sábado, 9 de noviembre de 2013

NADIE ES UNA ISLA. NO MAN IS AN ISLAND. JOHN DONNE


John Donne. Artista desconocido. National Portrait Gallery, London.

John Donne, poeta genial e intuitivo, nació en Bread Street, Londres en 1572 en una buena familia católica y en un momento en que por Inglaterra se había ido expandiendo un claro sentimiento contrario a la Iglesia de Roma. 

Su padre, John Donne, murió repentinamente en 1576 dejando tres hijos muy pequeños y, su madre, Isabel, era hija del dramaturgo John Heywood, descendiente de la familia de Sir Thomas More, Lord Canciller, ejecutado en 1536 y canonizado en el siglo XX. 

La biografía de John Donne se extiende a lo largo del reinado de tres monarcas: Isabel I hasta 1603; Jacobo I hasta 1625 y Carlos I, que le sobrevive, hasta su propia ejecución en 1642.

La Meditación 17 de su obra, Devociones sobre ocasiones emergentes, escrita en prosa y más tarde versificada, contiene versos de inmensa calidad humana, en cualquier latitud y en todo tiempo, es decir, que representa un valor universal, a pesar, o, tal vez, a causa de su extrema y conmovedora sencillez.


Hoy es considerado como el poeta metafísico más importante de aquellos tres reinados; metafísico, con un estilo entonces conocido en el Siglo de Oro español como Conceptismo, –Conceit en Inglaterra–; ambas corrientes comparten estilo y filosofía en varios aspectos.

Su excelente formación comenzó en un colegio regentado por Jesuítas, al que asistió hasta los once años, para pasar después al Hart Hall, de la Universidad de Oxford, donde estudió durante tres cursos, junto con su hermano menor Henry. Finalmente, se matriculó en Cambridge pero no recibió el título, por negarse a aceptar el Oath of Supremacy –Juramento de Supremacía-, que conllevaba lealtad a la iglesia Anglicana. 

John Donne en 1591. 18 años

Fue admitido, no obstante, en Thavies Inn para estudiar Derecho, en 1591 y el año siguiente Lincoln's Inn, centros, a partir de los cuales, los estudiantes solían orientarse hacia carreras políticas o diplomáticas.

En 1593, moría de fiebres –tal vez, atacado por la peste bubónica-, su hermano Henry, cuando se hallaba preso en Newgate por haber dado refugio a un sacerdote proscrito.

Su primer libro de poemas, Satire –Sátiras, escrito durante este período de estancia en Londres, es considerado un importante esfuerzos literario. Aunque no fue publicado entonces, tuvo un notable éxito circulando en copias manuscritas, al igual que su obra Songs and Sonnets– Canciones y Sonetos, escrita por la misma época. 

Satire III
Kind pity chokes my spleen; brave scorn forbids
Those tears to issue which swell my eyelids;
I must not laugh, nor weep sins and be wise;
            La buena misericordia ahoga mi fastidio; un valeroso desdén impide
            que caigan esas lágrimas que llenan mis párpados;
            no debo reír ni llorar los pecados, y ser sabio.

Songs and Sonnets: Love’s Alchemy.
Some that have deeper digg'd love's mine than I,
Say, where his centric happiness doth lie.
            I have loved, and got, and told,
But should I love, get, tell, till I were old,
I should not find that hidden mystery.
            Algunos que han profundizado en la mina del amor más que yo
            dicen donde yace su centro de felicidad.
                     Yo amé y alcancé y dije,
            pero aunque amase, alcanzase y dijese, hasta que fuera viejo, 
            nunca encontraría ese oculto misterio.

Después de heredar una módica fortuna, el joven poeta, conocido como Jack Donne, la gastó en mujeres, libros, teatro y viajes, asentando una profunda amistad con el poeta Christopher Brooke, su compañero de habitación en el Lincoln’s Inn, así como con el celebérrimo Ben Johnson

Benjamin Jonson, de Abraham van Blyenberch. Nat. Portrait Gallery. Londres

En 1596 participó en la expedición naval que Robert Devereux, Conde de Essex, dirigió contra la bahía y la ciudad de Cádiz –Se dice que fue testigo del naufragio del San Felipe–; en 1597, se unió a otra que se dirigía a las Azores, donde escribió  The Calm -La calma.

Robert Devereux, 2nd Earl of Essex. Marcus Gheeraerts the Younger

The Calm
Our storm is past, and that storm's tyrannous rage,
A stupid calm, but nothing it, doth 'suage.
The fable is inverted, and far more
A block afflicts, now, than a stork before.

… our ships rooted be.
… We can nor lost friends nor sought foes recover,
…Dear friends, which meet dead in great fishes' jaws;
And on the hatches, as on altars, lies

            Nuestra tormenta ha pasado, y a esa tiránica furia de la tempestad,
            una estúpida calma la serena y anula.
            La fábula se invierte, y más aún
            nos aflige un madero ahora, que con los golpes que daba antes.

            …nuestras naves han echado raíces.
            …No podemos recobrar amigos perdidos, ni buscarlos.
            …Amigos queridos que muertos se encuentran en las fauces de los peces;
            Y en las escotillas, como si fueran altares, yacen. (La Calma).

Donne viajó por España e Italia, donde realizó numerosas observaciones prácticas acerca de las tierras, sus leyes y formas de gobierno; tarea que le facilitó el perfecto conocimiento de los idiomas de ambos reinos y, al volver a Inglaterra en 1598, fue nombrado secretario privado de Sir Thomas Egerton, Lord Keeper of the Great Seal –Custodio del Gran Sello-, lo que pudo haber sido el comienzo de una gran carrera.

En 1601, fue elegido diputado por Brackley, en el último Parlamento de la reina Isabel I, pero ese mismo año se casó en secreto con Anne Moore, sobrina del Lord Keeper, Egerton, de diecisiete años, e hija de Sir George More, Teniente de la Torre. Así terminó su breve carrera, ante la cólera irreductible del padre de Anne, a quien escribió:

Carta a Sir Georges, de 1602

Señor, reconozco que mi culpa es tan grande que no me atrevo a hacer otra cosa que rogaros que creáis que nunca tuve fines deshonestos. Pero por ella daría mucho más que mi fortuna o la vida. Humildemente os ruego que no sea puesta en peligro ni deba sufrir el temor de vuestra repentina ira.

Sir George envió a Donne a la Fleet Prison durante algunas semanas, junto con sus compañeros Samuel y Christopher Brooke, que actuaron como celebrante y testigo, respectivamente, en la ceremonia de la clandestina boda. Naturalmente, Donne fue destituido y, durante los diez años siguientes siguió teniendo graves dificultades económicas para mantener a su creciente familia. Expresó la experiencia en un juego de palabras: 

John Donne, Anne Donne, Undone.

Un primo de Anne ofreció a la pareja un hogar en Pyrford, Surrey, y también colaboraron otros amigos, como la condesa de Bedford, que después tuvieron un importante papel en la carrera literaria de Donne, quien a pesar de haber podido conservar a sus amigos, se sintió terriblemente defraudado, al haber perdido toda posibilidad de mejorar su fortuna, aun cuando se reconocía a sí mismo como un escritor intelectualmente superior a la mayoría.

La casa de John Donne en Pyrford

Por fin, en 1609 se reconcilió con su suegro, que finalmente se decidiría a pagar la dote de su hija. A partir de entonces, Donne empezó a ejercer como abogado, aunque siguieron las dificultades. También trabajó para un escritor de panfletos religiosos, Thomas Morton, que después fue Obispo de Durham; siendo muy verosímil que fuera Donne quien escribiera sus textos.

Por esta época, antes de la reconciliación definitiva con sus suegros, escribió Divine Poems -Poemas divinos (1607) y Biathanatos (ed. 1644), una pieza sorprendente para su época, en la que Donne argumentaba que el suicidio no era propiamente  un pecado.

Cerca ya de los cuarenta años, publicó dos polémicas obras Pseudo-Martyr en 1610 e Ignatius his Conclave, en 1611, que constituyeron el testimonio de su renuncia definitiva a la fe católica. En el Pseudo-Martyr, sostenía Donne, con su espíritu conciliador, que los católicos ingleses podían jurar lealtad al rey, sin comprometer su fidelidad religiosa. 

En 1610, patrocinado por Sir Robert Drury de Hawstead, los Donne se instalaron en Drury Lane, donde John escribió A Funerall Elegie, dedicado a Elizabeth, hija de Sir Robert, fallecida a los 15 años. Escribió también The two Anniversaires- An Anatomy of the World –Anatomía del Mundo, en 1611 y, Of the Progress of the Soul -Del progreso del alma.

A Funeral Elegy.

Tis loss, to trust a tomb with such a guest,
Or to confine her in a marble chest.
Alas ! what's marble, jet, or porphyry,
Prized with the chrysolite of either eye,
Or with those pearls and rubies which she was ?
Join the two Indies in one tomb, 'tis glass ;
And so is all, to her materials,
Though every inch were ten Escurials;

            Esta pérdida; el confiar a una tumba semejante huésped
            o confinarla en urna de mármol.
            Ay! qué son el mármol, el azabache, el pórfido, 
            comparados con el topacio de unos ojos,
            o con aquellas perlas y rubíes que ella fue?
            Reunid las dos Indias en una tumba, será vidrio;
            y así son para ella todos los materiales
            aunque cada pulgada fuera diez Escoriales.

Hasta entonces, Donne se había negado a recibir las órdenes religiosas, pero el rey, James I, insistió, anunciándole finalmente, que no recibiría ningún puesto, ni contaría con el apoyo real a menos que se integrara en la Iglesia anglicana, lo que indujo a Donne a aceptar la conversión en 1615, aún sin mucha convicción, siendo entonces nombrado capellán real. En 1616 fue hecho Reader in Divinity en Lincoln's Inn, ya que la Universidad de Cambridge le había conferido finalmente el grado de Doctor of Divinity, dos años antes. 

El estilo del poeta, de gran simbolismo religioso y metáforas muy elaboradas, su gran talento para el drama, su amplísima formación y rápido ingenio, pronto le convirtieron en uno de los más grandes predicadores de la época.

Su fortuna parecía que empezaba a mejorar, cuando, el día 15 de agosto de 1617, su esposa Anne fallecía a los 33 años tras dar a luz al último de sus doce hijos, que también nació muerto. Otros siete le sobrevivieron. 

Profundamente dolorido, Donne escribió Seventeenth Holy Sonnet. De acuerdo con su biógrafo y amigo Isaac Walton, a partir de entonces, fue “crucificado para el mundo"; continuó escribiendo poesía, pero sobre todo, los Holy Sonnets, de 1618. El tiempo de los poemas de amor había pasado.

Aquel mismo año fue hecho capellán del Vizconde Doncaster durante su embajada ante los príncipes alemanes –se fraguaba la Guerra de los Treinta Años-; su Hymn to Christ at the Author's Last Going into Germany, -Un himno a Cristo, en la última ida del autor a Alemania, escrito antes del viaje, reflejaba su temor a la muerte. 

Regresó a Londres en 1620, y fue nombrado Dean de San Pablo en 1621, cargo que ocupó hasta su muerte. Sus sermones se hicieron muy célebres y, por fin alcanzó la seguridad económica. 

Devociones sobre ocasiones emergentes, escrito mientras convalecía de una grave enfermedad, se publicaron en 1624. La más famosa, humana y cargada de emoción universal, es, sin duda, la Meditación 17, que incluye las frase sencillas e inmortales ya citadas. El mismo año, Donne fue hecho Vicario de St. Dunstan's-in-the-West

El 27 de marzo de 1625 fallecía Jacobo I, y Donne predicaba su primer sermón ante Charles I en Whitehall; en aquella ocasión recitó su famoso Death’s Duell, –El Duelo de la Muerte, considerado como una obra maestra en prosa y, acaso, como su propia oración fúnebre, ya que lo repitió unos días antes de su muerte, que le sorprendió cuando iba a convertirse en Obispo. 

Lo último que Donne escribió fue – Hymne to God, my God, In my Sicknesse – Hymno a Dios, Dios mío, en mi enfermedad. 

Since I am coming to that Holy room,
Where, with Thy choir of saints for evermore,
I shall be made Thy music ; as I come
I tune the instrument here at the door,
And what I must do then, think here before.

            Mientras voy llegando a la Santa estancia
            donde, con tu coro de santos, para siempre,
            seré transformado en tu música; entre tanto
            afinaré el instrumento aquí, en la puerta,
            y lo que deba hacer entonces, lo pensaré aquí antes.

Parece que, para prevenir la llegada de la muerte, el clérigo poeta se hizo pintar amortajado; la imagen se terminó quince días antes de su muerte, y más tarde se utilizó para crear una imagen en piedra, que sobrevivió al gran Incendio de Londres y que todavía hoy se puede ver en St. Paul. 

John Donne fallecía en Londres el 31 de marzo de 1631.

_________

La Calma.

Nuestra tormenta ha pasado, y a esa tiránica furia de la tempestad,
una estúpida calma la serena y anula.
La fábula se ha invertido, y mucho más
nos aflige ahora un madero,que los golpes de antes.

Las tormentas nos rozan y pronto pasan, ellas o nosotros;
en la calma, el cielo ríe viéndonos languidecer.
Tan sosegado  como desearía  que fueran mis pensamientos,
Tan liso como el espejo de tu amada, o lo que brilla en él,
está el mar ahora, y, al igual que  las islas /que buscamos
cuando podemos movernos, nuestras naves echan raíces.

Como el agua hizo en la tormenta, ahora corre la brea 
como plomo, cuando una iglesia encendida se hace caudal.
Y toda nuestra belleza, nuestro adorno decae
como una corte en mudanza, o como dramas escénicos ya terminados.
El lugar del combate es ahora cçumulo de pertrechos marineros;
Y todo el cordaje es como un falso adorno.

No usamos los faros;  y en un sitio quedaban 
plumas y polvo, ayer y hoy.
Vacíos de la tierra que son pulmones del mundo,
no tienen más viento  que la bóveda del cielo.
No podemos recuperar amigos perdidos ni adversarios perseguidos,
aunque  como meteoros , excepto que no nos movemos, flotamos.

Sólo la fiebre nos aproxima/ a los queridos amigos, 
que se encuentran muertos en las grandes fauces de los peces;
y yacen sobre las escotillas, como si fueran altares:
cada uno su propio sacerdote y su propio sacrificio.

Los que viven, multiplican ese milagro, 
pues caminan sobre hornos encendidos sin morir.
Si a pesar de todo esto, nadamos, es algo
no más refrescante que un baño de azufre;
Porque volvemos del mar al barco,
como infelices, medio cocidos, para arder sobre el carbón.

Como Bajazet enjaulado (1), para burla de pastores 
o como un débil Sansón, de pelo cortado,
languidecen las naves. Ahora, como la míriada
de hormigas que desafiaron a la amada serpiente del emperador (2);
las galeras que se arrastran como prisión marina; gaviotas, o aletas astilladas
podrían vencer a nuestras pinazas, ahora acostadas.

Ya fuera  por  la enfermedad, o por la esperanza de ganar algo,
o para desacostumbrarme  de la intensa pena
de ser amado y amante; o de la sed
de honor, o de justa muerte, lo que me impulsaba,
pierdo mi objetivo: porque aquí, lo mismo podría
vivir desesperado, o morir como cobarde.

Ciervo, perro, y todo el que huye desde o hacia algo,
es pagado con la vida o la presa, o matando.
El destino nos da todo, de mala gana, y sutilmente, inflige
un castigo contra lo que olvidamos rezar.

El que en el mar reza para que haya más viento, igual podría
en los polos rogar por el frío, o en el infierno por el calor.
¿Qué somos entonces? ¡Qué poco  más –¡ay!-,
es ahora el hombre, que lo que antes fue, ¿fue?
Nada, pues para nada bueno fuimos hechos.
La suerte o nosotros mismos, siempre en desproporción.
No tenemos poder, voluntad, ni sentido. Pero miento;
en ese caso  no sentiría esta tristeza.

(Carta en verso para Christopher Brooke: La Tempestad y La Calma)


***
1 Cuando Tamerlán derrotó a Bajazet lo mostró públicamente encerrrado en una jaula. Con ello acentuaba el suplicio del vencido, pero no acrecentó, en absoluto, su propia gloria.
2  Tiberio
***

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