tema, la lengua vernácula, que era una opción rara en ese momento. Secundariamente, la manera en que Dante se acercó a este tema, dando a la lengua vernácula la misma dignidad que se le otorgaba al latín. Finalmente, Dante escribió este ensayo para analizar el origen y la filosofía de la lengua vernácula, porque, en su opinión, este idioma no era algo estático, sino algo que evolucionaba y necesitaba una contextualización histórica.
Al principio, Dante afrontó la evolución histórica del idioma que él pensaba que nació unitario y luego fue separado en modismos diferentes debido a la vanidad demostrada por la humanidad en la Torre de Babel. Compiló un mapa de la posición geográfica de los idiomas que él conocía, mientras dividió el territorio europeo en tres partes: uno al este, con los idiomas griegos, uno al norte, con los idiomas germánicos, y al sur las lenguas romances, separado en tres ramas, identificadas por el adverbio de afirmación, el idioma del oc, el idioma del oïl y el idioma del sì. Rebatió la idea de que la gramática es un idioma estático que consiste en reglas inmutables. Para esto, Dante necesitó recuperar los idiomas naturales.
Entre los capítulos diez y quince del primer libro, Dante escribe sobre su investigación para una lengua vernácula ilustre, entre las catorce variedades encontradas en la región italiana. Directamente o indirectamente, Dante leyó los trabajos de San Agustín, los de Santo Tomás de Aquino y algunos diccionarios enciclopédicos como el Etymologiae de Isidoro de Sevilla y Li livres dou trésor de Brunetto Latini. También se inspira en la filosofía aristotélica, y en el trabajo de Dante se pueden identificar algunas referencias en los textos a representantes de lo que a veces se ha llamado aristotelismo radical.
DIVINA COMEDIA
La Divina Comedia es una epopeya alegórica en tercetos encadenados, escrita entre 1304 y su muerte, considerada como una de las obras maestras de la literatura italiana y mundial. Dante la escribió en el dialecto toscano, matriz del italiano actual, que se utilizó entre los siglos XI y XII. La obra se divide en tres partes: Infierno, Purgatorio y Paraíso.
Cada una de sus partes está dividida en treinta y tres cantos, compuestos de tercetos. La composición del poema se ordena según el simbolismo del número tres -número que simboliza la Trinidad Sagrada, Padre, Hijo y Espíritu Santo, así como también simboliza el equilibrio y la estabilidad en algunas culturas, y que también tiene relación con el triángulo y la perfección: hay tres personajes principales, Dante, que personifica al hombre; Beatriz, que personifica a la fe; y Virgilio, que personifica a la razón.
Cada estrofa tiene tres versos y cada una de las tres partes cuenta con treinta y tres cantos.
El poema puede leerse según los cuatro significados que se atribuyen a los textos sagrados: literal, moral, alegórico y anagógico. En este poema, Dante hace gala de un gran poder de síntesis, algo característico de los grandes poetas.
Dante, modestamente, tituló Comedia a la obra pues, de acuerdo con el esquema clásico, no podía ser una tragedia, ya que su final era feliz. El libro suele presentarse actualmente con un gran cuerpo de notas que ayudan a entender quiénes eran los personajes mencionados. Estos comentarios incluyen interpretaciones de las alegorías o significados místicos que contendría el texto, que otros prefieren leer como un relato literal. Esta tendencia se acentuó en el siglo XX entre los exégetas y críticos de la Divina Comedia, muchos de los cuales sostienen que Dante narró una historia en el mundo material de ultratumba tal como se concebía en su tiempo. Miguel Asín Palacios, por otra parte, destacó la importancia de la escatología musulmana en la estructura del Infierno dantesco, y en particular de la obra, Escala de Mahoma, en la que el Profeta, guiado por el Arcángel Gabriel, recorre el Cielo y el Infierno, dividido en siete estancias.
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IL CONVIVIO
Il Convivio fue escrito entre 1303 y 1309 en prosa toscana, después de la Vita Nuova. Su propósito era exponer 14 canciones filosóficas y didácticas del autor y debía constar de 15 libros de contenido más bien enciclopédico, pero solo llegó a escribir el de introducción y tres tratados más, el primero sobre el consuelo de la filosofía, inspirado en Boecio, el segundo, un elogio de la sabiduría y el tercero un tratado sobre el concepto de qué es la verdadera nobleza, si la de la sangre o la del alma. Es una exposición bastante aristotélica que inaugura la prosa científica en lengua vulgar en Italia y se imprimió por primera vez en Florencia en 1490.
Obras menores
Dante dejó además el tratado político en tres libros De Monarchia, donde defiende la necesidad de una monarquía universal autónoma e independiente que garantice la unidad y la paz. En el segundo reconoce la legitimidad del derecho del imperio y en el tercero demuestra que la autoridad del monarca es divina, procede de Dios, y por tanto no está sujeta a la autoridad de papa alguno; la monarquía universal es distinta a la Iglesia y está a la misma altura que ella. Produjo además dos Églogas latinas hacia el año 1318, varias Epístolas, la más famosa la XIII dirigida a Cangrande della Scala, donde expone el concepto de su Commedia, y el tratado Qaestio de aqua et terra, posiblemente apócrifo. También se han recogido en un Canzoniere todas las poesías sueltas, unas bajo el influjo de Guittone de Arezzo, otras stilnovistas de estilo guinizzelliano o cavalcantiano, que compuso, entre ellas las Rime Pietrose, dos canciones y dos sextinas dedicadas a una antigua amante, Petra, bella e insensible.
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