Sibilla Aleramo es el seudónimo de Marta Felicina Faccio conocida como "Rina". Alessandria, que nació el 14 de agosto de 1876, en Roma, y falleció el 13 de enero de 1960. Fue una escritora y periodista feminista, conocida por sus trabajos literarios de tinte autobiográfico sobre la vida de una mujer a finales del siglo XIX, en Italia.
A los 11 años se trasladó con su familia de Milán, a la región de Marche, donde su padre había sido designado gerente de una fábrica de vidrio. Incapaz de continuar su educación más allá de la primaria en Civitanova Marche, continuó estudiando por su cuenta y le pidió recomendaciones de lectura a su ex maestra. Además de estudiar por su cuenta, en estos años trabajó como contable en la fábrica donde trabajaba su padre.
El periodo de su adolescencia fue muy difícil: en septiembre de 1890 su madre, que ya sufría depresiones, intentó matarse tirándose por el balcón de su casa. Después de unos años muy difíciles, la mujer fue ingresada en una clínica, en Macerata. donde murió en 1917.
En febrero de 1892, a los 15 años, Aleramo fue violada por Ulderico Pierangeli, un empleado de la fábrica de vidrio donde trabajaba con su padre. Además, el año siguiente tuvo que casarse con su agresor, siguiendo la tradición que seguía vigente en Italia en esta época, la del así llamado ‘matrimonio riparatore’ ley que amparaba a agresores sexuales, por la cual, prescribía el delito al comprometerse a casarse el violador con la víctima (¡!).
Un año y medio después, a los 17 años, tuvo su primer y único hijo, Walter.
Entre los años 1892 y 1894 empezó a escribir para algunos periódicos locales, utilizando los seudónimos de Nira o Reseda.
Desde el año 1897 Aleramo empezó a escribir también para otros periódicos italianos como Gazzetta letteraria, L’Indipendente, la revista feminista Vita moderna y el periódico de ideas socialistas Vita internazionale. En estos mismos años empezó también su correspondencia epistolar con Giorgina Janet Craufurd, mujer comprometida en el feminismo, y con Aurelio Saffi.
En este periodo Aleramo se entregó a la causa feminista; tomó parte en manifestaciones organizadas para defender el derecho al voto para las mujeres y luchó también contra la prostitución.
En 1899 se trasladó a Milán con su familia y allí fue nombrada directora de la revista socialista L’Italia femminile y entró en contacto con el ambiente socialista milanés.
En junio de 1901 escribió Il nucleo generatore di una donna, un texto donde reflexionaba sobre la maternidad.
En febrero de 1902 Aleramo decidió dejar su familia por considerar que vivía en una condición de opresión y se fue a Roma. Oprimida por el yugo de una relación que aborrecía y tras un intento de suicidio, abandonó la familia en 1902 y se trasladó a Roma, donde pudo desarrollar su carrera literaria e involucrarse como activista en incipientes movimientos feministas. Autora fecunda y precoz, sus obras abarcan prosa, poesía y periodismo, ámbito en el cual destacó como colaboradora de numerosas revistas literarias.
Después de su traslado a Roma empezó una batalla legal para separarse de su marido y para obtener la custodia de su hijo, pero no lo consiguió y algunos años después le impidieron incluso tener correspondencia epistolar con el hijo.
En Roma, Aleramo tuvo una relación con Giovanni Cena, escritor y periodista, que la convenció para que convirtiera su historia en una novela autobiográfica, usando el seudónimo de Sibilla Aleramo.
El 3 de noviembre de 1906 se publicó su libro, Una donna, una obra autobiográfica en la que Aleramo relató su vida hasta aquel momento, habló también en este libro de la violación que sufrió a los 15 años. Todo esto resultó algo revolucionario para su época.
Cuando Aleramo decidió escribir una obra autobiográfica su propósito no era que todos conocieran su vida, sino, más bien permitir a otras mujeres verse reflejadas en su historia para ser capaces de revelarse. Por esta razón, en el libro además de contar su vida, Aleramo denunció la condición de las mujeres y reivindicó la paridad entre ambos sexos, sin nombrar nunca a personas reales; de hecho se limitó a llamar a los personajes de la novela con el nombre del papel familiar que representaban (madre, marido, hijo etc.).
El libro enseguida tuvo mucho éxito y se tradujo a muchos idiomas. Aleramo continuó su lucha dentro del movimiento feminista y por la institución de escuelas nocturnas femeninas y nocturnas para campesinos y campesinas del Agro Romano, el campo pobre alrededor de Roma.
En 1908, mientras aún estaba involucrada con Cena, conoció a Cordula "Lina" Poletti en un congreso de mujeres, y relató su relación lésbica de un año en la novela Il Passaggio (1919), un libro en el que Aleramo volvió a la historia contada en Una donna.
En ella, explicó que Giovanni Cena originalmente la había convencido para que cambiara un poco su historia, y le ofreció una versión diferente de algunos eventos, en particular el final.
Sibilla Aleramo sería una de las feministas más importantes de Italia. Sus cartas a Poletti se han estudiado, al igual que su producción en general. Su primer libro, Una donna, ya se considera un clásico de la literatura italiana, y la primera novela abiertamente feminista escrita por una autora italiana.
A lo largo del siglo XX, a Aleramo se la recordó principalmente por sus relaciones amorosas, sin embargo, su vida es significativa por su deslumbrante trayectoria como mujer y artista independiente que atravesó épocas muy diferentes -la Italia liberal, el fascismo, la posguerra y la República-, manteniendo siempre una misma postura cultural y política.
En 1925 apoyó el Manifiesto de los Intelectuales Antifascistas. Más tarde, recorrió el continente y fue un miembro activo de la política comunista después de la Segunda Guerra Mundial. En 1948 participó en el Congreso Mundial de Intelectuales en Defensa de la Paz en Wroclaw.
Aleramo decía que había vivido tres vidas. Su 'primera vida', como madre y esposa, se describe en su novela Una Donna. Durante su 'segunda vida', se ofreció como voluntaria en un refugio para pobres en Roma dirigido por la Unione Femminile y participó activamente en organizaciones feministas. Su 'tercera vida' se basó en 30 años escribiendo las experiencias de su biografía en su obra.
Aleramo y la política: una relación diversa, acorde con el momento.
Después de un primer momento de oposición al régimen fascista, en 1929, al vivir en una condición miserable, solicitó un encuentro con Benito Mussolini y le pidió ser nombrada miembro de la Accademia d’Italia, lo que le permitiría tener un subsidio económico. A partir de este momento empezó a escribir reseñas positivas sobre el fascismo, obteniendo así más dinero y también protección por parte del gobierno. En 1933 se inscribió en la ‘Associazione nazionale fascista donne artiste e laureate’.Logró así su objetivo inmediato; sobrevivir.
En 1943 se alejó del Partido fascista y en 1946 se inscribió en el Comunista.
Aleramo, por su compromiso con el feminismo y por lo escrito en Una donna, se había opuesto a la concepción machista de su época y había luchado por la paridad entre sexos, además había definido inmoral el hecho de sacrificar la propia individualidad como ser humano para dedicarse completamente a los hijos. Estas ideas se contraponían totalmente a las ideas fascistas que consideraban a las mujeres antes como madres, y después como esposas o viudas. A pesar de todo esto su obra Una donna tuvo mucho éxito durante el fascismo y se publicaron nuevas ediciones.
Murió en Roma, en 1960
Maria Luisa Astaldi. Tricesimo,14 agosto 1899 – Roma, 22 dicembre 1982, è stata una scrittrice, critico letterario, giornalista e collezionista d'arte italiana.
Soy tan buena – Son tanto brava
Soy tan brava a lo largo del día
Entiendo, acepto, no lloro.
Casi aprendo a tener orgullo
casi como si fuese un hombre.
Pero, al primer escalofrío morado del cielo
todos los diurnos apoyos desvanecen
Tú me suspiras desde lejos:
– ¡Tarde, tarde dulce y mía! –
Me parece tener entre los dedos
el cansancio de toda la tierra.
No soy nada más que mirada,
mirada perdida, y venas.
Son tanto brava lungo il giorno.
Comprendo, accetto, non piango.
Quasi imparo ad aver orgoglio
quasi fossi un uomo.
Ma, al primo brivido di viola in cielo
ogni diurno sostegno dispare.
Tu mi sospiri lontano:
– Sera, sera dolce e mia! –
Sembrami d’aver fra le dita la
stanchezza di tutta la terra.
Non son più che sguardo,
sguardo sperduto, e vene.
Ritmo – Ritmo
Adolescencia reencontrada,
alegría del color,
ojos verdes de sol en el lecho,
inmenso turquesa astillado de las olas,
“rubitud” como rizos y riscos,
“roséa” alegría de tejados,
color, ritmo,
como una blanconegra golondrina
el alma te surca.
Ritrovata adolescenza,
gioia del colore,
occhi verdi di sole sul greto,
scheggiato turchese immenso de l’onde,
biondezza di cirri e di rupi,
rosea gioia di tetti,
colore, ritmo,
come una bianconera rondine
l’anima ti solca.
Rosas pisoteaba – Rose calpestava
Rosas pisoteaba en su delirio
y el cuerpo blanco que amaba.
Con cada moretón más me postraba,
oh inútil sollozo de criatura.
Rosas pisoteaba,
caía el puño,
y locamente escupía
en la frente que adoraba.
Feroz era su mal,
y más que todo mi martirio.
Pero, ahora que he escapado,
que yo muera,
muera yo de su mismo mal.
Rose calpestava nel suo delirio
e il corpo bianco che amava.
Ad ogni lividura più mi prostravo,
oh singhiozzo invano di creatura.
Rose calpestava,
s’abbatteva il pugno
e folle lo sputo
sulla fronte che adorava.
Feroce il suo male
più di tutto il mio martirio.
Ma, or che son fuggita,
ch’io muoia,
muoia del suo male.
Desnuda al sol – Nuda nel Sole
Desnuda al sol
para ti que pintas inmóvil, quedo,
el pecho solamente ritmando
la vida gallarda del corazón.
Como un cielo por el amanecer suave
es para ti esta forma mía brillante,
un prado un agua un solitario florecer de pétalos,
racimos de vid en fiesta.
Y adoras, y con fervor tus dulces dedos
guías sobre la tela.
Desnuda al sol y quieta,
fragmento de la naturaleza,
te miro suplicante y obrante.
Por ti invadida, por ti reabsorbida,
eres tú quien me diviniza
o mi divinidad es quien te crea,
¿artista, arte, espíritu?
En silencio el pecho respira.
Nuda nel sole
per te che dipingi sto immobile,
il seno soltanto ritmandola
vita gagliarda del cuore.
Come un cielo soave d’aurora
è per te questa mia forma lucente,
un prato un’acqua una solitaria fiorita di petali,
tralci di vigna in festività.
E adori, e fervente le dolci dita
su la tela conduci.
Nuda nel sole ed immobile,
frammento di natura,
ti miro orante ed oprante.
Da te invasa da te riassorbita,
sei tu che mi divinizzi
o la mia divinità è che ti crea,
artista, arte, spirito?
Tacitamente il seno respira.
Tantos y tantos años – Tanti e tanti anni
Es agosto, es mediodía, altos prados alrededor,
yo cumplo tantos años y tantos, y desde lejos
¡ea! tú me escribes con querida mano, escribes
que soy demasiado joven y errante e inquieta,
tú mi bien secreto, tú que no eres mío,
tú alto por encima de todo, alto amor,
y desde lejos tu sonrisa de caridad dulce
vida y muerte igualmente me ilumina,
llenas y preciosas de llanto y gloria.
E’ Agosto, è meriggio, alti prati intorno,
io compio tanti anni e tanti,
e da lungi ecco tu mi scrivi con la cara mano, scrivi
che troppo io son giovine e zingara e inquieta,
tu mio bene segreto, tu che mio non sei,
tu alto sovra quanto mai, alto amore,
e da lungi il tuo sorriso di carità dolce
vita e morte ugualmente m’illumina,
colme e preziose di pianto e gloria.
Miro mis ojos – Guardo gli miei occhi
Miro mis ojos huecos de sombra
y los surcos finos sobre mis sienes,
miro, ¿eres tú, mi pobre rostro cansado,
tan largamente golpeado por el tiempo?
Me pesa la sombra de un sueño oculto.
¡Ah, que una última flor se exprese en mí!
Como una piedra opaca
no quiero morir envuelta en oscuridad,
sino de repente, desde la raíz honda,
elevar un canto a mi último atardecer.
Guardo i miei occhi cavi d’ombra
e i solchi sottili sulle mie tempie,
guardo, e sei tu, mio povero stanco volto,
così a lungo battuto dal tempo?
Mi grava l’ombra d’un occulto sogno.
Ah, che un ultimo fiore in me s’esprima!
Come un’opaca pietra
non voglio morire fasciata di tenebra,
ma d’un tratto, dalla radice fonda,
alzare un canto alla ultima mia sera.
Silencio y calidez – Silenzio e tepore
Hay silencio y calidez
en esta recóndita habitación donde te espero,
y una purpúrea rosa,
ya cansada, al borde de languidecer,
también ella ansiosa de tu mirada morena,
tan tierna es la hora
que me transformo en silenciosa gracia,
mansa rosa,
calor en tus párpados, caricia de sombra.
C’è silenzio, e tepore
in questa romita stanza ov’io ti attendo,
e una purpurea rosa,
già stanca, sul ciglio di languire,
anch’essa ansiosa del tuo bruno sguardo,
così tenera è l’ora
ch’io mi trasmuto in taciturna grazia,
mite rosa,
tepore sulle tue palpebre, carezza d’ombra.
También estas horas
Pasarán estas horas de agonía
como pasaron las mil de alegría.
Oh flor que solo hubiese deseado besar,
oh pecho dulce donde festiva imploraba la muerte,
pero estas horas que vivo de tormento
son aún más generosas
que las otras gritando felicidad.
Me inclino hacia ti, a quien he golpeado,
desde lejos me inclino
más palpitante que cuando reíamos desnudos al sol,
la frente más ardiente, insaciable.
Regalo de angustia gimiente
que pero también se disolverá,
largo de fiebre anhelo hacia tu pena…
¡Todos mis cabellos para adormecerte desde lejos!
Passeran quest’ore di spasimo
come passarono le mille di gioia.
O fiore che avrei voluto soltanto baciare,
o petto dolce dove imploravo festosamente la morte,
ma quest’ore che vivo di strazio
son più generose ancora
dell’altre gridanti felicità.
Mi tendo a te che ho colpito,
da lontano mi tendo
più pulsante di quando ridevamo nudi nel sole,
la fronte più affocata, insaziata.
Dono d’angoscia gemente
che pur anche si dissolverà,
lungo di febbre ansito verso la tua pena….
Tutti i miei capelli per addormirti da lungi!
Claridad nocturna
Claridad nocturna, vuelo de horas blancas, cielo distentido,
tiendo mi mano que os abraza y os ofrezco, os ofrezco.
Que alguien nos vea. No a mí, sino a mi mano que os sostiene,
horas susurrantes, gran sereno, playa de astros.
Chiarità notturna, volo d’ore bianche, disteso cielo,
tendo la mia mano che vi stringe, e v’offro, v’offro.
Ci veda qualcuno. Non me, ma sola la mia mano che vi tiene,
ore fruscianti, grande sereno, spiaggia d’astri.
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